El partido entre el Rayo Vallecano y el Real Madrid fue suspendido debido a un fallo eléctrico en el estadio Teresa Rivero. El corte de los cables de la luz en una de las tribunas del recinto hizo que la iluminación no fuese suficiente para la celebración del encuentro. Tras una hora de intentos para solucionar el problema, alrededor de las diez de la noche el árbitro Fernández Borbalán decidió que el partido no se iba a disputar.

Una hora y media antes, el recinto se encontraba cada vez más en penumbra a medida que la noche caía sobre Madrid. Los focos no se encendieron a la hora prevista y la luz era insuficiente para la práctica del fútbol. Lo que parecía un despiste de los operarios, enseguida tomo el cariz de problema.

El presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa, quiso dar explicaciones y comunicó que el fallo eléctrico se debía a “un sabotaje”. “No hay luz porque alguien ha cortado los cables”, denunció el dirigente rayista. A partir de ese momento, los técnicos del estadio comenzaron a empalmar los cables de las torres de luz, sin éxito. Tan solo tres de los focos situados en la tribuna correspondiente a la calle Payaso Fofó estaban encendidos, mientras que el resto permanecían apagados.

En esos momentos, el director general del Rayo Vallecano, Luis Yañez, confirmó las palabras de su presidente y añadió que fue “un problema ajeno al club”. “Esto da una muy mala imagen del Rayo Vallecano”, se lamentó Yañez, que no quiso valorar si el acto fue como protesta por la subida de los precios de los abonos que introdujo la directiva.

En primera instancia, las informaciones apuntaban a que el fallo se produjo después de una tormenta que cayó sobre el barrio madrileño una hora antes del inicio del encuentro, aunque ese apunte fue desmentido poco tiempo después. Fue entonces cuando parecía que el partido se iba a disputar, ya que todas las declaraciones apuntaban a ello, como por ejemplo el entrenador del Rayo, Paco Jémez, o el propio Martín Presa.

La situación comenzó a ser notoria cuando Iker Casillas saltó al campo junto a Adán, Pacheco y Sivino Louro, para comenzar su calentamiento. Fue en ese momento cuando el problema se hizo notorio, ya que después de unos minutos volvieron al vestuario porque la luz no era suficiente. A los futbolistas de ambos equipos se les pudo ver en el túnel de vestuarios esperando una decisión.

El público no llegó a entrar

El problema originó que el club de Vallecas no permitiera la entrada de los aficionados al estadio como medida de seguridad. La asistencia a un recinto prácticamente a oscuras puede originar nerviosismo entre los miles de aficionados que tenían su entrada para disfrutar del partido.

Alrededor de las diez de la noche ya fue oficial. El partido no se iba a disputar y tocaba buscarle una fecha. Según palabras de la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, había tres opciones sobre la mesa: este lunes a las cinco, a las ocho y media o ‘sine die’. El Real Madrid, a través de Miguel Pardeza, mostró su deseo de hacerlo por la tarde. Sin embargo, Paco Jémez fue contrario ya que “la afición no podría asistir al encuentro”. Al cierre de esta edición, aún no se había tomado una decisión oficial al respecto.

Habrá que esperar, por tanto, para ver si el Real Madrid consigue levantar cabeza en el campeonato liguero, o por sí lo contrario, el Rayo consigue dejarle más tocado aún. Lo que está claro es que el Barcelona termina el domingo como líder con 11 puntos de ventaja.