Unos padres de Cádiz valoran en 214.000 euros la vida de su hijo sano al que decidieron abortar pensando que estaba enfermo
La siguiente historia es un compendio de horrores propiciados por la actual cultura de la muerte imperante en nuestra civilización. Los servicios jurídicos de la asociación “El Defensor del Paciente” han presentado una reclamación patrimonial por valor de 214.000 euros ante la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía por la presunta negligencia llevada a cabo por un negocio de abortos de Sevilla concertada con el SAS, que practicó un aborto selectivo en una joven gaditana al mellizo que tenía sano en lugar del que presentaba una grave cardiopatía fetal incompatible con la vida.
En declaraciones a Europa Press Televisión, la madre que decidió cuál de sus hijos debía vivir y cuál no, natural de Cádiz, ha relatado que los hechos se remontan a 2008, cuando decidió que quería ser madre. Sus posibilidades de quedarse embarazada entonces eran escasas, motivo por el que inició una tratamiento para someterse a un proceso FIV (Fecundación In Vitro), llegando a soportar hasta “siete intentos de embarazo frustrado”.
Finalmente, en 2011, y al octavo intento, consiguió quedarse embarazada de gemelos, también por procedimiento FIV, si bien cuando estaba en la semana 20 de gestación el Hospital Puerta del Mar de Cádiz le diagnóstico que el segundo feto padecía una “cardiopatía fetal grave”, denominada “truncus arterioso”.
Esta patología es una malformación consistente en la existencia de una comunicación ventrículo-arterial única, que da origen a las arterias sistémicas, pulmonares y coronarias. El tronco arterial común se encuentra cabalgado entre ambos ventrículos y se asocia siempre a una comunicación intraventricular.
Este hecho, ha explicado la mujer entonces embarazada, provocaba que decidieran que no querían que viviese: “Por lo que mi marido y yo decidimos abortar al bebé enfermo por la mala calidad de vida que iba a tener y para que así el otro bebé sano cogiera más peso y creciera mejor”, precisó.
El aborto fue autorizado por el Comité de Interrupción Voluntaria del Embarazo del Hospital Puerta del Mar y la derivaron a una clínica privada de Sevilla concertada con el SAS. En diciembre de 2011, la gestante fue atendida por un ginecólogo, al que le aportaron toda la documentación que traían del Puerta del Mar sobre el feto que traía afecto de ‘truncus’.
“Comentándole que el ginecólogo le había comunicado que era el segundo gemelo el que estaba enfermo, a lo que el médico le preguntó si era el de la izquierda o el de la derecha”, y a lo que la joven gaditana le contestó que “él era el médico” y que lo desconocía pero que “estaría en la historia clínica que le entregaba”.
“Entonces el doctor me hizo allí mismo una ecografía, y tras la misma, me dijo que ahora todo lo veía muy claro y que ya sabía cuál era el mellizo que estaba enfermo. Mi marido y yo le preguntamos hasta en cinco ocasiones que si lo tenía claro y el nos dijo que sí”, ha relatado Gema.
Acto seguido, realizó una fetolisis selectiva –pinchar con una aguja fina, larga, hueca, a través de la barriga– al supuesto gemelo enfermo para terminar con su vida.
Pese a ello, a su vuelta al Hospital Puerta del Mar de Cádiz, y tras una ecografía, “se percataron que habían pinchado al feto sano y que el feto con el problema del corazón seguía vivo en el interior. No me lo creía”.
La situación de la futura madre se tornó dramática. “Lloré muchísimo, me quería morir, después de tantos años intentándolo y de seis meses que estaba ya, no me podía creer que un médico cometiese este fallo tan gordo”, ha relatado angustiada Gema.
Al seguir portando en su interior un feto con una malformación congénita, y otro feto muerto en el interior del mismo, Gema, lejos de arrepentirse, solicitó de nuevo autorización al Comité Clínico de Interrupción Legal de la Gestación del Puerta del Mar para terminar con la vida de su otro hijo.
