Así es un impresionante club de la pelea en Sudáfrica
La agencia de noticias AFP publicó fotos de la competencia a puño limpio de este año en la provincia de Limpopo, en el norte de Sudáfrica, que se realiza en el mismo campo desde el siglo XIX y solía funcionar para elegir a los guerreros más valientes de la tribu.
Luchando también contra el brutal calor, los hombres compiten cada Navidad en el centenario torneo Musangwe.
Los enfrentamientos comienzan temprano y en tres grupos por edad. A los niños se les llama “mambibi” y los combatientes adolescentes son “rovha”. Pero son los maestros el atractivo principal que domina el círculo.
Tradicionalmente, las peleas servían para enseñar a los hombres de la tribu a ser guerreros, pero ahora sólo luchan por el orgullo.
Los competidores llegan de todo el país para demostrar su fuerza física en el ring, ya que compiten por el respeto de la comunidad. No hay peleas programadas y cada choque comienza de la misma manera: un luchador se ubica en el centro del círculo y pide un retador.
Para algunos, la competencia es el punto culminante del año y una manera de ganarse el respeto de sus familias, en una época de desempleo y dificultades económicas.
A esta práctica se le atribuye haber sido un campo de entrenamiento para boxeadores profesionales como el sudafricano Phillip Ndou. Aunque no ganó un título mundial, Ndou obtuvo numerosos títulos regionales como peso pluma y súper pluma.
Como dice ese no lo veo tan mal, lo que los hombres hagan por sí mismos, además el duelo hasta el año 1.900 era algo normal y típico de hombres.
Los extranjeros que vienen saben pelear y usar armas, están entrenados. Mientras que los europeos nadie sabe usar una espada, son pocos los que saben pelear o usar un arma de fuego, la mayoría no tienen ni media ostia.
Que raro que nunca les de por hacer concursos de matemáticas, ni nada relacionado con la cultura, cualquier tipo de progreso o el trabajo.
Con las mutilaciones, escarificaciones, dilataciones, dar golpes con un palo a un tambor o como aquí hacer apología de la violencia más irracional sin ningún tipo de protección, es donde se sienten a gusto.
Pero ojo, que ahora ya son libres, que ya no está el hombre blanco, para oprimirlos, ahí se lo coman…
jajajajajaaj muy bueno, tienes toda la razon
Por las fotos hay menos sangre que en los toros que aquí se proclaman como cultura y fiesta nazional…