Guzmán el Bueno cumple años mientras persiste la incógnita de sus orígenes
Alfonso Pérez de Guzmán, Guzmán el Bueno, fue el artífice de la “gran conquista cristiana” durante el reinado de Sancho IV: la de Tarifa (Cádiz). Un caballero medieval leal a tres monarcas diferentes, que encabezaba sus tropas en batalla, fundador de la Casa de Medina Sidonia y objeto de discusión entre historiadores sobre su origen.
Está documentado que nació un 24 de enero de 1256, por lo que este año se cumpliría el 760 aniversario de esa fecha y, aunque la teoría más extendida es la de que su origen es leonés, hay historiadores, como Wenceslao Segura González, que sostienen que no hay “ni la más remota referencia” de que hubiera nacido en algún lugar del Reino de León.
Segura González, que cuenta con varias obras sobre al figura de Alfonso Pérez de Guzmán, entre ellas “Guzmán el Bueno, ¿leonés o sevillano?”, ha explicado que no existe documentación de la época que dé fe del lugar de nacimiento, por lo que duda de que León sea su origen, y apunta más bien a la rama andaluza de la expansión de la familia Guzmán.
Incluso hay trabajos historiográficos en los que se postulan otras teorías y Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, XXI duquesa de Medina Sidonia, avanzó en la posibilidad de la ascendencia árabe de caballero medieval que tuvo una “importancia trascendental en la historia de España”, tal y como ha referido el historiador.
Segura González apunta al origen del misterio sobre el nacimiento de Guzmán el Bueno al trabajo que realizó Pedro Barrantes Maldonado, a mediados del siglo XVI que, por encargo del duque de Medina Sidonia, confeccionó la genealogía de la familia Guzmán y aludió a un documento que “no existe” en cuyo dorso se señalaría el origen leonés de este noble.
“Es un trabajo desastroso porque confunde nombres. Pedro Barrantes Maldonado, que se inventa más cosas en esa genealogía, se inventa también ese dato. Los guzmanes de León no se habían asentado allí en la época de Guzmán el Bueno. Provienen de Burgos y se extienden a León y a Andalucía. Estaríamos hablando de años de diferencia”, ha defendido el historiador.
Sí es probable, no obstante, que Guzmán el Bueno participara en León en alguna batalla en las guerras civiles durante la época de Fernando IV, pero “en los documentos de la época no hay ninguna referencia a que fuera de allí”.
Tampoco hay documento alguno que señale claramente su origen, aunque Segura González sostiene que es probable que el lugar de nacimiento de quien llegó a conquistar la “entrada de España” en el año 1294, fuera sevillano, ya que sí está comprobado que el “supuesto padre y el supuesto tío” de Guzmán el Bueno vivieron en Sevilla.
Alfonso Pérez de Guzmán, no obstante, es un “personaje muy destacado” de aquella época, presente en las crónicas de Alfonso X “El Sabio”, que realizó un “servicio magnífico, caracterizado por la lealtad” a tres monarcas, al propio Alfonso X, a Sancho IV y a Fernando IV.
El acontecimiento de Tarifa es “de enorme importancia” ya que Guzmán el Bueno fue capaz, al frente de sus tropas, de mantener la “entrada de España”, asediada por musulmanes, almohades y benimerines, una hazaña que fue “fundamental” para el mantenimiento de los reinos cristianos.
Fue, precisamente, durante la defensa de Tarifa cuando, según la historia, toman preso al hijo de Guzmán el Bueno a quien devolverían a cambio de la rendición, algo a lo que el caballero medieval se negó por lealtad, arrojando al enemigo un cuchillo y, supuestamente, exclamando “matadle con éste, si lo habéis determinado, que más quiero honra sin hijo, que hijo con mi honor manchado”.
Con todo respeto al articulista y sin pretensión alguna de molestarle, creo que los almohades y benimerines eran musulmanes, porque seguían las creencias de Mahoma y su dios era Alá.
Todos los invasores de la Hispania visigoda fueron musulmanes, de distintas ramas, pero musulmanes.
También había Visigodos traidores que apoyaron la invasión como el Conde de Ceuta Don Julián o Witiza y es falso que todos fueran musulmanes con Tarik y Muza iban normados, vikingos y eslavos contratados como soldados de fortuna y que no eran para nada musulmanes, lo de los eslavos islamizados por los otomanos que vendían como soldados expertos en los mercados de esclavos llegaría algo más tarde.