Los mitos de Guernica y Badajoz, y la técnica de la falsedad profesionalizada (y III)
Pío Moa.- Por no seguir, podemos considerar otro modo típico de manipular con apariencia de objetividad. El artículo sobre la matanza de Badajoz en la wikipedia (la wiki en español sobre temas de estos suele ser un verdadero desastre) se dedica a poner juntas versiones diversas, con apariencia de objetividad: “El escritor Pío Moa niega los fusilamientos en la plaza de toros (lo que niego es la matanza famosa. Pudo haber algunos fusilamientos allí, como en otros lugares) y propone una cifra entre 500 y 1.500 represaliados”.
En cuanto a Francisco Pilo, “pone en duda tanto la presencia de Jay Allen en Badajoz como el número de ejecuciones que éste refiere, en contra de la opinión mayoritaria defendida, entre otros, por Paul Preston, que considera a Allen un referente del periodismo de guerra”. Pilo no pone en duda, sino que demuestra la ausencia de Allen en Badajoz, que ya a mí me pareció extremadamente improbable. Y la opinión de Preston vale tanto como el propio relato de Allen. Nos contrapone como “escritores” a una serie de “historiadores”, y casi todo el resto del artículo son citas de los creyentes en la matanza, mezclando la plaza de toros con los fusilamientos sumarios, a quienes el deshonesto articulista procura dar mayor veracidad simplemente por el número. … aunque no puede evitar las continuas contradicciones entre ellos, desde 1.200 a 8.000, aunque “cree” la cifra de 4.000 la más aproximada. Matanzas perpetradas, según unos, por los falangistas, según otros por guardias civiles, o por los moros, o por los legionarios… No cita el testimonio irrebatible del izquierdista Neves sobre el estado de la plaza de toros, que excluye la posibilidad de la célebre matanza-espectáculo, y en cambio cita que el hombre estaba horrorizado y quería marchar de Badajoz y no volver nunca… En fin, lo por degracia demasiado habitual.
El manipulador articulista de la wiki “explica” además que la supuesta matanza “tuvo una gran influencia en el desarrollo de la guerra. La publicación en la prensa extranjera de estos sucesos ocasionó que Franco a partir de entonces ordenase el cese de matanzas que pudieran tener gran trascendencia mediática y perjudicase la imagen de los sublevados, y por otro lado, la propaganda republicana publicitó enormemente este hecho, convirtiéndolo en justificante de otros sucesos posteriores, como las matanzas de Paracuellos”. Nueva manipulación: da por “hecho” una invención propagandística, cuando la matanza famosa de Badajoz no existió, mientras que la de Paracuellos sí. Y que esta última no se justificó por la imaginaria de Badajoz, sino por otras razones más “prácticas”. Además, Franco no ordenó “a partir de entonces” el cese de tales sucesos, sino que ya al comienzo de la marcha desde Andalucía, las órdenes establecían: “La reducción de focos rebeldes se efectuará con energía, excluyendo la crueldad, respetando en absoluto a mujeres y niños y evitando toda clase de racias”. Las instrucciones de Yagüe, días antes de Badajoz (el 11), advertían que los enconos propios de una guerra civil llegan a provocar actos “que pueden debilitar la virtud básica de la disciplina y desprestigiar”, por lo cual “los actos de crueldad serán severamente castigados”, sin permitir racias ni pillajes, haciendo responsables de ellos a los jefes y oficiales. Y al día siguiente, Franco insistirá “En el paso y estancia en los pueblos es indispensable mantener el soldado en la mano, sin permitir que se desperdigue ni cometa desmanes ni pillajes, bajo severas penas”. Seguramente no era siempre la conducta observada, pero era la orientación bien clara. Nunca hubo orientaciones semejantes entre los autores de Paracuellos y otras muchas masacres, y cabe recordar que los rojos se jactaban en sus partes de sus bombardeos sobre población civil, cosa que Franco prohibió aunque en contadas ocasiones fuera desobedecido.
