CIVILIZACIÓN EUROPEA: ÚLTIMOS CAPÍTULOS
BD.- Europa no puede ser una realidad duradera y estable más que a la condición (necesaria pero no suficiente) de tener una coherencia identitaria. La inmigración extraeuropea hipoteca seriamente la posibilidad de una identidad común y abre la perspectiva de la desaparición, en el transcurso del siglo actual, del sustrato no sólo étnico sino tambien cultural de Europa.
La población europea envejece a marchas forzadas, el hundimiento de la fecundidad de las naciones de Europa occidental anuncia un futuro desolador para la continuidad y la propia supervivencia de los pueblos europeos. La explicación de ese envejecimiento no reside solamente en el alargamiento de la duración de la vida, consecuencia del desarrollo de Occidente. En gran parte se debe al hundimiento de la natalidad. Los europeos no “fabrican” hijos en cantidad suficiente como para asegurar su continuidad (y a veces los pocos que tienen los van a buscar a China o a Guatemala).
El declive demográfico de los europeos contrasta con el desbordante crecimiento humano de otras zonas del mundo, África, Asia… Estas dos situaciones están intimamente relacionadas, pues el hundimiento demográfico de los pueblos europeos está facilitando un repoblamiento de Europa occidental por poblaciones extraeuropeas. La UE está, pues, confrontada a un desafío de importancia capital: su propia supervivencia está en juego porque está “vieja” mientras que todos los demás actores geopolíticos son más “jóvenes”.
Asistimos a un fenómeno de despoblamiento masivo de Europa por sus poblaciones autóctonas. La baja natalidad explica en gran parte el envejecimiento y la reducción de las poblaciones. Paralelamente a ese retroceso demográfico, Europa enfrenta desde el último tercio del siglo XX un desafío mayor: el establecimiento masivo sobre los suelos nacionales del Viejo Continente de poblaciones de origen extraeuropeo. Actualmente la población inmigrante en la UE aumenta del orden de 4 veces el crecimiento de la población de los países miembros (cuyos componentes, recordemos, no son todos de origen europeo). Es decir que por cada 500.000 nuevos europeos (que no son todos de raíces europeas, sino europeos porque son ciudadanos de países europeos) llegan 2.000.000 de inmigrantes extraeuropeos en el mismo periodo de tiempo. Si la inmigración progresa 4 veces más rápido que el crecimiento natural de los ciudadanos europeos (el cual, insistimos, contabiliza la natalidad de los inmigrantes llegados en los años precedentes), podemos concluir con facilidad que la población europea (de origen) está en trance de ser reemplazado en un tiempo histórico muy corto (un siglo o menos contando desde el inicio en los años 60 del siglo pasado para los primeros países europeos concernidos por este fenómeno) por poblaciones no europeas. Dicho de otra manera: Europa como realidad étnica, y por tanto cultural, está en vía de desaparición.
Oficialmente, según las cifras que manejan los diferentes organismos europeos que tratan de la cuestión, la UE contaría actualmente unos 20 millones de extranjeros extraeuropeos no poseedores de la ciudadanía de algún país miembro. A esa cifra hay que añadir las poblaciones no europeas, muy numerosas, que ya han obtenido la ciudadanía de algún Estado de la Unión. No hay cifras disponibles a escala europea porque en sus estadísticas oficiales, muchos países no distinguen, una vez adquirida la nacionalidad, los ciudadanos según su origen étnico o nacional.
