El Real Madrid solventa un trámite incómodo pensando en Dortmund (3-1)
El Real Madrid ganó 3-1 al Betis y solventó un trámite incómodo y accidentado que acabó con las lesiones de Marcelo, Benzema, Carvalho y Modric antes del partido de Liga de Campeones que disputará esta semana ante el Borussia de Dortmund, clave para marcar el éxito o el fracaso en el presente curso del conjunto blanco.
Se nota que el tramo final de la temporada, el decisivo, está a la vuelta de la esquina. Sin nada que hacer en la Liga, con el Barcelona a nueve puntos de proclamarse campeón, importan más otros frentes como la posibilidad de ganar la décima Copa de Europa. El Dortmund espera al Real Madrid y por eso Mourinho sacó un once plagado de suplentes que acompañaron a Mesut Özil, Diego López, Karim Benzema y al siempre insaciable Cristiano Ronaldo. No imaginaría el técnico portugués que acabaría el duelo con nuevos inquilinos en la enfermería.
Pero antes de tanto accidente, sorprendió el nombre del brasileño Carlos Henrique Casemiro, un medio centro del filial que llegó al club en febrero con intenciones de quedarse con los mayores. “Voy para jugar en el primer equipo”, declaró al poco de llegar desde el Sao Paulo. Dicho y hecho, no ha tardado mucho en debutar, apenas unos meses. Otros, como Jesé Rodríguez, aunque ya ha participado en un par de partidos oficiales, sigue “picando piedra” en el Castilla, donde el canario lleva diecinueve goles en la Liga Adelante. El caso es que Casemiro se enfundó el traje de Sami Khedira, descansando junto a Xabi Alonso, Ramos y Coentrao, y tampoco mostró nada del otro mundo. Parece un jugador peleón, que puede correr kilómetros, pero con la calidad justa para cumplir. Nada más. Tal vez, lo suficiente para que el Real Madrid dominara la primera media hora del partido.
Con Cristiano Ronaldo hambriento, el cuadro madridista mantiene la ansiedad justa para seguir ganando partidos de Liga por inercia. El portugués tira del equipo, que muchas veces parece esperar con qué va a sorprender el luso. Pocos ofrecen desmarques, sólo José Callejón, único que da alternativas a la poca movilidad merengue.
Pese a ese dominio inicial, sólo llegaron algunos acercamientos con Benzema, un punto por encima de su temporada extraña, y con una ocasión clara para Cristiano, que remató de cabeza un córner que sacó como pudo Adrián. A partir de ahí, el Betis, con Beñat inspirado, junto a Pabón, Campbell y Rubén Castro, pura dinamita arriba, cogieron el balón y comenzaron a sumar ocasiones. Primero, Pabón disparó fuera desde lejos; después, Beñat hizo lo mismo pero paró Diego López; Campell dentro del área, de volea, la tiró fuera; también lo intentó Rubén Castro de cabeza, sin oposición, para mandar la pelota por encima del larguero; y Cristiano interrumpió el carrusel bético con un tiro al palo que respondió Pabón mandando un balón al larguero.
Entonces aparecieron Özil y Benzema, en el minuto 45, para hacer una pared y dar en el clavo. El alemán no falló en el mano a mano ante Adrián y subió el primer gol blanco al marcador en un momento de ciertas dudas. Justo antes del descanso. Psicológico. Y con prolongación, porque a los diez minutos de la reanudación, Benzema hizo el segundo tras aprovechar un pase de Cristiano.
El núcleo duro de los jugadores que estaban sobre el césped consiguieron hacer olvidar el debate de cada semana sobre si Mourinho seguirá o no. Desde un club de barrio, el Canillas, salió la noticia de su marcha de la entidad madridista. El equipo “B” blanco se dedicó a jugar al fútbol sin más. Sin alardes, pero cumplió. Sólo el tanto de Jorge Molina, de penalti, a 18 minutos del final, inquietó un poco al Bernabéu.
Esa inquietud alcanzó su máxima expresión cuando Rubén Castro, en el 89, casi empata tras mandar un balón al larguero. Después, Özil, como si se tratara de un destino cruel, hizo el tercero, pero el Real Madrid no salió totalmente indemne. Mourinho perdió a varios jugadores por lesión y los daños colaterales fueron demasiados en un partido de tramite con el Dortmund en el horizonte. Europa espera al Real Madrid. El Betis se aleja de ella.
EL BARCELONA SUFRE PARA DERRIBAR LA SOLIDEZ DEFENSIVA DEL LEVANTE (1-0)
El Barça sólo mostró su mejor versión en los minutos finales, cuando dispuso de las mejores ocasiones para desequilibrar un partido que ya se le complicó en la primera parte por la gran actuación del meta Keylor Navas, quien detuvo un penalti a Villa.
La cabeza puesta en Múnich, una alineación con pocos titulares, un rival que prácticamente no se jugaba nada, Leo Messi en la grada… Pocos alicientes ofrecía el encuentro, más allá del regreso al equipo inicial de Eric Abidal.
El francés volvió a actuar como titular catorce meses después y estuvo sobresaliente. Su último encuentro de titular fue el 26 de febrero del año pasado. Abidal, catorce meses después y con diecinueve kilos menos, estuvo a un gran nivel como central, en una defensa de circunstancias en el eje junto con Adriano.
Al partido le faltó intensidad y el Barça vivía pendiente de alguna aparición de Iniesta -junto con Alves y Valdés seguramente los únicos titulares el próximo martes en Múnich-, del desborde de Cristian Tello, de alguna genialidad de Thiago o de la puntería de Cesc o de Villa.
