Joaquim José de Andrade Neto, diabólogo brasileño, habla en exclusiva para AD: “De forma directa o indirecta, todos los hombres son hijos del diablo”
SN/Especial para AD.- Hablar sobre el diablo no es un desafío cualquiera: es uno de los mayores desafíos. Sólo se puede hablar con propiedad sobre aquello que se conoce, y conocer el diablo es privilegio de algunos pocos. De forma corajuda, lúcida y original, el Maestro Joaquim José de Andrade Neto, autor de diversas obras de cuño espiritual, discurre con autoridad sobre el más temible adversario de los hombres, cuyo origen, formas de actuación y destino son el tema de su nuevo libro ‘Mi amigo, el diablo’.
¿Símbolo? ¿Mito? ¿Ficción? ¿Leyenda? ¿Superstición? ¿O una amenaza constante e invisible en nuestras vidas?
La verdad es que el diablo está mucho más asociado a la existencia humana de lo que se imagina. Ese poderoso y degenerado ángel se dedica a atormentar a los hombres que ignoran sus innumerables faces. Y esa ignorancia generalizada a su respecto es el trazo más marcante y trágico de la humanidad, causa de todo el sufrimiento y aflicción registrados en la Historia.
Por ser el origen de todo el mal sobre la Tierra, Satán ha sido largamente repudiado y execrado. Pero, a pesar de todo el peligro que él representa, y aunque sólo pocos lo sepan, el hecho es que su actuación puede revelarse de gran utilidad. Y es éste, justamente, el tema de la recién lanzada obra del diabólogo Joaquim José de Andrade Neto, que presenta a la más abominable de las criaturas como un indispensable auxiliar en el proceso del autoconocimiento y evolución humana.
El escritor, Maestro General Representante del Centro Espiritual Beneficente União do Vegetal, que ha atraído personas del mundo entero por el singular trabajo de educación espiritual que viene realizando, esclarece que querer alcanzar a Dios sin tomar en cuenta al Adversario es una ilusión, pues el hombre no llega a Él sino por el diablo, observando y venciendo el enemigo interno. En ese sentido, la Teología —el estudio de la naturaleza de Dios— es, a su entender, algo de una flagrante inutilidad, incluso porque no compete al hombre conocer a Dios, pero sí sentirlo. Y el hombre sólo puede sentir a Dios a medida en que se libra del diablo.
En el transcurso de la entrevista, Joaquim José de Andrade Neto habló con incontestable sabiduría sobre ésta y otras diversas cuestiones referentes al libro, sobre la importancia de la Diabología para la conquista de la paz de espíritu y de la armonía en los relacionamientos humanos y sobre su trabajo de humanización del hombre.
-¿Qué es un diabólogo?
Es alguien que se dedica a observar a la naturaleza humana, conociendo y desenmascarando los más variados artificios usados por el Hijo de la Caída. No debe ser confundido con un satanista o con quien rinde culto al diablo, que es dependiente del diablo, o sea, que usa al diablo como medio de vida, haciendo de él un arrimo capaz de sostener las creencias que iluden y fanatizan a los incautos.
-¿Por qué ese tema?
Se trata del asunto más importante que existe, pues la clave para dejar de vivir en el infierno y comenzar a vivir en el paraíso es el conocimiento sobre las formas de actuación del diablo. Quien ignora esas formas queda sujeto a las sugerencias de éste, pero quien las conoce aprende a permanecer inmune a ellas. Entonces, la tendencia a dejarse influenciar por el diablo es proporcional al grado de desconocimiento a su respecto. Y, siendo así, sus innumerables formas de actuación solamente podrán ser vedadas a medida que se vuelvan públicas y notorias.
-¿Usted cree que la sociedad actual está más susceptible a las tentaciones del diablo?
Esa idea de que la sociedad actual sería más susceptible a las tentaciones del diablo que las sociedades del pasado no refleja la realidad. Se trata, en otras palabras, de una cuestión psicológica, incluso porque, por más que existan problemas, la situación puede ser cambiada de un momento a otro. Para que esto suceda, bastará que, en vez de influencias negativas, las personas empiecen a recibir, constantemente, influencias positivas. Los que hicieron un buen aprovechamiento de la lectura de Mi amigo, el diablo, por ejemplo, estarán menos vulnerables que antes al poder del Confundidor.
