La secta “Boko Haram”
La comunidad internacional, con la excepción de los países islámicos, ha condenado enérgicamente los atentados cometidos en la capital y otras ciudades de Nigeria contra diversas iglesias donde se celebraban las Eucaristías navideñas, causando más de cuarenta muertos y decenas de heridos. Los autores de la masacre pertenecen a una secta islámica fundada en 2004 e inspirada en los “talibán” afganos, llamada “Boko Haram” que en lengua hausa y árabe significa “la educación occidental es pecado”.
Su objetivo es fundar un Estado islámico en el norte del país donde se aplique la “charía” o ley islámica y se derogue la Constitución y la democracia. Esta secta no ha cesado de crecer y difuminarse por los países fronterizos, con la aportación de numerosos militantes islamistas llegados especialmente de Somalia.
La infiltración en sus filas de fanáticos pertenecientes a Al Qaeda la radicalizado aún más, al extremo de anunciar el lanzamiento de una “guerra santa” en buena parte del continente africano, al que pretende islamizar a la fuerza. Todo esto es bien sabido por los dirigentes de los países donde se extiende la ola islamista, sin que todavía hayan alzado la voz para condenar este y otros movimientos radicales que han asumido la representación que consideran más genuina del Islam. De no tomarse una adecuada iniciativa política y religiosa por parte de los propios dirigentes islámicos, su silencio podría interpretarse entre las filas de los fanáticos como un guiño de complicidad cuyas consecuencias serían dramáticas para todo el mundo.