Tres de cada cuatro mujeres atendidas por Cruz Roja por vulnerabilidad social viven en hogares de pobreza extrema, es decir, con ingresos inferiores a 450 euros al mes.

Según el último boletín sobre «Vulnerabilidad social» de esta organización, que muestra información específica sobre el impacto de la crisis económica en las mujeres, incluso las que tienen trabajo la sufren con mayor intensidad por la calidad de su empleo.

Así, el informe, que analiza la situación de 1.051 mujeres de entre 18 a 65 años que participan en programas de intervención social, destaca que una de cada tres mujeres trabaja, aunque la tasa de trabajadoras pobres es del 80 por ciento.

«La mayoría de las mujeres han perdido sus redes sociales, el 70 por ciento no llega a final de mes, el 50 % no enciende la calefacción», ha explicado el coordinador general de Cruz Roja, Antoni Bruel, quien ha destacado que «son mujeres en disposición de trabajar y cualificadas».

En concreto, según la encuesta, el 62 por ciento de las españolas tiene estudios primarios y el 43 por ciento de las extranjeras secundarios.

La media de los ingresos de los hogares de las mujeres analizadas es de 360 euros al mes (frente a los 758 euros al mes de la población en general) y un 30 por ciento carece de ingresos.

Los principales problemas que sufren son de índole económica: el 70 por ciento tiene difícil llegar a fin de mes, el 27 % tiene deudas importantes, el 25 % conflictos familiares y el 37 % dificultades con gastos de vivienda.

El estudio señala que el 90 por ciento de los hogares de las mujeres atendidas en los programas de vulnerabilidad social viven con ingresos de menos de 676 euros al mes, es decir en situación de pobreza relativa, pero la situación se agrava en el 75 por ciento de los hogares analizados que viven con menos de 450 euros al mes, es decir, con pobreza extrema.

El 65 por ciento de las mujeres convive con menores a su cargo y siete de cada diez se encarga sola del trabajo doméstico y de la crianza de los niños.

«Cuanto peor es la situación económica, peor es su vida social y mayor su aislamiento», ha asegurado Bruel.

Más del 70 por ciento no tiene amigos ni allegados que la visiten, no puede recurrir a nadie si necesita ayuda económica y se sienten siempre «tensas o nerviosas».

En 2014, Cruz Roja atendió a cerca de 2.900.000 mujeres, de las que 40.304 fueron en el programa destinado a mujeres en dificultad social (sobre estas últimas se ha realizado el estudio).

Entre las actuaciones prestadas, se encuentran centros de emergencia y casas de acogida para mujeres que sufren violencia de género, programas de empleo, información a víctimas de trata con fines de explotación sexual y otras acciones encaminadas a potenciar su autonomía.

«Preocupa mucho la situación anímica de las mujeres atendidas», ha señalado Bruel, quien ha recordado que más de la mitad toman algún tipo de medicación como analgésicos, antidepresivos o ansiolíticos.

Según el coordinador general de Cruz Roja, en los últimos años han aumentado las mujeres que reclaman ayuda a la organización y también el perfil de mujer con cualificación.