La Diada
La Diada es una manifestación separatista unas veces más limitada o disimulada y otras más abierta, como ocurre en estos últimos años. Consiste en una ofrenda floral a la estatua de Rafael Casanova, que en 1714 dirigió la lucha en Barcelona, en defensa del Archiduque Carlos, aspirante al trono español, contra Felipe V de Borbón. Según la leyenda, Casanova habría muerto heroicamente en defensa de las que llaman “libertades catalanas, que entonces se habrían perdido, pasando Cataluña a soportar un yugo terrible hasta hoy mismo. Es interesante ver en qué medida la realidad histórica corrobora o no estas ideas, hoy muy extendidas y propagandas en medios catalanes, y a menudo aceptadas en el resto de España.
El episodio se enmarca en la Guerra de Sucesión, que tuvo carácter de guerra civil en España y fue también internacional, y se extendió entre 1701 y 1715. Muy en resumen, y dejando aparte que las grandes potencias exteriores querían repartirse las posesiones hispanas en Europa, fue así: en 1700 murió sin hijos Carlos II de España, que fue el último rey de la dinastía de los Austrias, y nombró sucesor a Felipe de Borbón, el que sería Felipe V. Ello significaba un cambio de dinastía, que pasó de los Austrias españoles a los Borbones, aunque las dos dinastías estaban muy mezcladas por matrimonios. En un primer momento, Felipe V fue aceptado de modo general en España y en el resto de Europa, excepto por el Imperio austríaco, ya que este consideró que el archiduque Carlos tenía más derechos a la corona. Pero cuando Luis XIV de Francia creó la impresión de que Francia y España podrían llegar a unirse bajo un solo rey, Inglaterra y Holanda se pusieron de parte del Archiduque, pues creían que el posible reino hispanofrancés sería una potencia imbatible en Europa, y la política inglesa consistió siempre en oponerse a la mayor potencia del continente. Y así empezó la guerra. Por otra parte es difícil imaginar que los españoles hubieran aceptado la unión con Francia.
Contra la leyenda, Felipe V no tenía pensado suprimir los fueros y privilegios de Aragón, Cataluña y Valencia. Al contrario, enseguida fue a Barcelona, donde juró ante las Cortes las viejas normas feudales de la región. Había allí pocos partidarios del Archiduque, y cuando, en 1704, la flota angloholandesa se presentó ante Barcelona, no recibió apoyo, por lo que en venganza bombardeó duramente la ciudad antes de irse a tomar Gibraltar. Sin embargo, al año siguiente, la oligarquía de Barcelona pactó con los ingleses, en la llamada Conspiración de Génova, y pasó a apoyar al Archiduque. No se sabe bien qué motivó el cambio de postura, porque Felipe V no amenazaba por entonces los fueros regionales. Probablemente el cambio se debió al dominio de la flota angloholandesa en el Mediterráneo occidental, que podía bloquear el comercio de todo Levante, de Barcelona, Valencia, etc. Y por otra parte, los potentados barceloneses debieron de pensar Felipe V podría perder la guerra. Esta mezcla de temor, interés y esperanza parece una buena explicación de la mudanza política de los potentados barceloneses (y valencianos). Hay que decir también que Cataluña era probablemente la parte más antifrancesa de España, debido a que la ocupación de la región por Francia unos decenios antes, había dejado un pésimo recuerdo.
Sea como fuere, el cambio se produjo, aunque hay que decir que no todos los catalanes, ni mucho menos compartían aquel repentino fervor por el Archiduque. Una gran parte de Cataluña estaba a favor de Felipe V (en toda España se dieron divisiones semejantes) y los austracistas quedarían limitados al triángulo Igualada-Barcelona-Tarragona.