Lo visto permite atisbar las técnicas con las que se manipula tan a menudo la realidad histórica, y como ello suele tener origen periodístico. Creo que tanto el libro Guernica como La matanza de Badajoz… debieran ser textos de obligado estudio en las facultades de Periodismo, por su cuidadosa disección del modo como periodistas llevados de la pasión ideológica o simplemente sinvergüenzas, pueden distorsionar la verdad. No es infrecuente que alguien invente algún suceso o frase, luego repetido incansablemente. Ni Galileo dijo eppur si muove ni Voltaire escribió “Detesto lo que dice, pero daría mi vida por defender su derecho a decirlo” (se proponía aplastar a la Iglesia, consigna no muy tolerante), pero miles de otros autores las han repetido y millones las han creído. En el siglo XX, las técnicas de propaganda se han refinado mucho, pero permanece la esencial de repetir ad nauseam una supuesta verdad. Subrayada por invectivas contra quienes la pongan en duda: “fascista” “facha”, “reaccionario”, etc., son hoy las más frecuentes. Arthur Koestler, que contribuyó a las leyendas, cuenta cómo Münzenberg le gritaba al leer sus escritos: Demasiado flojo! ¡Demasiado objetivo! ¡Pégales, pégales fuerte! ¡Di al mundo cómo arrollan a los prisioneros con sus tanques, cómo los bañan con gasolina y los queman vivos! ¡Haz que el mundo se estremezca de horror! ¡Machácales esto en la cabeza! Generalmente la verdad es defendida con menos apasionamiento y ello suele hacerle perder sugestión sobre las masas… y sobre mucha gente ilustrada.
En España, la mentira ha cobrado mayor fuerza por cuanto apenas ha chocado con resistencia. Denuncias como las de Julián Marías contra la mentira profesionalizada, o la obra de francotiradores como Ricardo de la Cierva, han sido casi inútiles, debido a la política de la UCD primero y el PP después, de dar vía libre a las más gruesas falsedades antifranquistas, para terminar compartiéndolas. La lucha contra una desvirtuación del pasado, que “cierra el horizonte de España” se ha hecho así mucho más ardua y hasta peligrosa, por cuanto supone soportar una amplia hostilidad y hasta ostracismo social.
¿A qué se debe la activísima difusión de estas falsificaciones? La causa más evidente es el “furor ideológico”. Una vez demonizado el bando nacional como fascista, opresor, reaccionario, oscurantista, explotador, enemigo del pueblo, de la libertad, etc., cuanto se diga contra él, incluso las invenciones más burdas, parecen meritorias contribuciones al progreso, la democracia y la ilustración. Bajo ese furor operan intereses más concretos. Los autodeclarados herederos del Frente Popular entendieron enseguida que atacar sin trabas al régimen anterior, aprovechando el vacío ideológico de la derecha, les proporcionaba un plus de legitimación y una posición de superioridad moral muy útil para ganar elecciones y el poder consiguiente.
El efecto general ha sido la imposición en la sociedad española de una visión profundamente mendaz de la historia reciente y más en general de todo el pasado del país. Sería ingenuo o frívolo creer que tal fenómeno carece de importancia, pues salta a la vista que tales versiones fundamentan el espíritu y la práctica de las políticas que actualmente vuelven a poner en riesgo la subsistencia de España. Por esta razón, ningún esfuerzo por contrarrestar tan perniciosas derivas será superfluo.
Por favor, cambien la foto que ilustra este artículo. No tiene nada que ver con el pie de foto” Milicias falangistas en la Plaza de San Juan (Badajoz) en 1936″
Actualmente los vascongados separatistas exigen el derecho a que la obra “Guernica” de Picasso se exhiba en el Guggenheim de Bilbao.
Según algunas versiones, el cuadro fue inicialmente un homenaje del pintor malagueño al torero Joselito. Como en 1937 se celebraba en París una exposición Universal, el gobierno rojo quiso hacerse propaganda y encargó una obra a Picasso, que llevaba desde antes de 1931 residiendo en Francia. Picasso se limitó a cambiar el nombre del cuadro y hacer unas pocas modificaciones.
Según me contaron en su día, el cuadro pintado por el pintor malagueño, representa el episodio. Denominado “Masacre en la carretera Málaga , Almería” (ver en internet).
Si se miran la fotografías de esa marcha se pueden apreciar las concordancias con el cuadro.
La presencia en lugar destacado de cabeza de animales, las gente huía con sus animales, Sus enseres domésticos transportados en coches tirados por caballos o mulos. La boina de la cabeza humana no es una boina vasca, es una boina andaluza…Etc…
Animo al Sr. Pío Moa que investigue este episodio y publique sus conclusiones.
Hay que subrayar que la voluntad de Picasso fue que el Guernica estuviera en Madrid.
todo lo que aparece en la Wikipedia es una tomadura de pelo para las personas medianamente informadas. me refiero a los temas del generalísimo franco y la guerra civil. desconozco donde pueden obtener información. con tantos historiadores que hay no se le ocurre otra cosa que consultar a preston y compañía. menos mal que no puede engañarnos por mucho que se empeñe. mucho me gustaría saber a donde se le puede enviar un correo para decirle que son unos manipuladores. saludos cordiales a todos los lectores de AD