Ante los innumerables milenios de actuación del diablo, hablar de su influencia en la sociedad actual es tan insensato como querer diferenciar la naturaleza de una gota de agua del mar, de la naturaleza del propio mar. Él viene realizando su trabajo, de forma constante, insistente y devastadora, desde que el hombre surgió sobre la faz de la Tierra, titireteando e influenciando a los más débiles, los que se someten a sus tentaciones. La única diferencia entre lo que sucedía antes y lo que sucede actualmente es que, por la fuerza del misterio, el diablo no se limita más a ejercer influencias malignas solamente con el objetivo de atormentar a los hombres.
Porque, después de millones de años de trabajo inútil, él finalmente comprendió que si el hombre quedase cada vez menos hombre él quedaría cada vez más diablo. Entonces, no queriendo permanecer de contramano en la Historia, ya que todo es dinámico y evoluciona, él siente ahora una voluntad casi desesperada de revertir su situación. Y yo, sensibilizado por esa situación, le ofrezco mis auxilios, porque la desendiablación del diablo sólo sucede a medida que él siente aumentar la luz en el corazón del hombre.
-¿Quiere decir entonces que usted es un abogado del diablo?
Yo, apesar de ser abogado, raras veces ejercí esa profesión. Y en esas pocas veces, fue en causa propria. Eso en el plano material; pero, en el espiritual, encontré un “cliente” irrecusable, porque su causa, supuestamente perdida, podrá, una vez revertida, provocar una transformación como jamás hubo en la Tierra. Y, sabiendo de esto, me vengo sintiendo estimulado a hacer en nombre de esa reversión todo lo que esté a mi alcance. Si el diablo se rehabilita, ese será el mayor acontecimiento de la Historia, y es justamente en la lucha por esa victoria que consiste mi trabajo.
-En su libro usted habla sobre la existencia del diablo y de como él surgió. Lo denomina Íblis y dice haber sido un arcángel que fue expulsado del Paraíso. En la Biblia no existe este arcángel. ¿Cómo llegó a él?
El hecho de que el nombre Íblis no conste en la Biblia no significa necesariamente que Íblis no exista. Ese nombre es uno de los muchos usados por el Confundidor. La Biblia relata una historia genealógica del pueblo hebreo que fue enriquecida con símbolos y enseñanzas provenientes de muchos pueblos que se encuentran en la bruma del tiempo. Por eso mismo, ella no puede servir de referencia. Además, el hecho de que él sea o no mencionado en la Biblia es irrelevante. Lo importante es que cada uno consiga extraer, a partir del conocimiento de su existencia, el esclarecimiento que su espíritu necesita.
Con relación a su pregunta sobre cómo llegue a él, aclaro que es él quien llegó a mí. Pero ya se fue. Nuestra amistad, ahora, es marcada por una distancia estelar.
-Según su relato de la historia de la Creación, los hombres son hijos del diablo…
Sí, de forma directa o indirecta, todos lo son, excepto los que vienen para acá con la misión de alertar a la humanidad con respecto a ese hecho. Pero a pesar de que casi todos los hombres, de una manera u otra, sean hijos del diablo, son también, indirectamente, hijos de Dios, ya que el diablo, directamente, es su hijo. Y por ser hijo de Dios, el demonio trae en su esencia lo divino, trae a Dios en su interior. El nombre Lucifer significa portador de la luz, y es por eso que ese ángel caído ya fue llamado Estrella de la Mañana. En realidad, él está intentando retornar a la Corte Celestial, y sabe que eso sólo sucederá en el día en que cada hombre haya logrado libertarse de su influencia. De esa manera, aunque constituya un obstáculo, él no es un enemigo, pero sí un amigo, por lo menos en potencia. Son dos faces de un mismo rostro, que se complementan como la noche y el día, o como la muerte y la vida. Una es la puerta de la otra. La comprensión es el puente que conduce lo inferior a lo superior, el diablo a Dios. Todo es una cuestión de grado.
-Usted afirma que Eva traicionó a Adán y tuvo un romance con Íblis. Pero entonces ¿el diablo también ama?
No es por casualidad que, en el Fausto de Goethe, Mefistófeles dice: “Soy el espíritu que desea eternamente el mal, pero que hace eternamente el bien”. La utilidad del diablo, como se ve, ya era presentida por el célebre poeta alemán. Tales palabras permiten entrever el milenario secreto de que es posible hacer del diablo un amigo. Según dicen los franceses: “Dans la vie tout c’est une question de savoir faire”.
-Al hablar de infidelidad terapéutica, usted hace una analogía entre la primera pareja y la mayoría de las parejas de la actualidad.