Pero en el primer tiempo no fue así y además, en el minuto 17, los azulgrana fallaron un penalti. Lanzó Villa y paró Keylor Navas. El meta costarricense estuvo, además, felino al rechazar el posterior remate cercano de Cesc Fàbregas y a partir de ese momento, el meta ”tico” fue protagonista.
Tello desbordó siempre por la banda, pero no estuvo tan lucido como en los últimos encuentros en los que Tito Vilanova le ha dado la posibilidad de aumentar minutos. El sabadellense no anduvo fino ni centrando ni rematando, más allá de una buena acción en la que David Navarro se anticipó a David Villa (m.19), un minuto después de la única aproximación del Levante sobre el área de Valdés, una buena acción individual de Rubén.
El monólogo del Barça ganó en intensidad, pero sin mejorar la velocidad de ejecución, en la recta final del primer tiempo. Alves, en un lanzamiento lejano de falta, obligó a aparecer nuevamente a Navas, quien también estuvo acertado en un gran remate de Villa desde fuera del área (m.44).
En los primeros 45 minutos, el Levante, no demasiado exigido, tuvo suficiente con su meta para solventar las acometidas del Barça. Con el orden defensivo, los levantinistas se bastaban para frenar a un Barça al ralentí. Vilanova movió ficha y puso en juego a Xavi por Iniesta a media hora del final. Los barcelonistas necesitaban más velocidad de ejecución, y sobre todo mayor juego por las bandas, frente a un rival cada vez más cómodo.
Por eso el segundo cambio fue la entrada de Pedro por Thiago. Cesc jugó como centrocampista, pero el juego no se desencallaba. Ni un remate de los catalanes a puerta, a pesar de que el dibujo ya contaba con dos extremos puros y un nuevo fijo.
La mejora llegó con la entrada del chileno Alexis a trece minutos en sustitución de Tello. Un centro suyo permitió a Villa firmar el primer remate de los locales en el segundo tiempo. Esa fue la primera de las tres oportunidades que tuvo el Barça consecutivamente. En el 83, nadie acertó a rematar un pase de la muerte de Montoya y en el minuto siguiente, Cesc deshizo el lío al marcar de un tiro cruzado desde dentro del área.
Suficiente. El Barça necesitaba ganar, dar descanso a sus titulares y pensar en el siguiente compromiso: un enorme encuentro en Múnich ante el Bayern.
EMPATE AGRIDULCE DEL GRANADA ANTE EL VALLADOLID (1-1)
El Granada CF prolongó su mala racha de resultados y complicó aún más su situación en la clasificación al empatar 1-1 ante el Real Valladolid, que se aferró a un golazo del alemán Patrick Ebert y a la gran actuación de su portero Jaime para obtener un punto que le acerca a la permanencia matemática.
Los rojiblancos gozaron de muchísimas ocasiones de gol y apretaron hasta el final, pero solo El Arabi fue capaz de marcar en el segundo tiempo para igualar el tanto que poco antes habían firmado los visitantes. El equipo andaluz dominó una primera parte en la que los visitantes no gozaron de ninguna ocasión clara de gol y, ni siquiera, dispararon a la meta defendida por Roberto, que se convirtió en un espectador más.
Pese a su juego trabado e inconstante, el Granada tuvo ocasiones de sobra para haberse marchado con ventaja al intermedio, sobre todo con un activo El Arabi, pero se topó una y otra vez con el meta Jaime, que en Los Cármenes retornó a la titularidad firmando una gran actuación. El atacante marroquí ya obligó a lucirse al meta visitante a los cinco minutos en una acción que acabó en saque de esquina rematado también con la cabeza, pero fuera, por El Arabi.
Con un Valladolid nulo en ataque y un Granada incisivo, Ighalo y Mikel Rico estuvieron a punto de marcar mediado el primer tiempo con sendos disparos lejanos rechazados bien por Jaime, el segundo de ellos con el pecho tras botar mal el balón.
Los rojiblancos desperdiciaron tres nuevas ocasiones más de gol, las dos primeras mal acabadas por el Arabi, pese a estar en franca posición para marcar, y la tercera, en el último minuto del primer tiempo, en una acción en la que los locales pidieron penalti a Nolito y que acabó con un flojo remate a bocajarro otra vez de El Arabi a las manos de Jaime.
El Valladolid salió en la segunda parte con más interés ofensivo y, a los tres minutos de la reanudación, Ebert probó a Roberto con un disparo tan fuerte como lejano y centrado, al que contesto Nolito con otro tiro que se fue rozando el poste. El Valladolid dio una vuelta de tuerca al encuentro en el minuto 58 al firmar Ebert el 0-1 con un auténtico golazo, al transformar por una escuadra desde la frontal del área una clara falta cometida por Diakhaté sobre Larsson.
Los locales no se vinieron abajo y siguieron al ataque, rozando el gol Nyon con un potente disparo desde fuera del área que se fue a un poste, acción que fue el preludio del gol del empate. El Arabi sí batió a Jaime, en el minuto 73, con un perfecto remate de cabeza tras un medido centro de Buonanotte, que revitalizó con su entrada el ataque rojiblanco.
De ahí al final, con un Valladolid conformista, se volcó el Granada en busca de una remontada que pudo llegar en el minuto 80 con un remate de cabeza de Mainz que se fue rozando el poste y con otro de El Arabi (m.88) que se marchó fuera por muy poco. Cuando se cumplía el minuto 90, Marc Valiente mandó a córner un disparo de Buonanotte y, poco después, Jaime voló para desviar un cabezazo de Aranda en las últimas opciones de un Granada que mereció más.