Un ejemplo: el caso francés. Oficialmente algo más del 10% de la población de Francia es originario del contiente africano (Magreb y África subsahariana) y de Turquía. Cerca del 20% de los nacimientos en Francia corresponde a ese señalado 10% de población. Y en total, con los originarios del resto de Asia y de otras regiones del mundo, que también se reproducen, de los nacimientos en Francia de origen extraeuropeo suman el 25%. Una proyección para el año 2025 nos ofrece la perspectiva siguiente: para esa época habrá 12 millones de franceses de origen no europeo (sin contar los inmigrantes no nacionalizados, legales o ilegales, que sumarán varios millones más, ¿5, 6, 7.000.000? En total hasta una veintena de millones). No hace falta seguir aportando más datos para darse cuenta que con toda seguridad parece inevitable, de seguir esta tendencia, que de aquí a final de este siglo la población de Francia será muy mayoritariamente de origen extraeuropeo. Los últimos “galos” se están acabando, la Francia francesa, europea, blanca, se está muriendo. El caso francés, lamentablemente, no es único, la mayoría de las naciones europeas están en la misma situación, o poco menos.
Hasta aquí hemos considerado únicamente la inmigración legal, que está oficialmente contabilizada y sostenida por el “Estado Providencial” europeo. Pero la inmigración ilegal es un fenómeno que se añade a la inmigración legal, y eso de manera creciente ya que se acelera en todos los países europeos. ¿Cuantos inmigrantes ilegales entran anualmente en los países de la UE? Imposible decirlo por el propio carácter ilegal de esos flujos migratorios. Pero podemos cuantificar la inmigración ilegal en el conjunto de la UE en centenares de miles, y posiblemente un millón o más, al año. (Sólo en España la población inmigrante crece del orden de los 500.000/600.000 al año, la mitad o más de ellos ilegales). Una auténtica marea humana, que según todas las previsiones no va a remitir, sino que va a crecer en los años venideros, acelerando dramáticamente el proceso de colonización que vive Europa.
Los europeos viven un doble fenómeno demográfico. Envecejen porque no hacen suficientes hijos y son progresivamente reemplazados sobre su tierra natal y la de sus antepasados por poblaciones africanas, asiáticas y de otros orígenes, muchos más jóvenes, de manera tanto legal como ilegal. Prisioneros de su complejo de culpabilidad, penetrados por la ideología de los derechos humanos y la cantinela de la tolerancia, la diversidad, la multicultura y el mestizaje, y entontecidos por el clima de absurdo sentimentalismo entretenido por los grandes medios de comunicación, los europeos se niegan a tomar su destino en sus manos y parecen preferir desaparecer sin luchas ni sobresaltos.
Sin embargo, la dinámica descrita (despoblamiento europeo/repoblamiento con africanos, asiáticos y otros) corre el riesgo de combinarse en los próximos años con factores exteriores a Europa tanto demográficos como económicos y geopolíticos, que son las razones que determinan el origen de las migraciones. En resumen: las crisis económicas, medioambientales y los conflictos bélicos se multiplicarán en los tiempos venideros. No nos vamos a alargar en ejercicios de anticipación política. Sólo señalaremos que estamos en medio de una gran crísis económica, en una fase de evidentes trastornos climáticos y ante la perspectiva de enfrentamientos armados de envergadura en muchas zonas del planeta: una crísis global en ciernes, una convergencia de catástrofes, con fondo de explosión demográfica y hambrunas a la vista. Las migraciones no van a remitir, sino que se van a acentuar de manera dramática.
La UE ha entrado en un proceso, que mucho antes de finalizar este siglo, desembocará en la substitución de su población de origen por poblaciones no europeas. Europa no será ya Europea, ni étnica ni culturalmente. Hay pocas esperanzas para que nuestros países, a partir de poblaciones extraeuropeas, llegue a fabricar europeos de cultura. Primero porque la inmensa mayoría de los inmigrantes no son ni cristianos ni de cultura occidental, y segundo porque la voluntad de “convertir” a esos inmigrantes, no ya a la religión de los europeos, sino a los valores que estos han originado, ha desaparecido. No sólo la construcción europea tal y como está concebida hoy contribuye a erradicar las identidades nacionales, además ninguna identidad europea de substitución es propuesta en reemplazo de aquellas. En consecuencia, el inmigrante extraeuropeo llega a un conjunto económico vaciado de su contenido identitario en el cual no tiene ninguna posibilidad de asimilarse porque ya no queda nada para asimilar ni una cultura en la cual asimilarse. De ahí que esas poblaciones extranjeras seguirán siéndolo sin posibilidad alguna de dejar de serlo.