La dificultad que las parejas enfrentan para entenderse, causa de las mayores neurosis, frustraciones y problemas humanos, es tan antigua como el propio hombre. Y, aunque pueda ser superada, por haberse arrastrado durante tanto tiempo terminó siendo identificada por la mayoría de las personas como una especie de enfermedad crónica. Las pseudoreligiones, el psicoanálisis y las más variadas psicoterapias se encuentran en sus últimos estertores, impotentes ante este milenario problema. Es fácil comprobar que la sensibilidad femenina, en el 90% de los casos, trasciende la masculina, lo que permite a las mujeres captar del éter inspiración y comprensión espontáneas, que son por ellas transmitidas a los hombres de forma consciente o inconsciente. De esta forma, la mujer, por su propia naturaleza, aspira encontrar en el hombre atributos capaces de despertar en ella admiración y respeto. Pero los hombres raramente tienen autoridad para tal, y es ésta, justamente, la raíz del problema. Esta encrucijada es un reflejo del drama vivido por las parejas Eva-Íblis-Adán-Lilith. Ese drama permite entrever, a los que poseen capacidad para decifrar su rica simbología, que la cuestión sólo puede ser resuelta a través del combate a la envidia, al orgullo, y a los celos, que no son sino efectos de la influencia del diablo. Ante el casi irresistible magnetismo del Adversario, cabe a los hombres volverse menos machistas y más competentes, pues sólo así es que las mujeres, por su parte, podrán volverse cada vez menos brujas.
-Aunque posee semejanzas con el relato bíblico, la saga de Íblis no coincide con el relato del Génesis. ¿Qué fuente de investigación usted utilizó?
Se trata de un antiguo y milenario registro histórico grabado en el archivo de la naturaleza llamado memoria espiritual, archivo el cual no es la primera vez que fue consultado.
-¿Usted cree en la Biblia?
Yo interpreto la Biblia. Hago una lectura, desde la óptica del espíritu, de los significados que en ella se encuentran ocultos en la forma de antiguos símbolos que tienen la edad del tiempo.
-¿Su teoría sobre la existencia del diablo se contrapone a la teoría cristiana de la existencia del demonio?
No tengo una teoria respecto a la existencia del diablo. Se trata de una constatación de la forma como él actúa incluso a través de su no existencia, o sea, de la ilusión. Mientras el hombre es un ser, el diablo es un parecer ser. Su existencia sólo toma forma para aquellos a los que él consigue influenciar. Y la constatación de esto no se contrapone a la noción cristiana del demonio, sino que refleja la experiencia de Jesús con el infeliz.
– ¿Usted ya escribió otros libros o realizó otros trabajos sobre el tema?
Con el fin de que mis enseñanzas no queden restringidas a mis 300 discípulos, me utilizo de los más distintos instrumentos. Las obras publicadas representan una parte de ellos. En Un Cuento de Tolstoi a la luz de la Oaska (obra publicada en 1999), trato también del tema del diablo y sus formas de actuación, pero esta vez interpretando un cuento de León Tolstoi —Iván, el imbécil— a la luz de la espiritualidad.
Sin embargo, el trabajo más importante que yo realizo es el de la distribución del misterioso té Oaska, que, cuando es preparado y distribuido por quien verdaderamente lo conoce y forma parte de su historia, tiene el poder de auxiliar a las personas a transformar su peor enemigo en un amigo. Y para iniciar esa transformación, cada uno tiene que comenzar de sí mismo, ya que el primer y mayor enemigo de un hombre inconsciente es él mismo. Solamente viviendo ese proceso es que éste aprende a revertir su situación, dejando de ser influenciable para volverse influyente y pasando de la condición de sometido a la de señor. Esa reversión es resultado de un arte, el arte real, que puede ser ejercido por todos los que está en la búsqueda espiritual.
-¿Entonces usted relaciona, de alguna manera, las victorias sobre el diablo con la sabiduría?
La sabiduría de vivir está totalmente asociada a la cuestión de la victoria sobre el diablo. Ella es proporcional a la capacidad de transformar las embestidas del enemigo en beneficios y de descubrir en cada uno de sus ataques una oportunidad de aprendizaje y perfeccionamiento. Ese trabajo es más que hacer el plomo volverse oro: es hacer lo inútil volverse útil; lo horrible, bonito; lo mediocre, interesante; y lo impuro, puro.
-En el preámbulo, usted agradece al diablo por los problemas que él le ocasionó y que contribuyeron para su trabajo. ¿Qué tipos de problemas fueron esos?
