Dirigentes identitarios de EEUU plantean las elecciones como un plebiscito sobre la supervivencia o no de la raza blanca
A pocos meses de las elecciones presidenciales más reñidas y decisivas de la historia de Estados Unidos, el candidato Donald Trump ha sido capaz de catapultar el sentimiento de orgullo racial no sólo de la población blanca del país, sino también de Europa. Por primera vez en décadas, un político reivindica la herencia genética como uno de esos patrimonios que conforman la grandeza de un país. Trump ha galvanizado a los norteamericanos de raza blanca, y eso es más, mucho más, de lo que los dirigentes europeos están dispuestos a ofrecernos. Tal vez esa sea la razón de que los líderes identitarios del viejo continente hagan una lectura “en clave local” de los comicios en aquel país.
Trump es aclamado como el hombre que ha logrado que millones de estadounidenses blancos consideren que el valor de la raza es tan importante como todo los demás.
“Los estadounidenses blancos no querían discutir sobre su identidad”, sostiene Richard Spencer, de 38 años, un escritor y activista de Montana que se dedica a estudiar “la herencia, identidad y el futuro de las personas de ascendencia europea en Estados Unidos”. Según Spencer, Trump “ha llevado el debate de la identidad de la gente blanca a la esfera pública como antes nadie lo había hecho”.
Los temores de la inmigración
El ‘efecto Trump’ habría sido menor sin la amenaza demográfica que pende sobre los Estados Unidos. Los expertos han advertido que, en un futuro próximo, los blancos no hispanos serán minoría dentro la población estadounidense. En estados como Texas o California, y en cientos de ciudades y condados, el futuro ya llegó.
Para muchos estadounidenses, la elección de Barack Obama, que en parte fue posible por la creciente fuerza de los votantes no blancos, marcó un momento trascendente en la historia racial de ese país. Pero para algunos blancos, la elección del primer presidente negro también fue un poderoso símbolo de su declive dentro la sociedad estadounidense.
Michael I. Norton, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, afirma que los blancos sienten que sus derechos han sido drásticamente recortados para favorecer los intereses laborales y sociales de los negros.
La opinión de que la presidencia de Obama, ha tenido como objetivo predilecto a los afroamericanos es compartida por Michael Tesler, un politólogo de la Universidad de California.
Pocos políticos habrían estado dispuestos a aprovechar esta cotunyura como lo ha estado Trump. Las encuestas muestran que los estadounidenses sienten hoy mayor libertad para expresar sus preocupaciones sobre los inmigrantes ilegales o sobre su rechazo al islam.
En junio de 2015, dos semanas después de que Trump iniciara su campaña electoral, recibió el respaldo de The Daily Stormer.
Fundado en 2013 por el nacionalista identitario Andrew Anglin, The Daily Stormer es uno de los sitios de internet donde se agrupan los nacionalistas blancos y antimundialistas más conocidos, con secciones dedicadas a “El problema judío” y la “Guerra racial”. Anglin, de 31 años, explicó que aunque tuvo algunos desacuerdos con Trump, fue el único candidato dispuesto a decir la verdad sobre los mexicanos.
“Trump dice lo que piensa la mayoría de los estadounidenses: es el momento de deportar a esas personas”, escribió Anglin. “Él también está dispuesto a calificarlos como violadores, criminales, asesinos y traficantes de drogas”.
La campaña de Trump esta insuflando las convicciones y el ánimo de los nacionalistas blancos. Durante mucho tiempo habían estado ausentes de la política convencional, refugiándose en las conferencias y los paraísos anónimos de internet. La mayoría creía que el Partido Republicano había sido subvertido y capturado por los dogmas raciales liberales.
Esta nueva generación de nacionalistas evita las trampas de la antigua supremacía blanca, por lo que se apropian del lenguaje de la multiculturalidad para presentarse como personas de raza blanca con objetivos similares a los de “La Raza” y otras organizaciones de derechos civiles. Se hacen llamar “realistas raciales” o “identitarios”, se consideran conservadores y se centran más en la herencia racial que en la ideología.
