El Barcelona no falló en Granada y logró su vigésimocuarto título liguero, el octavo de este siglo y sexto de los últimos ocho. Un campeonato, que sin ninguna duda, se puede considerar como la Liga de Luis Suárez… pese a que está Leo Messi en su equipo. El uruguayo volvió a rescatar con sus goles y carácter al Barça cuando se puso nervioso al saber del triunfo madridista en Riazor. Desde que dilapidase su colchón ante el Valencia, cuando el Barça estaba en caída libre, ha sido el referente de su equipo, anotando 14 goles en sus últimos cinco partidos de liga pese a disponer de apenas 17 remates a portería. Una efectividad brutal, que le ha permitido alcanzar su segunda Bota de Oro con 40 goles, superando la cifra mítica de Zarra y Hugo. Su aportación va más allá de los goles, ya que ha participado activamente en otros muchos (17 asistencias en Liga y 23 en todas las competiciones).

El partido tuvo 21 minutos de historia. Los que necesitó Suárez para abrir la lata después de que Neymar corriese para inventar una asistencia extraordinaria para Alba, que se presentó en el área para poner el pase de la muerte. Antes de eso se pudo ver demasiada agresividad en defensa por parte de los locales, un gol fantasma de Piqué, ya que a su cabezazo en un córner respondió Andrés Fernández con un paradón a bocajarro sobre la línea. Piqué y Pareció que estaba dentro, pero sin la tecnología es casi imposible decir una cosa u otra. Sucedía casi en el mismo momento que marcase el 0-1 Cristiano Ronaldo en Riazor. El Real Madrid cumplía, aumentando la presión sobre los azulgrana, en pleno acoso al meta nazarí. Messi Neymar, Iniesta… Les faltaba tino a todos menos a Suárez, que liberó de la presión a sus compañeros pero siguió buscando el segundo mientras llegaban noticias de los goles de Cristiano.

José González veía que la banda izquierda del Barça (Alba y Neymar) le hacía mucho daño, dominaban con mucha superioridad su zona a Miguel Lopes. Cambió a Lombán a esa zona pero el roto mutó de lado. Mascherano lo intuyó. Puso un balón a la espalda de la zaga; Lopes arrancó tarde pensando que no llegaría Alves, pero el brasileño pese a llegar forzado puso un centro soberbio al área. Allí apareció Luis Suárez, mostrando su hambre para adelantarse a un confiado Andrés Fernández. Sin contar Messi y Cristiano, los únicos que también le superan en el palmarés de la Bota de Oro, Luis Suárez es el primer jugador que marca 38 goles en una campaña completa de Liga desde Hugo. En aquel momento, en 1990, el Barcelona tenía sólo diez títulos, ahora tiene 24.

Nervios pese a la ventaja

En la segunda mitad el Barcelona buscó el tercero, pero más pensando en guardar el tesoro que en mejorar los registros de la MSN. Más después de saber que Cristiano no peleaba por la Bota de Oro en la segunda mitad. El fútbol ofensivo del Granada no existía por lo que parecía casi imposible que lograse hacerle daño al Barça. Mientras, Messi obligó en un golpe franco de nuevo a Andres, que también evitó el 1-3 de Neymar en un mano a mano. El partido adquirió un ritmo de pretemporada, ayudado por el sol en Granada.

Ter Stegen también tuvo una buena intervención ante Fran Rico pero se mostró seguro controlando el duelo. Bajó el ritmo al duelo para poder controlarlo mejor, aunque los nervios afloraban a la mínima. Mascherano se lesionó al abrirse de piernas -aunque parece que podrá estar en la final copera- y unos segundos después Luis Suárez quedó tendido en el suelo. El Granada no devolvió la pelota y el ambiente se caldeó. Más amarillas mientras el reloj se acercaba al final. En el 85’ Luis Suárez logró un nuevo hat-trick y certificó el título azulgrana.

Aunque se empeñó en darle emoción después del parón internacional, salió de la crisis a tiempo y es el justo campeón. Las doce victorias seguidas del Real Madrid y la insistencia del Atlético hasta mayo dieron vida a un campeonato que pareció podía escaparse. Este Barça, que ya no es sólo Messi ya que Suárez les ha ganado la Liga. Ahora, si logra superar al Sevilla en el Calderón en apenas ocho días conseguirá un doblete histórico, que cerraría una campaña de leyenda en la historia del club aunque no lo parezca: dos trofeos internacionales (Mundialito y Supercopa europea) y los dos más importantes a nivel nacional.