De esta manera, llegó a abortar a finales de enero de este año en otra clínica diferente de Sevilla, para finalmente, llegar a programarla el aborto de los dos fetos muertos.
A la vista de todos estos hechos, la que para algunos abortistas provida españoles sería una “victima del aborto” ha presentado una reclamación patrimonial por valor de 214.000 euros ante por una ‘grave negligencia médica’ por parte del primer negocio de abortos de Sevilla que mató ‘erróneamente’ al feto que no portaba la dolencia, y que tenía 20 semanas y un día de gestación en el momento de la intervención que ahora denuncian.
Con respecto a la cifra económica, Gema ha aclarado que nadie le puede pagar “el dolor tan grande” por el que ha pasado. Mucho menos a ninguno de sus dos hijos a los que han matado. A su vez, ha precisado que con el dinero de la indemnización, en el caso de que el proceso le sea favorable, “todo será para pagar los costosos tratamientos a los que me quiero someter para volver a intentar ser madre”.
Además, los servicios jurídicos de Gema aluden a lo gravoso de este caso, por cuanto “era un bebé muy deseado después de ocho abortos frustrados’, a lo que agregan ‘la dificultad de quedarse embarazada en el futuro, no sólo porque en 2008 perdió una de las trompas de Falopio, sino porque en la actualidad cuenta con 36 años de edad y su edad fértil va decreciendo día a día”.
La ley del karma es lo que tiene… tarde o temprano devuelve todo.
Esta tontaina se creia que podia matar a su hijo por el simple hecho de no ser perfecto y el karma le ha pagado llevandose a su hijo sano.
Espero que jamas consiga quedarse embarazada de nuevo.
La mayoría de las mujeres estériles lo son, debido a haber abortado varias veces,enfermedades venéreas y años de usar anticonceptivos hormonales.De modo que cuando quieren tener hijos su útero y ovarios ya son una cloaca inservible.Esta asesina no merece ser madre y encima tiene la desfachatez de pedir una indemnización a los sicarios del abortorio.
¿Realmente se trataba de una cardiopatía en grado tan grave como para no ser tributaria de una intervención correctora tras el nacimiento o los primeros años de vida? ¿Realmente no había ninguna posibilidad de salvarle la vida o de corregirle su defecto?
Me da la impresión a mi también que la madre es tan culpable como el médico.
Pero esto es puro nazismo (abreviatura de nacional Socialismo)… y una carnicería por otra parte.
Hace falta ser desalmado para “trabajar” en ese negocio. Los “operarios” no me extraña que lleguen a confundirse:
– Máteme a éste hijo
-No, no a ese no, al otro, al bajito
-Ahora no sé si no será mejor matar al moreno y dejar al rubio o matar al cojo.
-Cambié de idea, mátelos a todos..
…
y solíciteme una subvención por la depresión que he pillado por culpa del machismo. La culpa de todo es del padre.
Parece de Gila, humor negro negrísimo, que da mas ganas de llorar que de otra cosa.
Tiene usted toda la razón. La frialdad que denota ese “decidimos cargarnos al enfermo para que el otro naciera mas gordito”, es escalofriante.
¡Que sabia es la Naturaleza, cuando niega a algunas mujeres la posibilidad de ser madres! ¡Vaya monstruito de señora!
Médicos y madre son igual de culpables.
operarios progresistas y anti-madre
más riguroso.
La madre actuó de manera egoista, no quería un hijo enfermo…si resulta que no lo estaba ahora te jodes y lo llevas en tu conciencia.
¿Y el padre, no tiene responsabilidad?
La madre es la que lleva a su hijo dentro en sus entrañas, es ella quien tiene la última palabra diga lo que diga el padre que aunque tiene responsabilidad en la fecundación no porta al hijo.
Todo un drama. Es necesario que la clínica pague para perjudicarla, pero la madre también es culpable de asesinato de sus hijos.