La conclusión es sombría. O bien los europeos ponen en marcha lo antes posible una especie de Plan Marshall para fomentar la natalidad de los autóctonos por un lado, y para reducir la inmigración extraeuropea por el otro (política de inmigración selectiva, abolición del reagrupamiento familiar, favorecimiento del retorno a los países de origen (mediante indemnizaciones por una parte y el corte de toda prestación económico y social), expulsión de todos aquellos inmigrantes cuya presencia no responda a los intereses de los países de acogida) o bien la civilización europea desaparecerá en un par de generaciones.
Dudo mucho que lleguemos a verlo, por que me parece a mi que antes nos habremos liado en otra guerra mundial. Y si no al tiempo.
Raza es genética, por tanto los límites de la raza no pueden estar en la cultura, sino en los genes. La cultura depende de la genética, no viceversa. Los genes no se cambian con la cultura, pero una cultura sí cambiará con un influjo genético.
https://www.alertadigital.com/2012/09/23/noruega-tendra-a-una-ministra-de-cultura-musulmana-y-de-origen-pakistani/
Los políticos y oligarquía financiero-empresarial europea son unos auténticos hijos de la gran piuta. Vale? A ver si nos enteramos de una puta vez, la inmigración es un concepto retrógrado, anacrónico, puesto al día por el neoliberalismojudión, con el apoyo de la izquierda, nacionalistas, ongs, etc., para encajar perfectamente en sus nuevos conceptos de globalización y multicullturalismo, que no existían en la XXI edicción del diccionario de la RAE dentro de la máxima de libre movimiento o tráfico de personas, condendo por ONU y Papa, que en EEUU y España sirvió para las burbujas inmobiliarias a fin de construir y… Leer más »
Solución, la expulsión. Una España unida, una Europa unida y un objetivo común. Una vez en Europa se queden los europeos habrá que empezar de cero. No podemos obligarnos a tener hijos pero si incentivar, crear empleo, calidad de vida y el estado de bienestar que poco a poco esta desapareciendo. Entonces tener un hijo será otra cosa ! Y podrá ir a un colegio con europeos o españoles ! Y no como ahora, que da miedo. Expulsión de los inmigrantes y mas aun del colectivo islamista además de dimisión obligada de todos estos políticos que nos hunden el país.… Leer más »
Está claro que el laicismo, liberación sexual, feminismo, multiculturalismo y resto de mandangas nos ha creado un vacio interior que es el preludio del suicidio social. Por otro lado los gorrones que han venido de fuera a cambiar nuestro modo de vida, si nosotros desaparecemos, lo único que van a conseguir es reproducir aquí la misma miseria de los lugares de los que provienen. Disfrutemos de los políticos más estúpidos que ha habido en Europa en siglos.
El materialismo, la irresponsabilidad, la cultura del no esfuerzo y la comodidad…
Tener hijos requiere tiempo y sacrificio(de ahí que muchos que los tienen ni se molesten en educarlos)
La solución es fácil.
Tenemos que unirnos, agruparnos, y aislarnos del resto, tenemos la solución.
Es mejor que de Europa solo queden un par de paises donde se congreguen todos los europeos, a que haya muchos europeos repartidos.
Eso es lo primero que deberíamos hacer. Buscar un lugar estratégico dentro de Europa donde poder preservar nuestra cultura y etnia.
