El Partido Popular y Ciudadanos ratificaron el domingo un esperado acuerdo de investidura por el que la formación naranja se compromete apoyar esta semana la reelección de Mariano Rajoy como presidente del gobierno para poner fin a ocho meses de mandato en funciones.

Pero el acuerdo podría ser papel mojado en horas si el resto de los partidos de la oposición cumplen con lo que han dicho hasta el momento y votan en contra de la investidura del líder del PP que, ayer mismo en Galicia, reconocía que la vuelta a la normalidad política es hoy más un deseo que una realidad.

Después de una semana de duras negociaciones, el PP con sus 137 escaños se ha asegurado el apoyo de los 32 diputados de Ciudadanos tras comprometer más de un centenar de acuerdos, incluyendo un plan de choque social, un compromiso de no subir el impuesto del IRPF o el impulso a un pacto nacional por la educación.

Entre las medidas acordadas se encuentran algunas que en su día suscribieron Ciudadanos y el PSOE, como un complemento salarial para los trabajadores con menores ingresos, o mayor inversión pública en sanidad educación o dependencia.

“Cien de las 150 reformas las firmamos Pedro Sánchez (líder del PSOE) y yo”, dijo el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en la rueda de prensa celebrada el domingo en la que pidió al resto de las fuerzas hacer oposición responsable.

“No vale abstenerse de España (…) que pidan cambios o negocien”, dijo en relación al conjunto de las fuerzas de oposición.

Pero los socialistas, a quienes Rajoy pide responsabilidad y sobre quienes quiere cargar el PP unas posibles terceras elecciones, han negado por ahora rotundamente cualquier posibilidad de apoyo de sus 85 diputados a una repetición del gobierno del PP.

En su intervención tras firmar el acuerdo, Rajoy insistió en que la incertidumbre política y falta de gobierno puede acabar siendo muy dañina para una economía que, hasta ahora, no parece afectada desde un punto de vista macroeconómico.

El lunes está prevista una reunión in extremis entre el líder del PP y el del PSOE para tratar de alcanzar un acuerdo de última hora, aunque el escepticismo predomina entre los distintos actores.

“Tengo 170 escaños. ¿Quieres que se repitan las elecciones”, es lo que Rajoy señala que dirá a Sánchez el lunes.

EL líder del PP, que el martes abrirá el proceso de investidura con un discurso vespertino en solitario en el Congreso, necesita de mayoría absoluta (176 de los 350 escaños) para ser investido en una primera votación el miércoles por la tarde y en la segunda votación, el viernes por la tarde, serían suficientes más “síes” que “noes” para ser refrendado por mayoría simple.

“Se necesita algo más, hemos logrado sumar 170 escaños, pero (…) no es suficiente”, reconoció el domingo Rajoy.

A los 169 diputados que suman PP y Ciudadanos previsiblemente se añadirá un voto de coalición Canaria, por lo que todavía necesitaría o seis apoyos en la primera votación o al menos 11 abstenciones en la segunda para evitar las terceras elecciones en un año, previstas para el 25 de diciembre.

Aunque un previsible fallo en la investidura pone en marcha el reloj electoral para nuevos comicios el día de Navidad, las fuerzas políticas todavía tienen tiempo para intentar una nueva formación de gobierno.

Analistas consideran que, una vez celebradas las elecciones regionales en Galicia y País Vasco previstas para el 25 de septiembre, podría haber algo más de margen para un acuerdo, aunque a la vista de la distancia y el cruce de reproches actuales, parece una tarea imposible si no se ofrecen cambios radicales.

Rajoy no descartó presentarse a una nueva investidura, aunque “no necesariamente después de las elecciones en Galicia”.

“Vamos a intentarlo (la investidura esta semana, si no lo consigo, mi obligación es perseverar”, dijo preguntado sobre qué sucedería si no logra consenso suficiente esta semana.