La cubierta del nuevo Mestalla será de vidrio azul, en lugar de la estructura de aluminio, cristal y madera contemplada en el boceto inicial. Además, las promotoras Bancaja Hábitat y Aedifica se encargarán de desarrollar el proyecto que dará salida urbanística al suelo del viejo estadio, con la construcción y posterior venta de viviendas, e inyectará la viabilidad económica necesaria para concluir en dos años el de la avenida de las Cortes. Son las grandes novedades que arrojó la reunión entre la alcaldesa, Rita Barberá, y el presidente del club, Manuel Llorente.

El presidente blanquinegro, Manuel Llorente, indicó que el parón de las obras forma parte del pasado más oscuro del Valencia y que ha conseguido cumplir su palabra de encontrar la solución para reanudar las obras del estadio… sin que además el proyecto final pierda vistosidad a pesar del abaratamiento de los costes.

La modificación reduce el presupuesto total de la obra y es fruto de un riguroso estudio. «Se trata de un cambio técnico sobre el que se ha realizado estudios durante más de dos años. Aporta más vistosidad y la cubierta cambiará de colores en función de la luz», matizó Llorente. El azul se convertirá de este modo en el color predominante en la avenida de las Cortes Valencianas, ya que al estadio hay que sumar la escultura de Manolo Valdés, la Dama Ibérica que preside esta arteria.

El proyecto original establecía una cubierta que recreaba el mapa de la ciudad, con el Turia incluido. Debía ser de aluminio, con un exterior totalmente metálico salvo el recorrido del cauce representado por cristal y madera. El revestimiento contemplaba además una capa antiadherente que protegería de la polución y evitaría que se ensuciase.

Llorente insistió en que los cambios proyectados sobre el nuevo estadio del Valencia serán meramente estéticos y aportó una reflexión de cara al futuro. «Lo más importante es saber que las empresas Bancaja Hábitat y Aedifica son solventes y han trabajado en la ordenación de la parte de la ciudad donde está el estadio. Por tanto, son conocedoras de todo el proyecto», explicó el presidente del Valencia.

El siguiente paso será determinar quién asume las obras del nuevo Mestalla, así como la identidad de la firma que construye las viviendas en las parcelas liberadas por el viejo campo, algo que pueden hacer directamente las propias promotoras o encargarlo a otra empresa contratada por ellas.

Durante dos horas Manuel Llorente, acompañado por los inversores, ofreció todas las explicaciones respecto a la planificación de las obras y los tiempos contemplados. Barberá escuchó atentamente, acompañada del vicealcalde y primer teniente de alcalde, Alfonso Grau, del concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, y del responsable de Deportes, Cristóbal Grau. Todos ellos quedaron satisfechos con la explicación, convencidos de que la ciudad concluirá en dos años su ambicioso proyecto deportivo.

El club comunicó el pasado día 12 que un acuerdo con Bankia iba a permitir la reanudación de las obras del estadio, y se aseguraba una «financiación a medio plazo en condiciones de mercado y ajustada a sus actuales niveles de ingresos», para poder acometer los trabajos pendientes. «Empezaremos cuanto antes, estamos trabajando para iniciar las actuaciones inmediatamente y concluir en 24 meses», indicó Llorente.

La idea del Valencia es que las obras del nuevo estadio estén concluidas en diciembre de 2013. El traslado al mismo sería además inmediato, sin esperar a la conclusión de esa temporada, con el fin de rentabilizar lo antes posible unas instalaciones que conllevarán un importe aumento de los ingresos. En realidad, una vez concluidos los trabajos sólo quedarán pendientes trámites menores como el traslado de tornos o cámaras. nada que no pueda resolverse en dos o tres semanas.