Prisioneros políticos en Siberia. La mayoría perecieron por los rigores climatológicos y las condiciones infrahumanas de los campos de trabajo.

Juan José Carrión Fernández-Castañón.- Si leen habitualmente la prensa, se darán cuenta de que es rara la semana en que no aparecen un par de artículos sobre los nazis. Ese machaque continuo es muy sospechoso, ya que a Stalin -por ejemplo- se le atribuyen unos 60 millones de muertos por represalias, purga…, contando este con sus campos de concentración y trabajo. Además, a pesar de ser judío, los persiguió durante todo su mandato, aniquilando muchos millones de ellos, en un plan sistemático de exterminio.

Sin embargo, Hitler -con 6 millones- es más malo que el otro, con una cifra diez veces mayor.También hemos de tener en cuenta que a las potencias occidentales les conviene no echarse tierra encima, ya que pactaron con los bolcheviques en la S.G.M. Sin embargo, cuando Alemania invadió Polonia, Inglaterra y Francia le declararon la guerra, pero cuando Rusia también la invadió, ni Francia ni Inglaterra dijeron ni hiceron nada. Las invasiones que venían del oeste no estaban permitidas, pero las del este sí. Y este es uno de esos enigmas que nos rodean: capitalismo y comunismo -juntos y cogiditos de la mano – en contra del mal llamado fascismo- sin tener en cuenta que Nacionalsocialismo, Fascismo y Falangismo son tres corrientes políticas similares, pero diferentes. Tendríamos que ver cómo se gestó esa alianza contra natura: probablemente, debido a que capitalismo y comunismo no son sino la misma hidra con dos cabezas (dirigidas en la sombra por los “intocables”que ya sabemos) y el Nacionalsocialismo alemán representaba una tercera vía, tanto en política como en economía, igual de revolucionaria y peligrosa para ambas corrientes, al no ser ni de izquierdas ni de derechas, ni de centro.No entraremos a valorar otros aspectos,el espacio es reducido y algunos cerebros no están por la labor.

Según el último sesudo fueron cerca de 54.000 los campos de concentración, centros de internamiento, campos de trabajo etc. que la Alemania Nacionalsocialista (vulgo, “nazi”) tenía establecidos en Alemania y en las zonas de ocupación durante la guerra; el número de víctimas del Holocausto no son ahora seis millones, sino quince. O veinte, no se aclara mucho.

Cualquier hecho histórico, supuesto o real, debería poder ser investigado por cualquier persona -historiador o aficionado a la historia- sin ningún tipo de impedimento. Si yo le dijera -por ejemplo- que en base a mis investigaciones la batalla de las Navas de Tolosa (o la colonización de Australia por parte de Inglaterra, o la llegada del hombre a la Luna, por citar algunos) nunca ocurrió, no pasaría absolutamente nada, salvo una sonrisa de su parte por mi atrevida y aparentemente descabellada afirmación. Pero si resultase que usted leyese mis investigaciones y comprobase que están correctamente documentadas, pudiera entonces plantearse la posibilidad de que no hubiera existido nunca tal hecho histórico.Y eso le daria motivos para pensar. No se está defendiendo,justificando ni atacando el hecho, sino sólo si su existencia está realmente probada.

Esto, sin embargo, no ocurre con ciertos aspectos de la la S.G.M. Este no puede ser investigado, so pena de multa y cárcel, si no es para noticias como las mencionadas en este artículo. Cualquier otra será perseguida por la Ley, al menos en España y en la mayoría de los países de Europa. La libertad de expresión, como viene siendo habitual, brilla por su ausencia. Repito: investigar no es justificar.Y se nos repite hasta la saciedad que se le da tantísima propaganda para que no se olvide la tremebunda barbarie nazi.De la Rusia comunista,poco se dice.De los crímenes del capitalismo,tampoco.Pero a lo largo de la historia ha habido, hay y habrá genocidios. Sin embargo, es este el único que parece extremadamente peligroso para las generaciones futuras; los demás, no.Además, tampoco olvidemos que en Yankilandia, durante la S.G.M. existieron campos de concentración para los ciudadanos norteamericanos de origen japonés, alemán y de otras nacionalidades del Eje. No se llegó al número de muertos de los que hubo en Europa-donde también los hubo después de la guerra para los alemanes-, pero tampoco sabemos muy bien que es lo que pasó dentro.

Y esto es lo sospechoso. Con la excusa de que si investigamos, estamos” justificando, negando, o dando lugar a la provocación, a la discriminación, al odio y a la violencia contra grupos por motivos racistas, antisemitas, ideológicos o religiosos” -entre otros- no nos dejan comprobar,investigar,aclarar ciertos aspectos de la cuestión que tratamos.No se trata de negar o justificar, sino de investigar.
¿Hay algo que nos quieren ocultar? , es la única razón de que no se nos permita hablar,investigar,libremente del asunto. Y entonces deberíamos preguntarnos a quién beneficia realmente toda esta movida.Y de sus implicaciones en el mundo actual.Pero esto es ya otra historia.