Anglada posa junto a ‘La Moreneta’ en el monasterio de Montserrat, epicentro del catolicismo catalán.

A. Robles.- En cualquiera de los actos públicos de su partido, Josep Anglada insiste en desgranar la colección de valores que pueden y deben robustecer la musculatura moral europea frente a la crispada estafa multicultural que defiende la casta a cambio de no sabemos qué. Hemos esperado un tiempo, de propósito, antes de presentar a los lectores la parte más intima y humana de Josep Anglada, sus inquietudes humanas y sus principales referencias éticas.

Igual que en los mejores momentos de la historia de Cataluña, el presidente de PxC reivindica la espiritualidad como santo y seña de un pueblo con seny que siempre supo comportarse aristocráticamente, con arreglo a la mejor tradición catalana.

Anglada responde a las preguntas de AD llevado por el instinto de la historia de su pueblo, que es la manera más segura de sostener y perfeccionar con la cabeza la supervivencia de su alma bimilenaria.

En sus respuestas se ve con nitidez que Plataforma per Catalunya (PxC) es, y deberá seguir siéndolo, el pórtico indispensable para cualquier intento serio y viable de alternativa al desastre. El brazo firme y sereno de Josep Anglada se enfrenta con su escalpelo moral a todos los políticos e ‘intelectuales’ que brotan como enormes bubones y póstulas malignas de la atormentada piel de Cataluña.

-Vivimos inmersos en tiempos difíciles, en los que la falta de referencias éticas casi nadie parece echar en falta. Eso se traslada también al campo de la política. ¿En qué hemos fallado para que el sistema pondere antes al truhán que milita en un partido políticamente correcto que a un dechado de virtudes que, sin embargo, lo haga en un partido tan poco convencional como la PxC?

En uno de los recientes artículos publicados en mi blog y en AD dije que la crisis antes que económica, política o social, es una crisis de principios y de valores. Se han perdido las referencias y las ideas profundas que dan orden y coherencia a una sociedad. Estamos en la época de lo que algunos pensadores italianos han denominado “il pensiero devole”, que no es más que la falta de toda referencia profunda y sólida. Algunos denunciamos esta decadencia moral y hacemos de esta denuncia una bandera política, por eso nos marginan y nos acusan, simplemente por oponernos al sistema de no-valores dominante.

También por este motivo, nos intentan presentar como outsiders, y es que realmente estamos fuera de sus coordenadas de pillería, estafa y latrocinio permanente y continuado. Somos una alternativa no sólo política, sino también ética y de regeneración moral. Por eso temen tanto a Plataforma per Catalunya, y los incapaces a lo que temen, insultan y calumnias. Es su último recurso.

“La Iglesia debe volver a defender las tradiciones y la identidad de Cataluña”

-Su partido reivindica las raíces cristianas de Cataluña como base indispensable para entender su pasado y su postrer desarrollo. ¿Qué siente cuando comprueba la disminución del número de asistentes cristianos a oficios religiosos? ¿Se puede revertir esa crisis de fe que parece afectar de una manera muy notable a Cataluña?

La disminución de asistentes a los oficios religiosos es un reflejo más del vacío moral y de la falta de referencias que padece la sociedad catalana, la española y europea en general. No soy teólogo, ni me compete dar consejos a la Iglesia, pero creo que la apuesta que ha hecho el catolicismo oficial al apoyar abiertamente la inmigración y la pérdida de las señas de identidad de la sociedad catalana, juega en su contra. Si la Iglesia quiere volver a ver llenos sus templos, creo que debe hacer una defensa de las tradiciones, de los principios, de la historia y de la identidad de la sociedad catalán. Así fue como funcionó durante siglos, y es la única forma de que siga funcionando.

-¿Qué aporta el Cristianismo a la vida de Josep Anglada?

