De la Ley Sharía de unos a la Ley de la Paridad de otros
Fernando Perelló.- Actualmente el auge irresistible del integrismo islámico, convierte la relación entre occidentales y musulmanes fundamentalistas en una preocupación creciente. Importa analizar esta situación porque afecta a un colectivo de muchos millones de islamistas asentados en territorios occidentales cuyo acoplamiento está en ciertos casos en entredicho.
La demografía galopante y el desarrollo de las comunicaciones globales enfrentan conceptos socio-religiosos cuando la observancia de la Ley Sharía ya demuestra que la pluralidad de opiniones no es de fácil acomodo cuando no de imposible aplicación.
La expedición de Napoleón a Egipto, a principios del siglo XIX, y el ejercito británico colonizando países árabes, confirmaron a éstos, el hecho incuestionable de que los occidentales eran superiores en todo. La frustración era inevitable.
En 1928 en Egipto se fundó el movimiento Hermanos Musulmanes, defensor sunni de la Ley sharía, que ya se aplicaba con el wahabismo en Arabia Saudí. Al no coincidir la política religiosa de los gobiernos egipcios con la Ley sharía, dos de los primeros ministros fueron asesinados por los Hermanos Musulmanes, uno en 1945 y el siguiente en 1948.
En 1952 Gamal Abdel Nasser dio un golpe de Estado al frente del movimiento de oficiales libres y proclamó la república. Al poco las relaciones con los Hermanos Musulmanes se agriaron y ya en 1954 tuvo que sortear un atentado contra su vida que estos habían preparado. Su sucesor Anwar Al Sadat, que formaba parte tanto del movimiento de oficiales libres como del de Hermanos Musulmanes fue asesinado en 1981. Años después fue otro fundamentalista egipcio, Mohamed Atta quien dirigió los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, mientras que la masacre de Madrid fue obra de fundamentalistas magrebíes. Ambos atentados fueron inspirados por Al-Qaeda, de Bin Laden, defensor a ultranza de la Ley sharia.
En las elecciones egipcias a punto de celebrarse, los presuntos vencedores, tanto los Hermanos Musulmanes como los salafistas, se comprometen a realizar una rigurosa interpretación de la Ley sharia (y prometen el paraíso en la tierra para los pobres, prohíben la vida precaminosa, imponen el uso del hiyab, establecen la separación de sexos en todas las esferas, etc.)
Y ¿cómo lucháis vosotros, en vuestro territorio, para contrarestar la acción de la Ley shariía?, me preguntó de sopetón, como quien no quiere la cosa, mi amigo sueco de Estocolmo.
Vosotros, le comenté, los del norte, incluyendo en este caso a franceses e italianos, anuláis la identidad jurídica de la mujer, o peor, la alteráis obligándola al casarse a adoptar la de su marido. Nosotros, continué, secularmente, no sólo respetamos la identidad jurídica de la mujer, que conserva al casarse, sino que además la transmite a sus descendientes al tener hijos.
Vosotros, me replicó mi amigo sueco, habéis hecho de la mujer una víctima, en realidad un mito, y del hombre un machista, en realidad un bruto. Vosotros, continuó, sois el único país de la Unión Europea en tener una ley específica en defensa de la violencia de género, 60 casos mortales anuales de los cuales una tercera parte corresponde a residentes extranjeros, siendo España tal vez el país con menos incidencia de casos por este concepto, cuando en muchos países de la UE ni siquiera existen estadísticas.
Y tal vez por ello sois los adalides de la defensa de la retrógrada supuesta ley de paridad de puestos en los consejos de administración de empresas tanto públicas como privadas. Y también vosotros sois aquellos que os obstináis en ningunear el hecho que la primera causa externa de defunción es el suicidio. De 3.100 a 3.500 suicidios cada año. Cifras escandalosas de las cuales nunca habláis. Tal vez sea porque los varones son los que más se suicidan: 2.456 frente a 689 mujeres, según el Instituto Nacional de Estadística. O como comenta un internauta “si en puestos directivos hay ocho hombres suicidados por cada mujer y no se habla nunca de competencia, esfuerzo, aptitud ¡no!, se habla solo de discriminación y de que hay que poner cuotas a la fuerza. Bonita sociedad la que estamos creando para los hombres. Dan ganas efectivamente de suicidarse”.
En verdad creo que ha llegado la hora, le contesté, de rescatar al hombre y dejar de considerarle como un explotador o un bruto.
