Luiz Felipe Scolari, de nuevo al mando de la selección brasileña, con la que conquistó el Mundial en 2002, ha señalado que elegiría para el Balón de Oro de la FIFA a Cristiano Ronaldo y a José Mourinho como mejor entrenador mundial. “Felipao”, que afrontará la Copa Confederaciones el próximo mes de junio en Brasil, elegiría a Mourinho por delante de Vicente del Bosque y Pep Guardiola porque “ha hecho un trabajo excelente desde que empezó en el Porto, luego en el Chelsea, en el Inter de Milán y ahora en el Real Madrid”.

Para el premio del mejor jugador mundial, Scolari apunta al madridista Cristiano Ronaldo, que lucha por el galardón junto al argentino Leo Messi y el español Andrés Iniesta, ambos del Barcelona: “He visto jugar a todos, claro, pero solo he trabajado con Cristiano, y creo que él, también por la trayectoria que ha tenido en el Manchester United, en la selección portuguesa y en el Real Madrid, merece ese reconocimiento. Yo votaría por él”, señaló. El técnico brasileño también destacó en el futbolista portugués “una secuencia espectacular de cuatro o cinco años, su implicación en cuidar su condición física y técnica y alcanzar el objetivo de ser el mejor del mundo”.

Para Scolari, uno de los méritos de Mourinho es “reunir ese gran número de egos y personalidades y hacer que estén pensando y trabajando de verdad para un solo objetivo, y conseguir que acepten ciertas situaciones que, muchas veces, no benefician a uno o a otro. Ese es el gran mérito de un entrenador, y Mourinho tiene esa condición. Yo lo noto en sus equipos, y noto la implicación de los jugadores con el entrenador, aunque, naturalmente, siempre acabe estallando una u otra situación de conflicto”, explica en una entrevista a la página web de la FIFA.

Scolari se muestra satisfecho de tener en la selección a Neymar, la gran figura del fútbol brasileño, y una referencia de la canarinha a pesar de su juventud, tan solo 20 años, aspecto que no preocupa al técnico: “¡Cómo me hubiera gustado tenerlo en el Palmeiras cuando estaba ahí!. Ahora es fantástico que esté con nosotros y no en un bando contrario. Es uno de los que podría citar”, señaló. Su juventud no debe representar ningún problema, comenta Scolari: “No, porque uno de los grandes ídolos de la selección fue Ronaldo, que brilló con 19, 20 años. Pelé tenía 17 en su época y no era una estrella, se convirtió en una estrella dentro del Mundial. En fin, eso no es un problema. No veo nada negativo en el hecho de que, con 20, 21 años, el jugador sea nuestra gran estrella”, dice. Según Scolari, a Neymar “no le hace falta ir a Europa para ser elegido el mejor del mundo. Entre otras cosas, porque el entrenador que tiene hoy en el Santos es una persona que lleva trabajando con él más de un año, y durante ese tiempo hemos observado el cambio de Neymar en cuanto a actitud y posicionamiento en el campo”.

El técnico del Santos, Muricy, “ha ayudado y todavía ayuda mucho a Neymar a progresar en el aspecto táctico. No creo que tenga la obligación de ir a Europa para crecer. Quien conoce a Neymar sabe que hace unos dos o tres años que está progresando muy bien, y que probablemente todavía vaya a progresar mucho más”.

Respecto a su primer gran reto al frente de Brasil, en la Copa Confederaciones, Scolari sabe que la exigencia será la victoria, pero esa presión, dice, le resulta habitual. Dicha competición le servirá a Scolari para definir “uno, dos, tres nombres que después llevaremos o no al Mundial. Recuerdo que, en 2002, la competición que tuve fue la Copa América, donde dirigí una serie de partidos y pude ver quién reaccionaba bien o no, cómo podríamos modificar el sistema y por qué. La Copa Confederaciones es importantísima para nosotros, porque hace dos años y medio, tres, que no afrontamos un torneo muy fuerte que pueda servir de parámetro”, explica.