Moral, orden, principios, referencias superiores, guía espiritual, fuerza interior, y –por qué no decirlo- un explicación sobre las cuestiones metafísicas que a todos nos ocupan, y entre las que se incluye por supuesto la muerte y la vida ultraterrena. El cristianismo aporta a Josep Anglada una ética para el día a día, basada en valores como la caridad, el compromiso, la sinceridad, la entrega, el respeto y el amor al prójimo. Y en mi vida profunda, me aporta lo que le he dicho antes, el conocimiento y las explicaciones profundas que todo hombre necesita.

Devaluación de los principios éticos

-¿Por qué cree que hemos llegado al punto en el que resulta más moral para un cargo público sostener lo contrario de lo que privadamente piensa?

Por lo que le comentaba antes, por una inversión negativa de los valores tradicionales y de los principios éticos sobre los que siempre se ha sustentando las sociedades europeas. Le pondré un ejemplo de la antigua Roma: el censor era el encargado de señalar al que trasgredía las normas morales inviolables para los romanos. Como tal el censor sólo se ocupaba de la actividad pública de las personas, es decir, de que sus actuaciones pública se correspondieran con el honor y el cumplimiento de lo prometido. No se toleraba ninguna transgresión en este sentido, mientras que lo que hacía dentro de su casa y en su vida privada era algo de su única y propia incumbencia. Hoy es lo contrario, se ve normal y se toleran actitudes pública basada en la mentira, en el robo y en la corrupción, como si fuesen “normales” y la moral se ha convertido en un simple moralina, en “cotilleo de alcoba” de bajas miras y de nula transcendencia real.

-¿Qué es para usted la familia?

La familia es la célula básica de la sociedad, en cierta medida es la prolongación de uno mismo, la continuidad sanguínea, la pervivencia del linaje. Es increíble que hoy la familia esté desvalorizada y frivolizada permanentemente. Si la civilización europea ha sobrevivido durante milenios ha sido precisamente gracias a esta institución, sagrada para los griegos, los romanos y para el catolicismo. Sin familia no hay sociedad, porque la familia es una sociedad en pequeña escala. La familia es una comunidad de amor y compromiso entre dos personas con el objetivo de transmitir los valores, los principios y la señas de identidad de las que somos portadores a los hijos, para que ellos a su vez hagan lo mismo con los suyos, creando una cadena sin fin a través del tiempo.

“España es un país maravilloso”

-¿En qué lugar de Cataluña o del resto de España le gustaría perderse unos días?

España es un país maravilloso, lleno de rincones impregnados de historia, lugares llenos de tradición, monumentos que son la memoria de un pasado glorioso, paisajes bucólicos que invitan a la reflexión y al relax. Me he sentido muy cómodo en cualquiera de los rincones de España, un país tan completo, variado y diverso en la variedad, y espero poder conocer algunos de los pocos que me faltan. También me gustaría invitar al resto de los españoles a conocer Cataluña. Esa gran desconocida para muchos de ellos. Estoy seguro de que la visita les sorprendería y terminaría con muchos de los injustos tópicos que existen sobre nosotros, los catalanes. Pero tengo que decirle que Josep Anglada es un apasionado de Vic, llevo a mi ciudad natal siempre en mi corazón, y para perderme, escogería siempre cualquier rincón de mi querido Vic natal. Soy un hombre íntima y profundamente ligado a la ciudad donde nací, crecí y me hice el hombre y el político que ahora soy.

“El aborto es siempre la peor de las soluciones”

-¿Qué consejo le daría a una adolescente que quisiera someterse a un aborto?

Le rogaría que no lo hiciera. El aborto es siempre la peor de las soluciones, y además un trauma seguro para la adolescente que lo comente. A esa adolescente le diría que dentro lleva una vida, y que nada debe llevarle a cortar esa vida. Entiendo que haya adolescentes que se vean abrumadas ante la posibilidad e tener un hijo, les recomendaría encarecidamente que se dirigieses a una de las muchas asociaciones que hay para tratar estos casos y que facilitan la adopción de niños no deseados a familias que sí los pueden cuidar bien, es una opción que aporta vida y felicidad (a ella misma, a su hijo y a la familia que lo adopta) frente al aborto que es una opción de muerte y de dolor.

