Lío negociador y Rajoy
Ante la previsible designación de Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno por el Rey los interrogantes se acumulan.
Porque, tanto Ciudadanos como Podemos, ya han expresado varias veces su intención de no pactar entre ambos. Además, por si no fuera suficiente, para complicar más la situación política, el PP votará no a un posible pacto de investidura de cualquier otro partido.
La filtración de varias grabaciones de las declaraciones de dirigentes del PSOE, en el reciente Comité Federal, ha puesto más de manifiesto, si cabe, las grandes discrepancias existentes en el interior del partido socialista. Es algo innegable que Susana Díaz no es partidaria de pactar con Podemos. Por otra parte, el rechazo a posibles concesiones a los grupos políticos independentistas, está presente, según todos los indicios, en los barones socialistas.
Albert Rivera quiere adquirir más protagonismo actuando de mediador y negociar ya, de modo más profundo, con los otros partidos. Después de más de 40 días las cosas están todavía en el aire, y sin decidir.
En lo referido a Rajoy está a la espera de si fracasa el intento de ser presidente de Pedro Sánchez. Ya que lo tiene difícil, sobre todo, por las condiciones y requisitos que le ha puesto el Comité Ejecutivo de su partido. En cualquier caso, el actual presidente en funciones se muestra convencido de que seguirá al frente del PP, aunque no haya logrado por dos veces ser candidato a la presidencia, por voluntad propia, ante el Rey. No lograr la confianza suficiente, aunque su partido ha sido el más votado, da que pensar. Es, a mi juicio, la clara expresión de que, tal vez, tenga que dejar el testigo, por ejemplo, a Pablo Casado.
Si al final no se constituye un gobierno de Sánchez, y se va a nuevas elecciones, las cosas se complicarán todavía más. Porque, mientras tanto, seguirá Rajoy como Presidente en funciones sufriendo el desgaste de no haber logrado la investidura, y de no haberse enterado de la corrupción de cargos políticos del PP en Valencia, que representa una cantidad enorme de millones de euros robados o malversados. Y haber cesado a los detenidos, por parte del Partido Popular, en un muy corto espacio de tiempo, no deja las cosas perfectamente resueltas y arregladas de cara a la ciudadanía, y tampoco desde la perspectiva de las responsabilidades políticas.
En definitiva, este mes de febrero puede ser decisivo para despejar ciertas incógnitas políticas. De lo que se trata, en el fondo, es de dar una estabilidad política a este gran país, y acordar decisiones políticas que garanticen lo que dice nuestra Constitución, acerca de un estado social y democrático de derecho. O, lo que es lo mismo, de un real estado del bienestar para todos los ciudadanos, sin exclusiones. Un país en el que se protejan y afirmen los derechos sociales básicos.