Hospitalizado un menor que se tragó una cadena de oro tras robarla
Lo identificaron en Málaga por su corte de pelo: una llamativa cresta en el centro de la cabeza. Los agentes no dudaron. Y el sospechoso, al saberse descubierto, debió de pensar que su cuerpo sería el mejor escondite para el botín. Se equivocó. Al final, tuvo que ser hospitalizado por tragarse una cadena de oro que presuntamente había robado junto a dos amigos, que también fueron detenidos.
Todo comenzó a las nueve de la noche del lunes en el túnel de la Alcazaba. Una mujer que acababa de sufrir un tirón pidió ayuda a una unidad de la Policía Local de Málaga que patrullaba por la zona. La víctima relató a los agentes que unos jóvenes le habían arrebatado una cadena, una medalla y un pendiente de oro, explicaron fuentes cercanas al caso.
Los funcionarios localizaron a un testigo, un viandante que caminaba unos metros más atrás de la mujer y que pudo ver cómo tres chicos le sustraían las joyas. Su testimonio fue clave. El hombre retuvo los rasgos físicos de los autores.
Los policías difundieron por radio sus descripciones para alertar a todas las patrullas disponibles. Al cabo de media hora, unos agentes del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) y de la Jefatura de Cruz del Humilladero se cruzaron en la calle Cuarteles con unos jóvenes cuyas características físicas coincidían plenamente con las de los posibles autores. Cuando se acercaron a identificarlos, estos se dieron a la fuga.
Los menores se metieron dentro de la Estación María Zambrano para intentar escabullirse de sus perseguidores. Según relataron las fuentes, dos de ellos -de 15 y 16 años- fueron interceptados por los agentes antes de acceder a un cercanías; el tercero, de 17, logró subir a un tren.
Arrestado en la estación
Al identificar a los dos primeros, los policías locales comprobaron que se encontraban fugados de un centro de menores de Álora (Málaga). El huido, por tanto, debía de dirigirse allí. Así, se dio aviso a la Guardia Civil, que envió una patrulla a la estación del mencionado municipio. Lo interceptaron nada más bajarse.
Al cachear a este último, los agentes hallaron el pendiente sustraído, por lo que fue detenido y trasladaron al Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local, donde permanecían sus dos amigos. Al parecer, uno de ellos se declaró inocente, señaló al otro como el supuesto autor material del robo y reveló que éste se había tragado parte del botín. Concretamente, la cadena.
Los investigadores llevaron al sospechoso al hospital, donde se le hicieron varias radiografías que confirmaron la presencia de tres cuerpos metálicos pequeños, según las fuentes. El médico le dio el alta ya que, a su juicio, no corría peligro. La Fiscalía, no obstante, decidió que permaneciera en el calabozo hasta que evacuara esos objetos.