Las descripciones que Trump hace de los inmigrantes, como transmisores de enfermedades y responsables de crímenes violentos y la decadencia social, encontraron una resonancia particular en el discurso de este sector de la sociedad blanca.
Trump desdeña a quienes lo acusan de fomentar o permitir el racismo. “Soy la persona menos racista”, declaró en diciembre en una entrevista en CNN.
Sin embargo, se muestra contundente a la hora de reconocer el problema de inseguridad que afronta la sociedad norteamericana. Y ese problema tiene nombre y apellidos. En otoño pasado retuiteó un gráfico con estadísticas de criminalidad que decían que el 81 por ciento de las víctimas blancas de homicidio en 2015 habían sido asesinadas por negros. Ningún candidato se atrevió antes a afrontar el desafío como lo hace Trump.
Presencia en las universidades
Tres días después de que un hombre armado matara a 49 personas en un bar en Orlando, Florida, una multitud de estudiantes universitarios se reunieron a dos manzanas del lugar de la matanza. Llevaban sombreros o camisetas de Trump y coreaban: “Construyan el muro”.
Minutos más tarde, Milo Yiannopoulos se bajó de una camioneta negra. Es un gay conservador de treinta y tantos años, criado en Londres, que se ha convertido en una nueva celebridad de la derecha alternativa.
Milo Yiannopoulos ofreció un discurso a sus simpatizantes en Orlando, Florida, el mes pasado. Yiannopoulos visita los campus universitarios con frecuencia para criticar a los liberales, las feministas y los activistas de Black Lives Matter, entre otros.
Desde 2014, Yiannopoulos ha recorrido los campus universitarios en Estados Unidos e Inglaterra con un espectáculo que es, a la vez, un performance y un discurso de campaña. Este activista descarta las estadísticas de violaciones en las universidades como una ficción oficial y suele decir que “el feminismo es un cáncer”.
Sus críticas se dirigen principalmente a los liberales, las feministas y los activistas de Black Lives Matter, quienes de forma rutinaria protestan e interrumpen sus discursos. Sus seguidores filman estos enfrentamientos y los comparten con entusiasmo en YouTube y Facebook. En un video, Yiannopoulos llega al lugar donde pronunciará su discurso en una silla de manos cargada por varios hombres jóvenes con gorras de Trump.
“Yo sabía que podía divertirme en los campus, porque son muy tiesos y están dirigidos por personas que no me gustan”, dijo Yiannopoulos, que se considera un “fundamentalista de la libertad de expresión”. Y añadió: “Menos cínicamente, creo que son un campo de batalla importante”.
Poco después de los sucesos de Orlando, Yiannopoulos anunció que estaba planeando hablar en la Universidad de Florida Central (UCF, por su sigla en inglés). La universidad canceló su presentación, primero citando una escasez de personal de seguridad y luego dijeron que no había ningún espacio disponible en el campus de 572 hectáreas. Yiannopoulos decidió hablar cerca de la discoteca de Orlando.
Se paró muy cerca de donde estaban las cadenas de televisión, aunque ninguna mandó a sus periodistas para cubrieran su intervención. Vestido con un traje oscuro de rayas bajo el sol implacable de Florida, advirtió sobre la amenaza de los inmigrantes musulmanes y aderezó su discurso con anécdotas sobre las agresiones sexuales en Alemania y las piscinas donde se segregaba en función del género.
En el relato de Yiannopoulos, los liberales son hipócritas y están engañados, tan cegados por un multiculturalismo simplista que ni siquiera reconocen lo peligroso que es el islam para las personas homosexuales como las víctimas de la matanza de Orlando. Entre aplausos y gritos, alabó el plan de Trump para prohibir la entrada de musulmanes al país.
Después, sus fanáticos hicieron fila para conseguir su autógrafo. La mayoría parecía ser partidaria de Trump, pero no todos eran conservadores. Varios se identificaron como liberales y algunos dijeron que solo querían oír lo que Yiannopoulos tenía que decir.
“Por su configuración, la UCF tiene muy pocos lugares donde se les permite hablar a las personas”, dijo Allen Greathouse, una esbelta estudiante de 20 años de edad, de Melbourne, Florida. “Solo se puede hablar en las zonas de libre expresión”.