Por si el continente europeo en si no fuera ya lo suficientemente pequeño… ¿Eso es lo que vamos a hacer? ¿Recluirnos como las ratas? Porque los europeos ya éramos los únicos que estaban recluidos en su propio (pequeño) continente, a diferencia de otros. Y si nos vamos a recluir todavía más, nos volverán a invadir otra vez (siempre lo consiguen, esta gente siempre encuentra un agujero por donde colarse), y en vez de dos países ya solo tendremos uno. ¿Esa es la solución? ¿El destino que se merece nuestro continente? ¿El nombre de nuestros antepasados? ¿Entregar nuestro continente al enemigo… Leer más »
Si no llega a ser por Europa el mundo aun estaría en edad de piedra…
O luchamos o nos espera la muerte,asi de claro. Nos espera un futuro oscuro,lleno de barbaridades,luchas,miseria y tambien sacrificios,esto es la realidad.
es triste. yo solo espero haber muerto y no llegar a ver este final para nuestra raza blanca. hay q hacer algo, pero mientras tengamos futbol y cotilleo, y algo de pan, seguiremos permaneciendo en casa permitiendo q esto suceda
La unica solucion a esto es que los europeos actuen de alguna manera, y algo tan democratico es votar a partidos que pongan como como prioridad nuestros intereses antes que los de fuera.
Si nostros mismos no reaccionamos, no hay nada que hacer, porque no va a venir nadie de fuera a salvarnos. Depende de nosotros mismos.
Mucho se ha dicho ( y con toda razon) que la inmigracion islamica y africana descontrolada, fue especialmente alenatada por las clases empresariales y politicos a su sueldo, para abaratar el costo de la mano de obra en Europa, auqnue esto generara desempleo y bajos salarios al trabajador europeo promedio. Pero creo que incluso las cosas han llegado a un grado de inestabilidad y caos que, hasta para estas astutas clases empresariales y politicos a su servicio la inmigracion masiva ya no deberia convenirles; paso a explicarme; Como es sabido, un enorme porcentaje de estos inmigrantes NO LES GUSTA NI… Leer más »
Pero que buen comentario. Así es, si señor.
No es posible, que hasta el mas tonto de los cuidadanos españoles y por extensión europeos prevenga este caos, mientras todos los políticos, democrácias, y demás lideres de occidente, sigan columpiandose en los buenismos y las alianzas para consegui votos.
Europa no puede hincar más la rodilla, los Ejércitos deben de extirpar el cancer que se come nuestro sistema empezando por los políticos y las democrácias, si no somos capaces de sostener nuestros sistemas, dejemos paso a los Ejércitos a ver si al menos salvan los muebles.
Hay más soluciones. Pero requieren coherencia y determinación, virtudes ausentes en nuestros políticos.
Las cartas están repartidas.Los políticos las han marcado, vendiéndose a intereses espúreos y para su propio beneficio, al pueblo no le han dejado ni acercarse a la baraja.Todo lo hacen a sus espaldas,pero eso si ,manifiestan actuar en beneficio del mismo.Europa va cediendo y doblegándose,¿necesitamos la ayuda de los eslavos para levantarnos?. Pues adelante con Putin,si nigun europeo occidental lo hace.
El fenecido gadafi ya hablo de una europa que seria el último regalo de Alá y que
seria ganada sin espada, el consejo que da el sarraceno es casar con nativas
europeas y procrear muchos hijos toda la familia bajo la ferula islamica,faltaria plus
y asi toma consistencia el aserto del difunto coronel y solo seria cuestión de tiempo para que se cumpliera tan macabra profecia .
pues por mi…que le den a europa!
La foto que ilustra el artículo pinta a la perfección la decrépita decadencia que significa esta UE, ataúd de los pueblos europeos.
La inmigración siempre ha sido un atraso. La actual invasión inmigrante es demencial. Cortándoles la sopa boba, se pararía bastante. Pero el corte de la sopa boba lo tienen que hacer los políticos. ¿Lo harán los corruptos actuales (glorifican a genocidas con desparpajo)? Pues habrá que poner otros.
Cada cuatro años se pone a “otros”, pero siguen haciendo más de lo mismo…