Tres desaparecidos y dos heridos en la explosión de una almazara en Moraleja (Cáceres)
La explosión de una almazara en la localidad cacereña de Moraleja ha dejado dos trabajadores heridos de diversa consideración y tres desaparecidos, según confirma Cruz Roja. La deflagración se ha registrado poco antes de las doce del mediodía en un depósito de aceite de Industrias Oleícolas Sierra de Gata, a las afueras de la localidad. En la fábrica trabajan unas seis o siete personas. Hasta la zona se han desplazado bomberos del parque de Coria, Cáceres y Plasencia.
También trabaja en el lugar de los hechos un helicóptero del servicio de extinción de incendios. La zona permanece acordonada, mientras los bomberos tratan de localizar a los desaparecidos. Existe riesgo de que el fuego se extienda al resto de los depósitos existentes. En estos momentos, la labor de los servicios de extinción se centran en reducir la temperatura de las instalaciones para poder entrar.
Los medios sanitarios desplazados son dos UVI móvil con base en Coria y Caminomorisco, otras dos ambulancias convencionales y un helicóptero medicalizado. Han acudido además patrullas de la Guardia Civil, Policía Local y un camión-retén del Infoex de Cáceres. Cruz Roja ha activado un equipo de intervención psicosocial.
El suceso ha generado una gran alarma entre los vecinos, que se están acercando hasta el lugar del incendio para saber qué está pasando. Según el dueño del bar El Ruedo de Moraleja, cercano a la industria, “la explosión ha sido tremenda”. La gran columna de humo puede verse desde cualquier punto de la localidad cacereña.
El presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, se ha desplazado hasta el municipio.
Este no es el primer incendio que se produce en Moraleja, ya que en el año 2005 también se vivieron momentos de pánico por un fuego declarado justo enfrente de la industria afectada por el suceso de hoy. Los trabajadores de la almazara fueron los primeros en apagar el incendio por miedo a que las llamas llegaran a su empresa, cuyo suelo se encontraba lleno de alpechín, sustancia altamente inflamable.