GP de Japón: Lorenzo se resiste a dejar el Mundial en manos de Márquez
MS.- Honda tuvo que guardar el confeti por segunda semana consecutiva. Si en Australia fueron ellos mismos los principales culpables de retrasar el alirón de Marc Márquez, en Japón, a domicilio, fue el actual campeón quien, abusando de la confianza de los anfitriones, realizó una carrera colosal, perfecta, para subirse a lo más alto del cajón y llegar a Cheste a trece puntos del liderato, permitiéndose soñar con la gloria y otorgándole a España la traca final. Y es que Jorge Lorenzo tiene la corona enroscada, y muerde en cuanto alguien se acerca para intentar arrebatársela en una defensa del título tan gigantesca como lo fue su excelso pilotaje en circuito ajeno. Como un diapasón le entregó a Yamaha la victoria 200 en el lugar donde más duele, Motegi, y de la forma más aplastante, mandando de principio a fin y sin cometer un solo error.
Nada. Su imperturbable serenidad en pista contrasta con el gesto altivo y quisquilloso en las conferencias de prensa, donde Jorge busca las migajas que faltan para que su adversario sea sancionado y le abran la puerta a algo más que un milagro. Lorenzo lo ha tenido todo perdido y ahora fantasea amparado en las pocas opciones que posee, necesitando vencer y que Márquez sea cuarto o peor, algo que pasa casi necesariamente por un abandono o caída del ‘93’. Cualquier otra cábala, que las hay, es una quimera. Porque si legendario es lo que está haciendo Lorenzo en clara inferioridad mecánica, impresionantes son las prestaciones de un novato al que sus condiciones le hacen merecedor de unos galones que provocan que se vea su segundo puesto de Japón como una pequeña decepción. Marc, en su primera temporada, sólo se ha bajado del podio en sus dos ‘ceros’, uno en Italia por caída y otro por la bandera negra de Australia. El resto son éxitos, incluido su relativo conservadurismo de Motegi. La Honda no se mostraba demasiado estable en las frenadas y el de Cervera se llevó un par de sustos importantes, suficientes para dejar marcharse a Lorenzo a por el triunfo, amarrar veinte puntos y llegar con todo a favor a la última cita.
La carrera no se salió del guión en ningún momento. Jorge y la M1 salieron disparados a por el triunfo con el neumático más blando, generando una incertidumbre sobre sus últimas vueltas aplacada por el entendible cálculo de Márquez, que primero se ancló al colín del ‘99’, después le enseñó la rueda y acabó por conformarse con la pedrea. Además, el gran premio sirvió para descartar a Pedrosa. El ‘26’ reflejó en Japón lo que viene siendo todo su campeonato. Presente pero ausente, amenazante en la sombra sin emerger al primer plano y, a la hora de la verdad, diluido en la gloria insuficiente de quien está por detrás de dos gigantes que lo eclipsan todo. Dani ya no aspira a nada tras una temporada decepcionante, con la mejor moto pero con el peor compañero, el que ha provocado un agravio comparativo atroz.
El de Barcelona suma más puntos en MotoGP que todos los pilotos de la historia, salvo tres (Rossi, Doohan y Barros), gracias a ocho temporadas vacías de títulos, con Hayden o Stoner alzándose con el campeonato dentro de su ‘box’ y con su nuevo acompañante a punto de conseguirlo al primer intento. Este domingo intentó seguir el rebufo de su compañero tras el endiablado ritmo que imponía Lorenzo, pero cuando la carrera pasó el ecuador y se esperaba una batalla sin concesiones, Pedrosa se descolgó de forma inexplicable y siguió sumando puntos, podios y años sin conseguir el campeonato. Otra decepción fue Rossi, que salió con todo y se colocó segundo, ejerciendo de escudero de su compañero. Tardó una vuelta en cometer un fallo y ceder ante las Honda, y otra más en irse por la tierra y arruinar el domingo. Después hizo el gesto de las orejas de burro autoculpándose y sacó a relucir su sonrisa, con el mismo brillo y carisma que antaño pero incapaz de ocultar su enésimo fracaso. Sin Valentino era el turno de Bautista para lograr la cuarta plaza, y por fin se cerró uno de los últimos hitos que le faltaban por conseguir al motociclismo español: un póker en la categoría reina.
ESPARGARÓ GANA TODO EN MOTEGI
El piloto español Pol Espargaró (Kalex), de 22 años, cumplió hoy su sueño al imponerse en el Gran Premio de Japón, en el circuito de Motegi, y llevarse, además de la carrera, su primer título de campeón del mundo. Espargaró es el decimoquinto piloto español que gana un Mundial y le da a España su trigésimo noveno título desde que en 1949 se disputara el primer campeonato.
Ni el británico Scott Redding (Kalex) ni el español Tito Rabat (Kalex) tomaron la salida en el Gran Premio de Japón de Moto2, por lo que a Pol le valía ser séptimo para proclamarse campeón del mundo de la categoría. Redding y Rabat se vieron implicados en una caída al comienzo de la primera salida de una prueba que tuvo que repetir la largada debido a ese accidente en el que también se vio implicado el español Alex Mariñelarena (Kalex). La organización informó que los tres pilotos se encontraban bien tras un primer examen médico.
