Profanación a la carta
Javier Navascués.- En pleno tiempo cuaresmal debemos meditar también sobre la gran Pasión que está sufriendo el cuerpo místico de Cristo, que es la Iglesia. Cristo es rechazado en la sociedad de muchas formas, una de ellas es desacralizando y profanando las iglesias.
Paseando por la ciudad compruebo con dolor como algunos preciosos conventos antiguos han sido vilmente desacralizados por los feroces gobiernos laicistas ante la sumisa tibieza del clero. Lo que antaño fue la casa de Dios hoy es un museo o una oficina municipal.
Las piedras santas, en tiempos acariciadas por el apacible eco de pías plegarias, hoy son tristes testigos de exposiciones impías. Piedras santas que contemplaban pasmadas el heroísmo de las ásperas penitencias hoy sienten el burbujeo de un lujoso jacuzzi. Piedras santas, que fueron reflejo del fervor de los santos fundadores hoy asisten con pavor a un siniestro concierto metal. Todo ello es una depresiva radiografía del espíritu laicista de la postmodernidad, de una sociedad abatida al perder la alegría de Dios.
Es un signo inequívoco de la decadencia de Occidente, de la desaparición de la cristiandad. Muchas congregaciones ante la carencia de vocaciones acaban vendiendo sus conventos y dependencias a los ayuntamientos o a los particulares, que no se sabe que es peor. Habría que preguntarse el porqué de esa alarmante carencia de vocaciones y responder que cuando entra el espíritu del mundo sale el de Dios.
El templo del skate
Esta penosísima desacralización llega a alcanzar altas cotas de esperpento, más punzantes todavía. Una iglesia desacralizada del norte de España fue decorada con grafitis y convertida en pista de skaters, la verdadera religión de muchos jóvenes. ¿Y dónde está el obispo de la diócesis para oponerse con firmeza al uso sacrílego del templo? Lo que fue un lugar destinado al culto divino hoy es el vivero de la contracultura, la sede de la mundanidad, la cátedra de los sin Dios.
No sólo hay que denunciar estos hechos, el de iglesias que dejaron de ser templos y se convirtieron en museos, restaurantes… Igualmente es muy triste que las capillas que siguen abiertas al culto, se usen sistemáticamente para otros fines, se empleen como salas de conciertos, exposiciones, conferencias y diversos actos.
Es preciosa la música clásica y el canto sacro eleva, pueden ser interesantes las charlas, estéticas las exposiciones, pero cada actividad debe realizarse en un lugar adecuado. Para eso fueron creados los salones de actos, los locales parroquiales. La iglesia es la casa de Dios, algo muy sagrado. Debe ser un lugar de recogimiento, de oración y silencio. Este silencio sólo debe ser alterado por los rezos comunitarios y las celebraciones litúrgicas.
La iglesia no es un pabellón polideportivo multiusos, que se transforma en pista de tenis o de patinaje, es algo mucho más serio que todo eso. Hemos perdido por completo el sentido de lo sagrado y el respeto por las cosas santas.
Iglesias que no tienen Sagrario. Templos invadidos por turistas indecentemente vestidos y hablando sin ningún respeto. Y lo que es peor, ya no hay santos celosos que expulsen con el látigo a todos los profanadores del santo lugar. Echo de menos ver por las calles a los sacerdotes de sotana y a los predicadores de tosco sayal.
¿Qué quedó de las misiones populares de antaño que atraían a multitudes y suscitaban tantas conversiones?
Si esos edificios estan vacios, porqué ni Dios va ya a misa, mejor es darles un uso alternativo, que tenerlos vacios para que se llenen de ratas o se deterioren hasta su derrumbamiento.
La única religión que no se respeta en España, es la católica. Nuestra razón de ser. Así nos va.
En hoy en día no se respetan los valores cristianos por culpa de la propaganda sionista, sobretodo Hollywood
Lo sagrado debería estar protegido por leyes severas que deberían obligar a los propios dirigentes a cumplirlas. La profanación de los templos es un problema que arranca ya de unas décadas atrás. Quizá tímida y solapadamente, pero desde hace tiempo que se vienen sentando y consintiendo precedentes. Pero los templos fueron concebidos para una función exclusiva: el culto. Primero se vacían de imágenes y objetos sagrados y después viene todo lo demás. Para los que ya hemos vivido lo suficiente, es un hecho que desde el Vaticano II se han ido vaciando los templos, sobre todo en las grandes ciudades.… Leer más »