En su día se la definió como “republicana, agnóstica, sindicalista y de izquierdas”, pero pocos conocen realmente la opinión de doña Letizia sobre los asuntos de interés general que, día a día, copan las portadas de los periódicos de tirada nacional. Cuestiones polémicas o, cuanto menos, controvertidas como el aborto, la ley del tabaco o el matrimonio homosexual.

Fue durante el último viaje a Chile que realizó junto a don Felipe, cuando la Princesa de Asturias se mostró “muy contenta con una España que respeta los derechos de las personas y que considera a todos sus ciudadanos como iguales”.

Según recoge la prensa local, los Príncipes visitaban en ese momento el Museo de Arte Contemporáneo de Chile, en el que inauguraron una exposición del fotógrafo español Chema Madoz, así como la fachada restaurada del edificio, que quedó dañada tras el terremoto de 2010 -sorprendiendo a don Felipe en su anterior visita al país-. En dicho acto, la primera dama chilena, Cecilia Morel, presentó a Letizia al escritor Pablo Simonetti, uno de los invitados al acto y presidente de la Fundación Iguales, que vela por los derechos de los homosexuales.

La Princesa de Asturias, quien pidió que la llamaran por su nombre de pila y no Alteza, inició entonces una distendida conversación con el escritor y otros asistentes sobre la fundación y la prohibición que existe en Chile del matrimonio homosexual. En ese momento, Letizia afirmó que en España este derecho “es para todos” y está “ya arraigado” en el país, al igual que sucede con el aborto, también permitido legalmente.

El diálogo no cesó ahí, pues uno de los asistentes preguntó entonces a la Princesa de Asturias si en España convivían todos así, a lo que doña Letizia aseguró que sí. “Conviven todos sin ningún problema”, añadió.

El hecho de que haya trascendido la conversación no ha debido de sentar muy bien a la primera dama chilena, tal y como señalan fuentes de Zarzuela a Vanitatis. “Por tradición y buen gusto, no se debe desvelar el contenido de las conversaciones privadas” con los miembros de la Casa Real, afirman, sin querer profundizar en un asunto que consideran “privado”.

Discrepancias con la Reina

Hasta el momento, el único miembro de la Primera Familia en hacer públicas sus impresiones acerca del matrimonio entre personas del mismo sexo ha sido la Reina Sofía, que confesó a Pilar Urbano, tal y como ésta recoge en su libro La Reina muy de cerca, que podía “comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? ¿Que se suban a una carroza y salgan en manifestación? (…). Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, pero que a eso no lo llamen matrimonio porque no lo es”.

La cuestión del matrimonio homosexual es, pues, un motivo más de discrepancia entre la Princesa de Asturias y su suegra, una relación cuestionada en varias ocasiones, como en la final del Mundial de Sudáfrica. Durante una entrevista posterior al encuentro que dio la victoria a la Selección Española, algunos sectores criticaron la forma apasionada y periodística de doña Letizia y su gesto hacia la Reina, mucho más comedida, con el que le apremiaba a hablar, como si Su Majestad no supiera cómo debía actuar.