Quiero añadir que Plataforma per Catalunya es partidaria de que desde el Estado (central y autonómico) se creasen lugares de acogida y adopción temporal donde las madres adolescentes pudieran dejar sus hijos en manos del Estado, que debería correr con los gastos y con la educación, hasta que la madre estuviese en las condiciones económicas y vitales de recuperarlo. Estamos seguros que de este modo se evitarían muchos abortos. Necesitamos a todos los niños catalanes, españoles y europeos que tengan que nacer. El aborto es parte del suicidio demográfico de Catauña.

Amigos de otras razas

-¿Tiene usted amigos de otras razas distintas a la europea?

Sí, por supuesto, y me unen profundos y sinceros lazos de amistad con cada uno de ellos. Lo he repetido varias veces, odio la xenofobia y el desprecio a los demás. La xenofobia es lo contrario del gusto, el respeto y la positiva valoración de las identidades. Hemos de defender las identidades, cada una en su propio ámbito. Eso dará como resultado que, esa misma amistad que tengo con gentes de otras razas, se convierta en amistad, conocimiento y respeto entre todas las razas del mundo. Lo contrario de lo que provoca la inmigración, la pretendida multiculturalidad y la nefasta globalización.

-¿Qué consejo le daría a un joven catalán que desea encauzar rectamente su futuro pero carece de los medios y de las oportunidades para hacerlo?

Que no se conforme con la situación actual y que luche por que en Cataluña existen las condiciones objetivas para que él y todos los jóvenes catalanes encuentren todas las oportunidades necesarias para desarrollar sus capacidades. Somos un gran país, Cataluña es y siempre ha sido una zona puntera de Europa y no podemos permitir que lo que hemos logrado con tanto trabajo y esfuerzo se rompa por la ineptitud de los políticos y el capricho de la casta financiera.

A este joven le diría también –y sé que es difícil- que no enfoque el problema desde una perspectiva personal, sino desde una perspectiva comunitaria. Es necesario concienciarse, asociarse y movilizarse. El problema actual no es que haya un joven catalán en esa situación, el problema es que hay miles, tantos que la única forma de solucionar el problema es una acción conjunta, coordinada y valiente, para decir basta, para decir que queremos otra Cataluña que asegura nuestro futuro y el de las generaciones venideras. Y lo digo claramente, esa otra Cataluña es posible, pero sólo será posible si Plataforma per Catalunya –el único partido que defiende realmente a los catalanes- tiene el suficiente poder en las instituciones como para hacerla realidad.

Vic en la vida de Anglada

-¿Qué importancia tiene la ciudad de Vic en la vida de Josep Anglada?

Tengo la suerte de ser una de esas personas que vive permanente enamorado de su ciudad. Confieso mi pasión por Vic, un sentimiento que ni puedo ni quiero ocultar. Vic es mi identidad, mi pasado, mis raíces. Vic es donde me reconozco y donde me reconocen. Ser la segunda fuerza municipal en mi propia ciudad es algo que me emociona y me llena de orgullo. En Vic es donde realmente me conocen y donde me conocen veo que me quieren, me aprecian y me valoran. Contra eso nada puede ni nada podrán las infames campañas de la prensa rastrera.

En Vic soy muy querido como persona y muy valorado como político. Le aseguro que en 2015 esto tendrá reflejo en las urnas y Anglada logrará una resultado espectacular en las municipales de ese año. Recomiendo a todos los que no conozcan mi ciudad que vengan a verla, es un destino turístico y cultural de primer orden. Aquí están resumidas y representadas la historia y la identidad catalana en toda su profundidad temporal. Desde el templo romano hasta los edificios medievales de la época de la Reconquista contra el islam; desde los palacios renacentista hasta el Vic modernista de la época e la Renaixença, Vic es en cierto modo el alma de Cataluña.

Desgraciadamente, el visitante de Vic verá también en todo su dimensión, el problema de la invasión que está sufriendo Cataluña; de hecho hay zonas que se parecen ya más a Kabul o a Kinshasa que a Cataluña. Por eso Vic necesita una segunda reconquista.