El suicida es un hombre solitario, de ascetismo amargo, en un mundo sin domicilio fijo, que se siente perseguido y perseguidor, o victima de un destino dramático, disfrazando su humilde soledad. Mal visto por la sociedad que obviamente le ignora. Murió mal como mal había vivido, es la conclusión de muchos. El desinterés generalizado para la principal causa externa de defunción, por encima de los accidentes de tráfico, no parece ser la respuesta adecuada. Las situaciones de pacientes en fase de tránsito hacia cambios de sensibilidad o de alteraciones del estado mental en una sociedad en creciente desarrollo de la violencia, deben ser analizadas, debatidas con propuestas de soluciones en proporción a su importancia real. El hombre se lo merece y la sociedad se lo debe.
Cuando ya nos aprestábamos a concluir la charla y tomar el café habitual en el lugar de siempre, una voz surgida de una mesa de al lado, que no carecía de aplomo, increpó a mi amigo sueco de la siguiente manera: los hechos se bastan por si mismos, le dijo. Ocurre que los hechos los plantean ustedes a su manera. Los exigen a su modo y los resuelven de acuerdo con sus formas. Pero como la estadística ya fue considerada como la última mentira del siglo XX, permítame que le plantee el siguiente tema:
El 01/05/2012 tres ciudadanos de la Unión Europea, un español, un francés y un alemán, van a cumplir 60 años. El español arrastra un paro nacional del 25% para continuar trabajando hasta los 67 para una vida laboral de 40 años. El francés con un paro nacional del 10% se jubila y pasa a la situación de pensionista, cobrando de la seguridad social francesa como si estuviera en el paro, para una vida laboral de 35 años. El periodo de 7 años afecta al 100% de la fuerza laboral francesa y representa el 20% en términos contables de la seguridad social ¿No sería lógico considerar que el paro real en Francia es de este 20% mas el 10% reconocido como tal, o sea del 30%? El alemán continúa trabajando durante 7 años para su vida laboral de 40 años, pero tiene a 6,5 millones de ciudadanos en el sistema de minijobs de 14 horas a la semana, lo que reduce en 2/3 sus prestaciones a la seguridad social ¿no sería justo considerar que ello representa el 10% (sobre 40 millones de inscritos en la seguridad social) que añadir al 7% reconocidos lo que nos llevaría al 17%?
Y ¿no será, remató, que no son nuestras horas trabajadas sino nuestro paupérrimo I+D, nuestro escaso nivel tecnológico, nuestro brillante absentismo, el reducido número de emprendedores y el excesivo número de empleados públicos sin funciones, nuestra baja productividad y nuestra escasa competitividad, así como la ridícula pretensión que todos los servicios públicos tienen que ser de primerísima calidad y absolutamente gratuitos para todos, lo que nos hunde en la miseria?
Ante el mutismo sideral de mi amigo sueco de Estocolmo, surgió, de otra mesa de enfrente, de una cabellera rubia incandescente y una vocecita transparente, la siguiente pregunta: todo esto está muy bien, dijo, pero ¿cuándo tendremos tantos puestos de los consejos de administración de las empresas públicas y privadas como los hombres?
Cuando tengáis en la vida real tantas pintoras creativas de relevancia como pintores tenemos los hombres, tantas compositoras famosas como compositores tenemos los hombres y tantas inventoras reconocidas como inventores de fama mundial tienen los hombres.
Tal fue la respuesta tajante de mi amigo sueco de Estocolmo, pero como se hacía tarde, el café se enfriaba ostensiblemente y la temperatura ambiental subía sin razón aparente, me pareció oportuno proponer convertir la conversación en una tertulia abierta a todos, en el mismo lugar pero en otra ocasión, para no fusilar conceptos seculares que pudieran ser considerados de discutible vigencia, lo cual fue aceptado por casi todos.
Los extremistas nigerianos prometen comerse al presidente del país
El grupo extremista nigeriano Boko Haram prometió comerse al presidente de Nigeria, Jonathan Goodluck. Así amenazó el líder de la organización terrorista, Abubakar Shekau.
En enero de 2012 Boko Haram dio un ultimátum que exigía que todos los cristianos abandonen las regiones norteñas del país. Más tarde el grupo reforzó su campaña de terror, haciendo explotar templos y otros lugares públicos y atacando a la Policía
http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_38666.html
EL UNICO REMEDIO ES DECLARAR LA GUERRA CONTRA EL ISLAM
EXTERMINAR A LOS FANTICOS DEL TERRORISMO