Grecia: Dos capataces disparan contra un grupo de 200 jornaleros de Bangladesh que reclamaban el pago de 6 meses atrasados
TdE/La violencia en Grecia se ha desbocado cuando una protesta de 200 trabajadores extranjeros de la fresa, que reclamaban salarios impagados desde hace seis meses, derivó en drama. Dos capataces dispararon contra ellos con una carabina para dispersar la concentración, hiriendo a una veintena de trabajadores bangladesíes, ocho de ellos heridos de gravedad.
El ministro del Interior, Nikos Dendias, blanco de los grupos de derechos humanos, salió al paso de las críticas relativas a la explotación económica de las víctimas. El sindicato mayoritario GSEE, que agrupa a los trabajadores del sector privado, no dudó en calificar la situación en Manolada de “mercado de esclavos”.
La mayor parte de las fuerzas políticas emitieron comunicados de repulsa.
El propietario del campo de fresas —monocultivo del lugar— fue detenido por la policía con otro individuo, mientras continuaba la búsqueda de dos sospechosos. Grupos de activistas han lanzado una campaña para boicotear las fresas de Manolada.
La condena oficial, aunque firme, llega tarde: la inmigración en Grecia es desde hace tiempo una bomba de relojería, económica, social y políticamente hablando. En el Parlamento se sientan 18 diputados de Amanecer Dorado, formación que defiende la expulsión del país de todos los inmigrantes ilegales.
Alrededor del 20% de los inmigrantes albaneses —la primera oleada de inmigración masiva en Grecia, en los noventa, empleados sobre todo en la agricultura y la construcción— han regresado a su país en los últimos cinco años, siendo sustituidos por mano de obra aún más barata procedente de Oriente Medio, Asia y África. Para los más de 100.000 ilegales que grosso modo llegan cada año al país por vía terrestre (a través de Turquía) o marítima, Grecia, inicialmente un territorio de paso, se ha convertido en una ratonera de la que ni siquiera pueden, como los albaneses, salir.
¿Y el Tándem “Méndez & Toxo” han salido indemnes?
¿O no estaban allí defendiendo PARÁSITOS?