Desde que arrancó la campaña electoral el viernes 8 de mayo, nada menos que 58 candidatos de Ciudadanos se han caído de las listas para las elecciones municipales y autonómicas del próximo domingo, es decir, una media de más de cinco al día.
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El espectacular crecimiento que todas las encuestas vaticinan para la formación que dirige Albert Rivera ha obligado al partido a aceptar de forma apresurada en sus listas a personas de las que no se tiene una idea clara. El protocolo habitual que sigue el partido para comprobar la aptitud de sus candidatos son búsquedas en internet. La precariedad del método ha quedado patente estos días de campaña. El propio Rivera hacía referencia a este problema al afirmar sin ambages recientemente que no puede poner «la mano en el fuego» por todos los candidatos que el partido que lidera presenta en las elecciones del domingo. Una circunstancia que no puede sorprender cuando se tiene en cuenta que Ciudadanos cuenta con 21.500 afiliados en toda España y presenta en sus listas a un total de casi 20.000 candidatos. En un panorama tan atomizado como son unas elecciones municipales en más de 9.000 localidades españolas, este tipo de casos estaban llamados a darse, y es de esperar que, una vez celebrados los comicios, sigan apareciendo casos de tránsfugas, candidatos imputados y miembros de Ciudadanos con un perfil ideológico alejado de los principios que el partido defiende.

Tal es el caso de los candidatos de Ciudadanos que en el pasado han aparecido en listas bajo algunas de las siglas con la que la Falange se presenta en las distintas comunidades autónomas. Aunque fueron expulsados del partido y retirados de las listas de inmediato, los casos de Agustín Pérez (numero dos en la lista de Ciudadanos a la alcaldía de Gijón, coleccionista de parafernalia nazi y simpatizante de la extrema derecha), Manuel Javier Chacón Navarro (número 12 en la lista de Ciudadanos a la Asamblea Regional de Murcia que en 2007 se presento a la presidencia de la región en la lista de Falange española de las JONS) y Juan Carlos Carrillo Ruiz (número dos por la localidad murciana de Totana que borró de su cuenta de Facebook proclamas fascistas y que perteneció a Falange Auténtica de Murcia) hablan a las claras de hasta que punto en Ciudadanos están desbordados y, por contraste, parecen avalar la sensatez del otro partido protesta español, Podemos, que decidió no presentarse a las municipales al entender que una formación política no puede crecer tan vertiginosmente sin dejarse la credibilidad en el camino.

El caso de Nuria Sánchez Viñas ilustra quizá mejor que ningún otro la situación de caos que se vive actualmente en Ciudadanos. Sánchez aparece en octavo lugar en la lista que el partido de Rivera presenta a la alcaldía de Mataró (Barcelona). O al menos aparecía hasta que, a última hora leyó el programa electoral de Ciudadanos. Para su sorpresa comprobó que su partido no era, como ella pensaba, un formación de izquierda moderada. Algunas de las propuestas del programa le parecieron bastante de derechas y, consecuente con su propia ideología, decidió dimitir. Todo esto cuando ya había empezado la campaña electoral y, por tanto, quedaban apenas unos días para las elecciones. El de Nuria Sánchez no es un caso aislado. Las bochornosas declaraciones a los medios de comunicación del candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Ciudad Real, Pedro Fernández, en las que pudo observarse claramente que desconocía las propuestas de su propio partido son otro ejemplo significativo. En la localidad barcelonesa de Barberà del Vallès se detectó que el cabeza de lista se presentó hace cuatro años por la xenófoba Plataforma per Catalunya, concretamente como numero tres. La lista entera fue retirada con sus 21 candidatos.

Una muestra de ello es lo que ha sucedido en Miranda de Ebro (Burgos), donde la lista de Ciudadanos al completo (también con sus 21 candidatos) ha sido retirada. La decisión fue tomada por la delegación del partido en Castilla y León después de que varios de los candidatos que aparecían en la lista afirmaran que no habían dado el consentimiento expreso y voluntario para presentarse a las municipales en esta localidad. Luis Fuentes, candidato de Ciudadanos a la presidencia de esta comunidad autónoma, dijo a estas personas, en su mayoría jubilados: «No se les informó lo suficiente sobre para qué se utilizaba». Ante una irregularidad de este tipo, el propio Fuentes (sin necesidad de consultar con Albert Rivera) decidió retirar la candidatura y anunció que se tomarían medidas disciplinarias con los responsables del partido en Miranda de Ebro.

Fuente: La Razón