El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) anuló ayer la sanción a Zidane del pasado 27 de octubre en la que el Juez Único de Competición (ratificada posteriormente por Apelación) inhabilitaba al francés durante tres meses al considerar que dirigía al Castilla sin la titulación necesaria.

El TAD, dependiente del Consejo Superior de Deportes, estimó el recurso presentado por el Madrid a favor de Zidane y su segundo, Santiago Sánchez, que también estaba sancionado. Así reza el escrito: “El conjunto de hechos relatados por las instancias federativas, dan lugar a un contexto en el que no cabe dudar de que se produce un cierto convencimiento de la veracidad de lo que afirma, pero en este contexto y en el marco de una decisión disciplinaria deportiva con consecuencias relevantes para los sancionados y el Club, no resulta suficiente con un relato de sospechas que presenta una cierta coherencia, sino que exige una mayor carga de prueba”. Por ello, justifica su fallo en que “la presunción de inocencia debe prevalecer y, ante la ausencia de pruebas más contundentes, debemos acoger las alegaciones de los recurrentes”.

No obstante, el caso Zidane aún puede acabar en la Justicia ordinaria, ya que ante esta resolución del TAD se puede interponer un recurso contencioso-administrativo en un plazo máximo de dos meses.

Una vía que podría utilizar Cenafe Escuelas, la entidad que denunció al galo. Así lo aseguró ayer su director, Miguel Ángel Galán. “El lunes le enviaré un escrito a Eduardo Caturla, presidente del Comité de Entrenadores. Si ellos o la Federación no acuden al contencioso-administrativo, es casi seguro que tendremos que hacerlo nosotros”.

Vigilado. Galán considera la resolución “indignante” y va más allá: “En ella se le indulta pero no se indica que Zidane pueda ejercer como primer entrenador. Si vuelve a hacerlo, se le puede denunciar de nuevo”.

Paco Jémez, el entrenador que más se pronunció sobre el caso Zidane, sigue siendo crítico. Este periódico se puso ayer en contacto con él: “Si le permiten entrenar, no hay problema. Que ahora no hace falta tener título para poder entrenar, pues ya está. Si eso es para todo el mundo, perfecto. Porque me imagino que eso afectará a cualquiera, se llame como se llame”. El técnico rayista pone la pelota en el mismo tejado que Cenafe: “La decisión del TAD sienta jurisprudencia y habrá que ver qué hace el Comité de Entrenadores, que es el perjudicado. Ahora se encuentra entre la espada y la pared. Ya no es necesario y tendrá que cerrar. Lo que yo quiero es que todo el mundo acceda al título de la misma manera”.