El agente de movilidad al juez: “Aguirre intentó atropellarme”
“Esto no se lo he contado a nadie. Ni a mis hijos, ni a mis padres, ni a mi abogada. Lo he pasado muy mal y solo se lo cuento ahora al juez. Le dije a Esperanza Aguirre que no arrancara el coche, pero ella me miró a la cara y aceleró. Intentó atropellarme”. Esta es la declaración a la que ha tenido acceso este medio y que ha realizado esta mañana uno de los agentes de movilidad implicados en el incidente de tráfico de Esperanza Aguirre, y por el que la ex presidenta del la Comunidad de Madrid podría enfrentarse a un delito de desobediencia después de darse presuntamente a la fuga cuando estaba siendo multada tras aparcar en un carril-bus de Gran Vía.
El citado agente, personado como acusación particular, relata que la maniobra de Aguirre, corroborada ante el juez por su compañero -el otro agente de movilidad- y por dos policías municipales, se llevó por delante su motocicleta. “El momento fue muy tenso y pasé miedo”, ha dicho el agente al juez Carlos del Valle en su declaración de este viernes. Según la versión policial, todo esto ocurrió momentos antes de que se iniciara la famosa persecución que concluyó en el domicilio de la presidenta del PP madrileño, donde se firmó un parte amistoso al reconocer los daños en la motocicleta.
Además, siguiendo el relato del agente denunciante, la caída de la moto también le provocó una lesión, aunque ésto no fue recogido en la denuncia, ya que asegura que los policías nacionales que tramitaron dicha denuncia “no quisieron recogerlo”. Además, también afirma que existe un parte de lesiones de la clínica Asepeyo, que tampoco quisieron incluir
En este sentido, y ante las preguntas del juez sobre si era consciente de que estaba ampliando su declaración al decir que fue “presionado y coaccionado” por el oficial de la Policía Nacional a la hora de no incluir el parte en la denuncia, el declarante se excusó en que “no quiso reflejar en el atestado que estaba lesionado” y que “siempre ha dicho que la denunciada quiso atropellarlo”.
Siguiendo con el relato de los hechos del agente, antes de poner tierra de por medio, Aguirre le espetó: “yo me voy; ahí tiene la matrícula, denúncieme”. Fue entonces cuando “intenta escapar por un lado, pero, como no puede salir por ahí da marcha atrás, vuelve a acelerar hacia donde estoy yo y le da el golpe a la moto”, según el funcionario municipal.
Contradicen la versión de Aguirre
En cuanto al resto de declaraciones, han existido ciertos matices, pero siempre bajo un denominador común. Todos los agentes implicados en el ‘caso Aguirre’ -dos municipales y cinco de movilidad- han coincidido en señalar que le dieron el alto a la ex presidenta madrileña, tanto en el momento de la notificación de la multa (los agentes de movilidad) como en la persecución posterior de los dos policías municipales, seguidos por los citados agentes de movilidad.
Dicha versión contradice completamente la aportada por Esperanza Aguirre en su declaración del pasado lunes, en la que aseguró que nadie le ordenó que se detuviese y que se marchó porque se puso nerviosa al comprobar que se estaba arremolinando gente por ser ella un personaje público, algo que los agentes también han desmentido en una declaraciones que se han prolongado durante más de cuatro horas.
Además, los agentes han asegurado que, tras cometer una infracción por aparcar en un carril-bus, se produjo la ya famosa conversación: “¿Qué, bronquita y multita, no?”, tras lo cual Aguirre les dijo que iban a por ella “porque era famosa”.
Tras esto, y siempre según la versión de los agentes, la ex presidenta entregó su permiso de conducir pero no aportó toda la documentación requerida -solo les facilitó una carpeta negra con las instrucciones del coche, y no con la documentación del vehículo-. Entonces, la política del PP inició la marcha con su coche antes de concluir los trámites, como se describe anteriormente. Fue entonces cuando, según las versiones policiales, arrolló la motocicleta del agente de movilidad.
Después del incidente con la moto, Aguirre continuó el camino a su casa, momento en el que los dos agentes municipales, según su relato volvieron a darle el alto, tanto “con la mano” como con señales luminosas, en paralelo a su coche y con las ventanillas bajadas. Según la versión de uno de los agentes, esto ocurrió a la altura del Palacio de la Prensa, justo antes de girar en la calle Silva.
Sin embargo, ninguno de los declarantes ha podido confirmar que la ex presidenta escuchara y desoyera las órdenes de policía, a pesar de haberse producido las señales de alto. De hecho, el agente municipal encargado de dar “el alto” a Aguirre ha declarado que no puede afirmar que ella se enterara de la orden. De hecho, ha declarado que “posiblemente no le escuchó”. Esto es algo fundamental para el resultado de un proceso en el que se dirime si Esperanza Aguirre cometió un delito de desobediencia, penado con hasta un año de prisión o bien solamente incurrió en una falta, sancionado con una simple multa económica.
El polémico parte de lesiones
Otro de los puntos calientes en la declaración de este lunes está en la existencia -o no- de un supuesto parte de lesiones que el mismo funcionario que relata los hechos antes descritos intentó entregar en la comisaría de la Policía Nacional. Según el agente de movilidad, tanto él, como su compañero de patrulla y sus compañeros de relevo se acercaron a la comisaría de Leganitos a denunciar los hechos. “Luego se personaron otros compañeros, pero no hablamos entre nosotros porque la policía nacional no nos lo permitió; los sindicatos también se personaron pero tampoco nos dejaron hablar”.
Tras esto, el agente de movilidad le dijo a los policías que había sufrido lesiones, “pero los policías nacionales no lo recogieron”. Es más, afirma que “no le querían dar una copia de la denuncia, porque tenían órdenes expresas de no hacerlo” y le dijeron que el parte de lesiones “lo entregara directamente al juez”. En este sentido, el agente también declaró ante el juez que no le dejaban “irse al juzgado denunciar y que tampoco quiso el inspector que se recogieran las lesiones. Me obligaron a firmar la denuncia”.
Es evidente que existe politiqueo en todo este asunto, ahora bien, no es menos cierto que esas miradas “perdonavidas” de la clase política cuando son parados por la Guardia Civil en carretera, es tan verdad como que el sol sale para todos…. “¿Cómo? Usted no sabe con quien está hablando ¿Acaso no me conoce? Haga lo que tenga que hacer que tengo prisa. No ve que me está interrumpiendo y haciendo perder el tiempo. Llame a su superior que es con quien yo debo hablar”. La cosa se va calentando…, y pasa lo que pasa. Luego vienen las buenas palabras,… Leer más »
Ganas de protagonismo de este agente…con grandes dosis de politiqueo de por medio….este tipo deberia de ser expulsado de la policia…deshonrra a sus compañeros.