¿Inmigrantes, invasores, delincuentes?
Juan José Carrión Fdez-Castañón.- Me hago la pregunta a mí mismo con sigilo, mirando que nadie haya alrededor, no vaya a ser que alguien me escuche, se escandalize en extremo de mi interrogante ¿incorrecto? a todas luces y me delate. Ya sabemos que de determinadas cosas tan sólo puede mantenerse la postura oficial, la libertad de expresión no existe; la ha matado el hombre, la actual democracia o quizás más bien el interés de los poderosos para seguir en el poder.
Si vemos el diccionario de la RAE, inmigrar es “Dicho del natural de un país: Llegar a otro para establecerse en él, especialmente con idea de formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya formadas.”, mientras que invadir es “Irrumpir, entrar por la fuerza”. Delincuente es el “Que delinque”, así como delinquir es “Cometer delito”.
Con los acontecimientos en Ceuta y Melilla, lo que sufrimos es una invasión (aunque no lo quieran decir) de inmigrantes -y delincuentes- puesto que comenten delito al no cumplir la ley que les impide saltar vallas a lo bruto: no lo digo yo, lo dice la RAE… hasta que cambien las definiciones. Pero hoy por hoy son esas.
Aceptada esta premisa, que no es subjetiva sino objetiva basándonos en las definiciones de las palabras, queda por dilucidar si esa invasión es o no justa, entre otros muchos aspectos.
En cuanto a la justicia, no deja de ser paradójico que primero infrinjan la ley asaltando la valla de forma muy violenta y al minuto de estar en España se acojan a ella y exijan su cumplimiento. Juegan con nuestras leyes como les conviene; ahora me la salto, ahora me la reclamo. A los que vivimos aquí se nos exige cumplir con todas, en todo momento, pero a ellos no, incluso cuando están aquí de forma ilegal. Así, si yo me niego a pagar impuestos, multas, correr a 150 kms por hora y en definitiva, a no obedecer las leyes ¿me tratarán igual que a ellos?
Rotundamente no, todavía hay clases.
Y ahora es cuando saltan -enfurecidas ante tamaño desatino- las ONGs varias, la ultraizquierda, la izquierda a secas, algún que otro sacerdote y parte del pueblo adoctrinado que nos dicen que “ningún ser humano es ilegal”. Y quizás también ese paradigma de la feminidad y la mesura; las Femen, con sus tetas al aire y su histeria de hospital psiquiátrico.
En Yankilandia (cuna de la democracia moderna, las libertades y el consumismo), en la frontera sur se recibe a los mejicanos que intentan asaltar la frontera a tiros. Y el estado judío (mimado por la comunidad internacional) pone un muro de hormigón entre ellos y los palestinos (además de otras muchas barbaridades). Son sólo dos ejemplos, que cada cual los interprete como le parezca.
La situación en sus paises es mala, el tema es muy complejo y todo lo que queramos, pero que no intenten hacernos ver -con su buenismo interesado-como normal una situación que no lo es en absoluto. Ni lo ha sido a lo largo de la Historia, tanto en su planteamiento como en su resolución.
El nuevo orden mundial no quiere diferenciaciones entre las culturas, no quiere que los individuos seamos distintos, no quiere individualismos, tan sólo un rebaño homogéneo y maleable con el que poder trabajar.
De ahí que nos machaquen con las ideas políticamente correctas tan en boga ahora, a través de los medios de comunicación que son de su propiedad, los políticos a sueldo, series de la caja tonta, artistas sin arte pero con mucho marketing, adoctrinamiento escolar sin escrúpulos y tantas otras interferencias interesadas y dirigidas hacia lo mismo: convencernos de que somos unos privilegiados que tenemos de todo (así cuando nos recortan derechos no nos parece tan mal comparados con esos pobres) y tenemos que compartir lo mucho que tenemos con los que no tienen nada ¿Pero de verdad aquí la gente tiene sus necesidades cubiertas?
Aparecen entonces esos intrépidos guerreros de lo justo que son los famosos, algunos políticos, realeza, en viaje solidario a no sabemos dónde, para comprobar in situ el mucho bien que podrían hacer sus grandes fortunas en esos lugares: cuando se dan cuenta vuelven a sus vidas de siempre y nos piden dinero y solidaridad a los demás, con su fortuna casi intacta. Serán, sin duda, los más ricos del cementerio.
Lo mejor de todo es lo último que he leido: la Guardia Civil no podrá usar pelotas de goma en las fronteras, pero sí en España: el trato de favor hacia ellos es notorio, por no decir más.
Pero todavía más: la defensora del pueblo (¿de qué pueblo…?) no se muestra partidaria de las pelotas de goma. Aclaro, es la de España.
Y la última: la OTAN dice -en advertencia a Rusia- que las fronteras ucranianas son inviolables. Y les pregunto yo a los señores de la OTAN -a la que pertenece España- ¿las de España no?
Aunque la verdad, dada la brutal inversión (y creo que ya irreversible) de valores que padecemos, yo quiero que entren millones, que por fín las multinacionales dirijan el cotarro de forma directa, para que todo se vaya a la mierda y explote; esto ya no tienen remedio y de las ruinas que queden de este mundo, como otras veces, quizás…
Y ahora, pueden lapidarme por derrotista, pero es lo que pienso.
Nada hay irreversible salvo la muerte. Si algo nos ha enseñado la historia es que nada es eterno. Y que por muy desesperadas que sean las cosas en ocasiones se producen milagros que dan la vuelta a las situaciones más desesperadas. Francamente las cosas están todas en contra. No lo discuto. Va a hacer falta un milagro para enderezar occidente. En todo caso a título individual debemos hacer lo que esté en nuestra mano para obstaculizar en lo posible la debacle occidental. No queda otra.
No te preocupe Juan José, llevas toda la razón del mundo. No se te puede poner ni un pero. Pero ya sabes que todos esos perros del Sistema: obispos, ONGs, casta ‘nostra’ política, comunistas, socialistas, derechona entregada y asustada, iglesia católica en general y sus alrededores (Cáritas, Hoac, Jop), la prensa muda y vendida al sistema, tontos útiles, lameculos, lamesuelas y algunos otros, todos ellos son los encargados de que el Sistema discurra por los derroteros que el Nuevo Orden Mundial ha diseñado: mezcla de razas y culturas en Europa para conseguir, así, una obediencia absoluta de lo que surja… Leer más »