En el curso de la contienda los austracistas o partidarios del Archiduque llevaron las de perder y cuando los vencedores felipistas pusieron sitio a Barcelona, en julio de 1713, bastantes catalanes participaron en las tropas del asedio. Los austracistas se defendieron valerosamente durante más de un año, dándose el caso de que entre tanto su pretendiente al trono, el Archiduque Carlos, había ascendido a emperador de Austria y de hecho renunciado al trono hispano, lo que da un aire extraño a toda la situación. Los ingleses, muy contentos con otras ganancias (Gibraltar y Menorca en la propia España) se desentendieron de sus promesas de tutelar las “libertades” catalanas, y Felipe V las derogó mediante los Decretos de Nueva Planta. En cuanto a Casanova, que había invocado la libertad de Cataluña y de toda España, no cayó en la lucha, sino que huyó de la ciudad, y más tarde fue perdonado y vivió tranquilamente en Cataluña como un próspero abogado. Felipe V, en castigo por lo que consideraba infidelidad de Cataluña, abolió sus fueros. Y sancionó la creación de los Mozos de escuadra para perseguir a los residuos austracistas de la región. Curiosamente, así llaman ahora a una policía autonómica a la que pretenden dar carácter separatista.
Hay que decir que las llamadas “libertades catalanas” lo eran solo para las clases altas. Consistían en una opresión brutal de los señores y potentados sobre la masa de la población. De hecho, los señores tenían derecho de vida y muerte sobre los campesinos, es decir, de impunidad, y de imponerles todo tipo de cargas, los “malos usos”, que habían dado lugar a guerras civiles y a bandolerismo endémico. En cierto sentido seguían las normas preconizadas por el fraile medieval Eiximenis, que llamaba a los gobiernos a apoyar en todo a los comerciantes y a tratar con hambres, golpes y duros castigos a los campesinos, que según él no entendían otro lenguaje. Las leyes de Castilla eran mucho más benévolas con las clases bajas a las que otorgaban más derechos, y no habían faltado peticiones en Cataluña y Aragón de que se implantasen en esas regiones.
Lo que perdió Cataluña entonces, fueron unas leyes sumamente opresivas, que los separatistas llaman “libertades”, y a cambio ganó mayor estabilidad interna, mayores posibilidades de comercio con América, una situación mejor para el pueblo trabajador y estímulo para el resurgimiento económico regional. Cosas que los separatistas, al parecer no estiman demasiado.
Así pues, ni la guerra fue de secesión o separación sino de Sucesión al trono de España, no a un trono catalán que nunca había existido. Casanova era en realidad un patriota español. Y las dichosas libertades eran privilegios oligárquicos extremadamente abusivos. En fin, los mitos tienen una gran carga emocional, y por eso son difíciles de erradicar. Pero erradicarlos es también cuestión de salubridad pública.
Algo se parece a lo de ahora. Veo una Cataluña “socialdemócrata radical” (como mínimo) y al resto de España algo más liberal… si quitamos a Podemos. Debe ser otra manera de diferenciarse o de mirar por encima del hombro.
Excelente síntesis sobre aquellos aconteceres, D.Pío, pero la cuestión es que esto a día de hoy les da lo mismo a los sepaRatas. Ni saben ni quieren saber, ya que están totalmente cegados física y mentalmente ante cualquier razonamiento, tanto de corte histórico como económico que se les exponga. Y esto es así porque el separatismo les parece, porque así se les ha vendido, una manera de ser moderno, diferente, progre, avanzado, etc. Los gobiernos regionales de la Generalidad han estado fomentado, por un lado, el victimismo ante supuestas tropelías cometidas desde Madrid con los catalanes y paralelamente, canalizando la… Leer más »
Los “malos usos” que defendían los gobernantes y ricachones austracistas se basaban, amén de controlar abusivamente a la población catalana, en obligar al campesinado (pageses) a pagar diezmos y primicias; a que los arrendatarios de campos de labranza y huertos “masoveros”, además del arrendamiento dedicaran los días de descanso y festivos a trabajar en la tierra del arrendatario, en la reparación de sus propiedades inmobiliarias, sus esposas a limpiar, cocinar, lavar, etc. para la familia, todo gratuitamente y así docenas de usos abusivos y malos. Una auténtica esclavitud que, hasta nuestros días llega. Hoy aún existen esos malos usos en… Leer más »
D.Pio, una excelsa redacción histórica de hechos. Desconocer los acontecimientos ,no conocer la historia y la verdad irrefutable le hace al individuo ser esclavo de las mentiras de otros.