Scott Redding, que llegó al frente de la clasificación hace 10 días a Australia, ha tenido todo en contra en las dos últimos grandes premios. En los entrenamientos en Phillip Island se fracturó la muñeca y en Motegi no pudo completar ni una vuelta en la carrera por la citada caída.
Sin sus dos únicos rivales por el campeonato, Espargaró, que forma parte del equipo que dirige Sito Pons, pudo tomar muy tranquilo la segunda salida. Kallio, que partió desde la “pole”, tomó ventaja sobre Pol al comienzo, pero el piloto de Granollers (Barcelona) ya le superó antes de cumplirse el primer giro a la pista del trazado del norte de Japón. Atrás, Nico Terol (Suter) y Jordi Torres (Suter) peleaban por entrar entre los diez primeros, aunque Torres se iba al suelo a seis giros para el término del gran premio cuando era undécimo. Julián Simón estuvo entre ellos y se situó por delante de Nico mediadas las 15 vueltas en que quedó el la prueba por la caída de Redding, Rabat y Mariñelarena.
A cinco giros para el final, la ventaja de Espargaró sobre Mika Kallio era de cuatro segundos y medio. Mientras, su hermano Aleix, le hacía señas desde el muro para que ralentizara su marcha y asegurara el título. Sin embargo, nada ni nadie podían ya impedir que Pol sumara su undécima victoria en la categoría y su primer título mundial. El resto de los españoles se situó entre la quinta plaza de Julián Simón, a 1:0315 de Pol; la sexta de Nico Terol; la decimotercera de Axel Pons (Kalex), compañero de equipo del nuevo campeón; y la decimoséptima de Ricard Cardús.
Espargaró gana el campeonato, a falta del gran premio de la Comunidad Valenciana dentro de catorce días, con 265 puntos por 224 de Redding y 204 de Rabat.
ALEX MÁRQUEZ GANA SU PRIMERA CARRERA Y SALOM Y RINS SE COMPLICAN EL MUNDIAL
Alex Márquez (Estrella Galicia 0,0 KTM) ganó hoy por primera vez un Gran Premio, en Japón, en una accidentada carrera en la que dos de los contendientes por el título de Moto3, Luis Salom (KTM) y su compañero de equipo, Alex Rins, se fueron al suelo y permitieron que el tercero en discordia en la pelea por el Mundial, Maverick Viñales, fuera segundo.
Los resultados del Gran Premio de Japón depararon que el campeonato de la categoría llegue a Valencia, donde terminará, con tres hombre en cinco puntos: Salom, con 300; Viñales, con 298; y Rins, con 295. Salom, a pesar de su caída en el primer giro, se vio compensado en cierta forma por el hecho de que Rins también se fuera al suelo y por el adelantamiento de Márquez a Maverick en la última vuelta. El alemán Jonas Folger (Kalex KTM) fue tercero por delante del portugués Miguel Oliveira (Mahindra).
La primera vuelta ya marcó la carrera de Moto3 porque Rins se salió de la pista, aunque enseguida volvió a la misma, y, sobre todo, porque Isaac Viñales, primo de Maverick, tiró a Luis Salom, el único de los tres pilotos con opciones de ser campeón hoy.
Salom pudo regresar a la pista, pero lo hizo en la trigésimo primera plaza, mientras sus dos rivales ya habían formado un cuarteto con Folger y con Alex Márquez. Maverick Viñales optó por tirar fuerte, solo le valía la victoria, y tras pelear con Rins ambos deshicieron el grupo y se marcharon de Márquez y Folger en el séptimo giro al trazado del norte de Japón. Atrás, Salom remontaba con una vuelta rápida incluida, pero los puntos quedaban entonces a más 20 segundos. La desgraciada carrera del piloto mallorquín iba a terminar pronto, ya que poco después se iba al suelo y esta vez ya no regresaba a la pista. Alex Márquez, hermano pequeño de Marc, no cedió y dejó atrás al alemán para retomar el contacto con los dos primeros y dar buena cuenta de Rins, su compañero de equipo e implicado en la pelea por el título.
La vuelta 16 iba a ver otro gran golpe de efecto: la caída de Rins en la curva de entrada a la recta de meta cuando era tercero. La carrera quedaba en un mano a mano entre Maverick y Márquez con poco más de cuatro vueltas. A dos para el final, Marc atacó a Maverick y éste le devolvió la maniobra en la penúltima. El mano a mano del giro final se iba a saldar a favor de Alex que se llevó su primera carrera y le hizo un gran favor a su compañero de equipo, Rins e, indirectamente, a Salom.
La española Ana Carrasco (KTM) se clasificó en la decimoctava plaza y Juanfran Guevara en la vigésimo segunda, mientras que Rins logró cruzar la meta dos puestos más atrás.