Se trata de una larga historia compuesta de diversos tipos de obstáculos (palabra que en griego es diabolos). El mayor problema de la humanidad siempre fue la ignorancia, por ser generadora de incomprensiones y por llevar a los hombres a resistirse al bien. Y la ignorancia siempre se manifestó a través de los innumerables secretarios del diablo que habitan este planeta. Los medios de comunicación del sistema, por ejemplo, están llenos de ellos, y es por eso que dichos medios utilizaron los más viles recursos no sólo para impedir la circulación de mis ideas como también para deturparlas. Hubo incluso quien, temiendo ver desenmascarados sus artificios, sofismas, sutilezas y ambigüedades, no titubeó en amenazar humildes diarieros, dueños de puestos de periódicos, con el fin de impedir la circulación de mis obras.
Ya era de esperarse que todo eso sucediese, porque quien se arriesga a exponer la verdad normalmente enfrenta todo tipo de incomprensión. Pero todo es bueno. Gracias a esos obstáculos es que pude alcanzar el imprescindible conocimiento sobre el origen del mal, conocimiento del cual resultó la obra Mi amigo, el diablo. La publicación de esta obra y el sorprendente interés que ha despertado en las personas constituyen una prueba más de que las embestidas del diablo conducen siempre a la victoria cuando éstas están dirigidas a los que lo conocen, lo que viene a confirmar la asertiva, con la que finalizo el libro, de que el poder del mal es grande, pero la corona pertenece al bien.
-En nuestra sociedad, la transgresión es considerada un valor. ¿Cómo ve usted ese gusto por no cumplir las reglas? ¿Sería ése un comportamiento influenciado por el diablo?
Si la regla es establecida por alguien consciente y, consecuentemente, cumplidor de la misma, por supuesto ella proviene de una inspiración divina. No es lo que se observa, por ejemplo, en el caso de los sacerdotes y políticos en general, que, por haberse acostumbrado a desobedecer las órdenes de comando de sus consciencias, sometiéndose de esta forma a las seducciones y artimañas del Confundidor, se volvieron todavía más inconscientes que los otros hombres. Tanto es que, a pesar de vivir dictando reglas a todos, y aunque se denominen, respectivamente, representantes y amigos de Dios, son los principales causantes del devastador flagelo y del caos que asola tanto el planeta como el mundo interior de cada uno.
La confusión generalizada que hace que las reglas sean instrumento de poder y que la transgresión sea considerada una justa venganza puede ser ilustrada a través de la siguiente alegoría. En una hermosa mañana de sol, cuando Dios se bañaba, Satán, de pasada, observó las bellas vestimentas del Creador, que se encontraban sobre una piedra, y entonces, de repente, de ellas se apropió y las vistió. A partir de ahí, el Confundidor inició una larga jornada por el mundo, atrayendo, por donde pasaba, legiones de seguidores. Se trataba de personas que, embazadas por la ignorancia y desprovistas, por lo tanto, de suficiente capacidad para discernir la apariencia de la realidad, no se dieron cuenta de que habían pasado a seguir y a adorar algo diametralmente opuesto a Dios, aunque revestido de Su aparencia. Pero, conforme digo en el libro, el misterio de Dios está en todo, y por eso toda esa confusión no fue, en realidad, más que una gran celada teogónica. Y habrá de ser a través de esa celada que millares de hombres y mujeres despertarán del letárgico estado en que vivían, debiendo empezar inicialmente a sospechar y más tarde a reconocer que a quien estaban sirviendo era al propio diablo.
En vista de los maleficios causados por esos obreros del mal que se dicen amigos de Dios, yo, con seguridad, sólo podría realmente ser amigo del diablo.
-Usted dice que es importante conocer el diablo para saber cómo y cuándo él actúa y para prevenirse contra él. ¿Cómo se sabe cuándo el diablo está actuando?
El diablo actúa, en síntesis, cuando el espíritu no está comandando a la mente. Y las mayores evidencias de que eso está sucediendo son las manifestaciones de egoísmo (o sea, de indiferencia con relación al bienestar del prójimo), cuyos efectos más frecuentes son el tormento, la duda y la ansiedad. Sólo el conocimiento sobre el diablo puede desendiablar al diablo y humanizar al hombre, y, a partir de entonces, permitir a cada uno alcanzar el conforto que su espíritu necesita.
-¿Por qué usted no menciona el nombre de Jesucristo en el libro ni siquiera cuando describe pasajes bíblicos como el de la cuarentena en el desierto?
El nombre de Jesús ha sido tan explotado y tan desgastado —debido al hecho de que Su imagen sea usada con gran frecuencia como instrumento para alcanzar poder y, principalmente, dinero— que yo no veo sentido en repetirlo insistentemente.