Tiene especial relevancia conocer el verdadero carácter de aquellas “libertades catalanas”. Con la progresiva autonomía catalana resurge aquella inclinación explotadora de la casta privilegiada.
Don Pío usted es un gran historiador que opina de esto:
“España,1.478.Una tierra donde han vivido durante siglos en un ambiente de tolerancia cristianos, musulmanes y judíos;pero esta época esta a punto de acabar.Un joven rey y una joven reina conocidos luego como los Retes Católicos,van a introducir la inquisición en España”.
Esto es un documental que se pone ahora mismo en la televisión publica de España,el director es David Rabinovitch.
El mito de AL Andalus está totalmente desmentido por los historiadores Fanjul o Sánchez Albornoz.
Es otro de los mantras del sistema para que la población trague con la multiculturalidad y la inmigración masiva que nos ha impuesto la élite politicoeconómica.
Así es,pura propaganda.
Lo de los mozos de escuadra tiene tela,manda huevos,aunque ya lo sabia lo vuelve uno a leer y dan ganas de vomitar,la rata separatista no habla miente tozuda y brutalmente de una forma atroz,increíble.
El separatismo solo es posible gracias a la alta traición cometida después de morir Franco por el borbon y los mal muy mal llamados partidos nacionales que en realidad siempre han sido profundamente antiespañoles,llenos de bastardos masones.
Esto es historia de España,la verdadera historia que la mierdocracia no quiere que se sepa en las escuelas de nuestra nación y mucho menos aún la quieren las ratas separatistas.
Pío Moa es usted un gran historiador.
Dudo que los retrasados mentales independentistas se lean un párrafo de este texto.
La falsificación de la historia es una coartada para los intereses de cuatro hdp que buscan destruir el país, y la emplean de coartada porque no tienen huevos de decir: ‘queremos Cataluña independiente para poder robar para nosotros, en verdad y en el fondo Cataluña y su cultura, por lo menos étnicamente nos importa una mierda’ y eso que Cataluña ahora mismo, como España, es una repugnante cloaca de la hediondez democrática.
Es un mundo de diablos.
Don Pío, pero si los catedráticos separaatas afirman que el imperio romano fue en realidad el imperio catalán (no es coña y hay pruebas en la red de esto), entre otros dislates no menos surrealistas, ¿cómo pretende usted que se crean estas nimiedades de la guerra de sucesión? La aberrante educación catalana está tan distorsionada y tan enraizada y tan torva y profundamente inculcada, que hablarles a estas alturas de dicha sucesión es como tener un cáncer terminal y preocuparse por un dolor de cabeza. Nada que no sea el palo en las costillas devolverá el sentido común a quien… Leer más »
Para los separatistas, no hay más historia que la inventada por ellos. Un país fantasma que nunca existió una historia, catalana inventada por los mejores autores de ciencia ficción. Que de estar en Hollywood, Steven Spielberg , seria un principiante al lado de estos historiadores fantasmas catalanes. Menos mal, que no se les ocurrió decir que el primero en pisar la luna, era catalán y separatista. Estos viven como Alicia en el país de las maravillas. Y lo peor es que contagio muchos catalanes, esta nueva versión, de Cataluña. Debe ser por sueños de grandeza que nunca existió y lo… Leer más »
Así es siempre la historia, clara y simple pero la gente ni quiere ni le interesa entender las cosas. Extraordinaria la necedad de los pueblos cuando se les meten cosas en la cabeza para hacerse daño ellos mismos y que salgan siempre beneficiados los mismos; los que viven de darle a la húmeda con el dinero de todos.