Otro estudiante, Simon Dickerman, dijo que votará por Trump. Es un visitante frecuente de 4chan, una página identitaria de internet, donde los usuarios discuten sin complejos sobre asuntos como inmigración o los ataques que padece la población blanca.
David Duke
Otra de las figuras identitarias que se ha decantado públicamente por Donald Trum es el intelectual David Duke. Figura de la política norteamericana, pidió a sus oyentes en una locuión de radio que votasen por Donald Trump. Después hizo hincapié en su estrategia de apoyo al candidato republicano: “Apoyo su candidatura y mantengo que votar por él es un movimiento estratégico. Espero que haga todo lo que esperamos que haga”.
Una estrategia que apela al respeto por la herencia de sus orígenes blancos y por no votar a Hillary Clinton.
Asegura que “la raza blanca está a punto de extinguirse en América y Europa porque nosotros tenemos miedo de que nos tachen de ‘racistas’”.
En diciembre de 2015, Duke señalaba que la candidatura de Trump había permitido a los blancos, a quienes él denomina “euroamericanos”, liberarse y expresar su orgullo racial como lo expresan el resto de comunidades étnicas. El discurso de la raza ha calado profundamente en el electorado blanco estadounidense. Sobre esta premisa, gane quien gane el próximo mes de noviembre, se podría asegurrar que ya nada volverá a ser lo mismo.
A mi me gustaría que ganase Trump, aunque tan solo sea por fastidiar a los progres. Lo que si que creo, es que si gana, habrá disturbios como no se recuerda. Será el momento de aplicar la ley marcial y USA, se autoliquidará.
Yo no lloraré por eso.
Creo que no andan muy equivocados. Estamos en un momento demográfico donde la balanza está a punto de caer del lado mestizo/negro. Dado el disparatado sistema democrático y su sistema de votos puede que si no se cambian las tornas ya, dentro de cuatro años será tarea irreversible.
EEUU, es el momento. U os decantáis por la recuperación y apoyo a los valores cristianos, la familia tradicional y demás valores occidentales o ya no habrá vuelta atrás para revertir el desastre. No, al menos de manera pacífica.
Toda la razon estamos en años criticos si no cambia la situacion en estos años vamos a tener un futuro muy “oscuro” literal. y la unica solución sera el fomento de la natalidad en los estadounidenses blancos. Asi como de la cultura tradicional occidental el patriotismo etc. y por sobre todo acabar con la amenaza mas grande que enfrenta la america blanca. La inmigración masiva. Hasta que no cierren las fronteras y regulen la inmigración de manera eficaz vamos haber un cambio. Porque hay estados que ya estan definitivamente perdidos en el futuro como California. Texas. Arizona. Nuevo mexico. los… Leer más »
Al contrario, son los inmigrantes los que tienen que reducir el ritmo su natalidad, la cifra de crecimiento es insostenible y en poco tiempo la única opción de inmigrar será lo mismo que quedarse en su país, pero si además hunden la economía de los países occidentales que se olviden de muchos de los servicios y avances del primer mundo. Si quieren imitar su modelo han de empezar por lo que hicieron las familias desarrolladas, reducir el número de hijos para poder atenderlos mejor darles educación. Lo siento si no gusta, pero o se impone un tope del número de… Leer más »
Bravo Agustina….100% de acuerdo contigo.
Si Agustina hubiese leído a Pierre Chaunu, entendería que una vez la población queda en el umbral de por debajo del nivel de reemplazo en natalidad, ocurre la implosión demográfica irremediable. Para España ya es tarde. Los Hispanos en EE UU hacen mejor ignorando los consejitos de los europeos.
Mejor y mas real,no se puede, para los del dedito abajo, agua y ajo. (Que se den un refresco de cerebelo, no les vendría mal, o que se hagan cargo de ellos, ellos mismos, seguro que ponen algún pero.
Está chupi, ser buenorro de boquilla, (y con los dineros de los demás), no alcanzo a comprender que es lo que se meten en el bolsillo, defendiendolos, sabiendo (como supongo), que con esa forma de pensar, será nuestro fin.