El hecho de que cada día surja alguna nueva religión que usa el nombre de Jesús es un asunto que también tiene que ver con el diablo. Existe, incluso, una historia a ese respecto. Dos diablos caminaban por una ladera cuando vieron un hombre agacharse y tomar algo del suelo. Dijo entonces uno de ellos: “¡Es mejor prevenirnos, pues aquel hombre encontró una partícula de la verdad!” El otro diablo sonrió y ni se conmovió. “Eso no hará ninguna diferencia”, respondió, “van a sistematizarla y hacer de ella una nueva religión”.
-¿Ser un diabólogo es una condición exclusiva de un Maestro?
A pesar de los beneficios que cada vez más vengo sintiendo en el ejercicio de la Diabología, para mí no dejó de ser una sorpresa depararme con la responsabilidad inherente a este menester. La palabra diabología no consta en ningún diccionario, pero, así mismo, siento que con el tiempo esa ciencia tenderá a formar parte de lo cotidiano de todas las personas, ya que la paz y la presencia de espíritu (que en esencia todos buscan) están relacionadas con la capacidad de cada uno para conocer las mañas y manifestaciones del Adversario. Sólo que esas manifestaciones son tanto más sutiles cuanto más se haya avanzado en el camino del autoconocimiento y, por lo tanto, para conocerlas es necesario atención y cuidado permanentes.
-¿Usted cree en Dios?
Yo no necesito creer en Dios. La creencia es un estadio que antecede el saber. Mi existencia es la mayor prueba de la existencia de Dios, ya que Él es la causa sin causa y la causa de todas las causas. La causa única.
-¿Cuál es su religión?
La conciencia.
Se han lucido Vdes. Sres. de Alerta Digital con este artículo-entrevista. Sirva cómo ej. éste párrafo,para saber a que clase de personaje están Vdes. haciendo propaganda. ” El escritor, Maestro General Representante del Centro Espiritual Beneficente União do Vegetal, que ha atraído personas del mundo entero por el singular trabajo de educación espiritual que viene realizando, esclarece que querer alcanzar a Dios sin tomar en cuenta al Adversario es una ilusión, pues el hombre no llega a Él sino por el diablo, observando y venciendo el enemigo interno. En ese sentido, la Teología —el estudio de la naturaleza de Dios—… Leer más »
¿Cómo publican esta basura?
Penosa.
Basura son separatistas que estaban con el diablo en él y las personas frívolas e irresponsables que hablan sobre temas que no son conscientes, mostrando total falta de educación.
Vaya con Dios asturiano muchacho.
El diablo era catalan tambien?
XDDD
vaya estupidez de noticia, es un marujeo
Quanto a diabologia, ela não é uma religião, é uma ciência. Eu também já li este livro, que por sinal, é muy bueno!
Saludos!
Interesante la entrevista. En mala hora a llegado este hombre para crear otra religión. Por lo menos es original. Quién sabe el éxito que hubiera tenido la diabología si este hombre hubiera nacido en vez de mahmona.
A cada pregunta que se le hace la responde con un galimatías haciéndose el loco.
No me explico que dios, en vez de castigar a Satán, Lucifer o quien sea echándole del cielo, lo elimine junto al mal en el mundo. Se supone que es omnipotente, con un chasquido de dedos le bastaría.
Yo leí el libro “Mi amigo el diablo” y lo encontré una parte muy interesante en el epílogo que dice lo siguiente: En la Divina Comedia, Dante se refiere al diablo como el primer soberbio, diciendo que, por no haber sabido esperar la luz, cayó agrio. En efecto, el diablo, por ser impaciente, no supo aguardar la plenitud de la gracia y por eso cayó antes de tiempo como un fruto que cae “agrio.”. El agrio refleja el gusto amargo de los tormentos del diablo. Del mismo modo, todos los actos humanos que resultaran de la impaciencia y que, por… Leer más »
Este señor si que es un confundidor…
El diablo no puede rehabilitarse, su condena es eterna, la soberbia por demostrar a Dios que se equivoca con el hombre y que somos una criatura despreciable no hace mas que caer en el pecado de soberbia.
Este hombre dice cosas interesantes, pero nada mas, se debería aplicar la historia de los dos diablos y la partícula de la verdad.
HA LLEGADO A SI MISMO ,¡ ¿LA PREGUNTA DE¿ QUIEN SOY YO . ?,SOY EL DIABLO. RESPUESTA CORRECTA. ENTRE MILLONES DE SERES EL UNICO QUE SABE LA VERDAD .