Armando Cuenca, con la camiseta del superhéroe arácnido, junto a varios ediles de EH

Aranzadi, la plataforma ciudadana donde se integra Podemos en el Ayuntamiento de Pamplona, pretendía que la Procesión de San Fermín del día 7 de julio pasase a llamarse Desfile del Día Grande; que la Procesión de San Saturnino, patrón de Pamplona, del día 29 de noviembre pasase a llamarse Desfile de Iruña-Pamplona. Era la manera de quitar las imágenes religiosas de los actos oficiales del Consistorio.

También expresaron su deseo de quitar los vestidos de gala de los concejales porque «obligar a las concejalas a llevar falda es sexista» y porque los trajes «evocan el imaginario burgués decimonónico que perpetúa la cosificación sexual».

Todas estas medidas fueron defendidas en el pleno municipal de ayer por el concejal Armando Cuenca, el mismo que salió a desfilar en Cuerpo de Ciudad el pasado mes de septiembre con una camiseta de Spiderman cuando el resto de concejales acudieron con los trajes de gala.

E igualmente se quedó ayer solo en la defensa de su postura. Ni tan siquiera sus socios de Gobierno en el Ayuntamiento pudieron defenderle. Es más, el portavoz de Geroa Bai, Iñaki Cabasés, le respondió que «acredita usted una gran ignorancia y desacredita la ciudad de Pamplona. No sabe nada de Pamplona y confunde todo. No desprecie lo que no conoce, las tradiciones de una ciudad que le ha dado cobijo». Y es que el concejal de Aranzadi afirmó que «la historia de Pamplona hay que mandarla a un museo». El mismo alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, de Bildu, no pudo reprimir una sonrisa al escuchar las enmiendas de estos miembros del equipo de Gobierno.

En lugar de asumir que sus propuestas no iba a salir adelante y de reconocer que en sus comentarios podían haber molestado, Armando Cuenca, aseguró que «me reservo el derecho a la desobediencia e iré a los actos oficiales como me venga en gana», despreciando así lo aprobado por la mayoría del pleno del Ayuntamiento de Pamplona.