La niñez, un lugar común

-¿Qué parte de su niñez le gustaría recuperar?

Recuerdo con gran cariño y con cierta nostalgia mi niñez. Fui un niño completamente feliz y eso es algo que contribuye a dar seguridad y aplomo en la madurez. Si tuviera que destacar algunos recuerdos concretos, señalaría las fiestas de infantes de mi colegio en las que participaba con enorme alegría junto a mis compañeros de colegio, con lo que todavía conservo una entrañable amistad. También tengo un recuerdo especial para las fiestas tradicionales de Vic, fiestas en las que todo era identidad y enraizamiento. En aquel Vic todos éramos y nos sentíamos parte de una misma comunidad popular e histórica, y celebrarlo era el sentido de esas fiestas tradicionales de mi ciudad, como en realidad lo era en el de todas las ciudades catalanas y españolas de aquella época.

Desgraciadamente, la invasión migratoria que estamos sufriendo hace que ese sentido profundo de las fiestas populares se esté perdiendo, es un desafío para los identitarios recuperar su simbolismo y su verdadero significado.

-¿Cómo transcurre un día cualquiera para usted lejos de la actividad política?

Soy un hombre eminentemente social, las relaciones con los demás me enriquecen y me hacen sentir bien. Por eso, aún cuando no estoy en actividad política, me gusta pasear por Vic, hablar con la gente, saber de sus problemas, de sus inquietudes y de sus alegrías. Me gusta reunirme con los amigos de siempre y charlar de lo que la vida nos ha deparado y de las metas que hemos propuesto. Soy un hombre del pueblo y me gusta sentir de cerca el calor humano de los míos.

-¿Se pueden tener amigos en política? ¿Cuál fue la última vez en la que se sintió usted traicionado?

Desde luego que sí, yo tengo muchos, mi experiencia política me ha servido para conocer gente idealista, honrada, entregada, trabajadora, preocupada por el futuro de nuestra gente y dispuesta a luchar duro por un futuro mejor. Siempre hay excepciones –que son las que desgraciadamente más se conocen- pero le digo que en un partido idealista como Plataforma per Catalunya se conoce gente que a uno mismo le sorprenden por su generosidad, por su esfuerzo y por su sacrificio, generalmente a cambio de nada. Plataforma per Catalunya es una buena escuela de vida, donde se conoce a gente que es amiga, o algo más que amiga. Para los que luchamos día a día en esta difícil trinchera contra todo y contra todos se crean lazos personales realmente fuertes y profundos.

-¿Cree en las teorías que apuntan a la existencia de poderes ocultos que controlarían el devenir de nuestras sociedades?

Yo sólo creo lo que constato. Y sí que constato que hoy el poder político está sometido al poder financiero, y que es poder financiero pone y quita gobierno a su antojo (véase por ejemplo los casos de Italia y Grecia) saltándose los conductos de la democracia formal a su antojo. Sí que constato que ese poder financiero y esos gobernantes que imponen pertenecen siempre a determinadas organizaciones, Bilderlbergs, Trilateral, etc, y que por lo dicho, estas sociedades –no democrática y que no se presentan a elecciones- tiene un poder basado en el dinero y en la presión económica, que nadie le ha dado democráticamente. Pero esto no son poderes ocultos, son bien visibles y constatable, lo que no son es ni transparentes ni democráticos.

– ¿Podría sobrevivir políticamente Josep Anglada sin percibir ni sentir el afecto de los demás?

Soy una persona social y por lo tanto el afecto de los demás es algo muy importante para mí que valoro en muy alto grado y que es uno de los elementos que me da fuerza para seguir en la dura lucha que supone dirigir un partido. Sin duda, no contar con el afecto de los demás sería una sensación negativa. Pero he de decir claramente que, en cualquier circunstancia, Josep Anglada seguirá siempre en la lucha por la defensa de la identidad catalana, española y europea frente a la invasión y la globalización. Nada hará que esto cambie; mi compromiso es ineludible y sin posibilidad de marcha atrás.