«Las negociaciones con Podemos fueron cordiales, pero no habrá acuerdo, pues no hubo acercamiento respecto a la fórmula de concurrencia». De esa forma se ha anunciado este viernes la ruptura de las negociaciones entre En Marea y la formación de Pablo Iglesias en Galicia, lo que significa que ambos partidos concurrirán por separado a las elecciones gallegas del próximo 25 de septiembre. El anuncio lo ha realizado el juez Luis Villares, único candidato que concurre a las primarias de las mareas gallegas.

Después de largas horas de reunión este jueves en Santiago, con la participación de los dirigentes nacionales Pablo Echenique y Carolina Bescansa, el desencuentro es total. Aunque aún disponía hasta medianoche de plazo para acordar una alianza, En Marea da por zanjado el debate. Podemos no se pliega a sus exigencias y cierran la puerta a una candidatura única. Este portazo supone la primera gran crisis entre ambas marcas, pues habían ido de la mano tanto en las municipales de 2015 como en las dos convocatorias nacionales de diciembre y de junio.

«Desde En Marea flexibilizamos los plazos para las primarias, pero esto no fue suficiente para Podemos», ha expuesto a través de las redes sociales Villares, que ha avanzado el desencuentro en la Radio Galega.

En Marea exigía a Podemos que se integrara en el partido que formaciones como los nacionalistas de Anova o Izquierda Unida constituyeron el pasado 30 de julio. Los de Iglesias, que llevan semanas manteniendo la misma postura, se han negado. Apuestan por una alianza similar a la empleada en Cataluña que les otorgue visibilidad y les dé cierta autonomía. Salvo que in extremis se reconduzca la situación, ambos competirán en las urnas.

Agentes al servicio del aparato

Simona Levi y Sergio Salgado, representantes de la sociedad civil gallega vinculados a En Marea, creen que “Podemos, en sus dos años y medio de vida, se ha dedicado a aplastar iniciativas ciudadanistas en todo el Estado”.

“Desde la fundación de Podemos, bajo las luces de los platós mediáticos de la Sexta y de las Mañana de Cuatro, muchos grupos que llevaban años trabajando por la democracia desde lo local, han visto desembarcar a agentes al servicio del aparato y de las listas plancha de la organización Podemos, con un chantaje simple: o a partir de ahora sois Podemos y vuestros esfuerzos pasan bajo nuestra dirección, o nos presentamos a las elecciones contra vosotros; nuestra visibilidad mediática os aplastará llevándose vuestros votos, no por nuestras acciones – nulas – sino simplemente por el poder mediático de nuestra marca”, señalan.

Lamentan que “nadie hasta ahora haya sabido resistir a este rodillo” y advierten que la campaña del partido morado consitirá a partir de ahora “en culpar a En Marea de haber roto la sagrada unidad”. Y se preguntan:  “¿Qué unidad merece ser defendida a costa de la pluralidad, cuando significa aceptar un chantaje insufrible que destruye esfuerzos diarios para practicar políticas de cambio real?”. Acusan por último a Podemos de “elegir sus siglas por encima de cualquier otro objetivo común”.