Mundial de balonmano: España, a un paso de la gloria
España volverá a jugar la final de un Mundial de balonmano tras vencer a Eslovenia por 26-22. El combinado nacional respondió a las expectativas y no defraudó a su afición. Los jugadores lo dieron todo y ocho años después del oro de Túnez habrá una nueva oportunidad de poner a nuestro balonmano por delante del resto.
El trabajo minucioso de tanto tiempo dio resultados y una nueva final aparece en el camino de nuestra selección. La última fue en el Europeo de Suiza en 2006 y la otra que tuvimos la mencionada de Túnez. El reconocimiento mundial ya está ahí, ahora sólo falta rematarlo. Habrá que aplicarse mucho más, puesto lo que espera -sea Dinamarca, sea Croacia- será muy duro, pero esta selección no puede temer a nadie.
España comenzó a corresponder a su condición de favorito desde los primeros minutos. Eslovenia salió respondona, pero en cuanto se ajustó la defensa, se frenó a Zorman y los huecos se cerraron, se abrió una pequeña diferencia en el marcador. Resultado: un parcial de 4-0 y la portería inmaculada durante nueve minutos.
Sin embargo, los eslovenos no iban a rendirse tan fácilmente. Skof mantuvo a flote a su equipo con sus paradas e, incluso, permitió subir la moral de unos compañeros tocados, que veían que el muro de España les paraba. Eso les sirvió para sacar coraje y apretar hasta conseguir reducir la diferencia a un gol, que es como se llegó al descanso (13-12).
España se aplicó en la segunda parte e hizo funcionar el defensa-contraataque, acompañado de un gran Sterbik -12 de 29 en paradas- para mantener a raya a su rival. Sin hacer un trabajo sublime, salió a la perfección, también favorecido por el pobre juego de Eslovenia, que no fue la de otros días. Un 6-0 de parcial catapultó a los de Valero Rivera, que cogieron una renta de siete goles (minuto 48). Un dato lo dice todo: Eslovenia solo hizo 3 tantos en los 18 primeros minutos de la segunda parte.
Ocho de ventaja
Con doce minutos por delante y una renta tan favorable, el combinado nacional se limitó a jugar con el marcador, alargando los ataques. La ventaja se amplió hasta los ocho (minuto 53) y ahí los jugadores se sintieron en la final. Se dejaron ir en los minutos finales, lo que espoleó a los eslovenos, pero el destino ya había escrito el nombre de España en la final del domingo.
¡¡¡¡¡¡¡ ESTE PARTIDO LO VAMOS A GANAR !!!!!!