José Mourinho ha concedido una entrevista al diario turco ‘Hürriyet’ en la que ha dejado muchos titulares de gran interés sobre los temas que rodean a la actualidad del entrenador del Real Madrid.

Empezando por el famoso dedo en el ojo a Tito Vilanova, segundo entrenador del Barcelona, tras la vuelta de la Supercopa de España. El técnico blanco tiene claro que pudo cometer un error pero cree que estuvo justificado: “El fútbol significa emoción y a veces te provocan. En algunas ocasiones reaccionas y en otras no. Pero en el caso que nos ocupa, ellos nos provocaron. Sí, pude haber actuado mal, pero actué de forma natural”, ha indicado.

Mourinho se encuentra centrado en el que considera objetivo principal de esta temporada, la Liga de Campeones: “Me gustaría ganar mi tercera Champions con mi tercer equipo. De esta forma, mi nombre tendrá un lugar especial en la historia del fútbol. Lo conseguiré”.

El técnico madridista también ha mostrado una faceta algo desconocida hasta el momento sobre su forma de ser y lo que le afectan lo que digan de él: “No soy arrogante, soy amigable, especialmente con los niños. Los adjetivos para mí no son más que expresiones, pero quiero que la gente hable bien de mí”.

Además, ‘Mou’ ha hablado de la vocación que siempre tuvo por el fútbol y de la decisión que tuvo que tomar entre jugar o entrenar: “Cuando tenía 14 o 15 años era bueno para el fútbol, pero después fui a la Universidad y tenía dos opciones: ser un futbolista cualquiera o ser un extraordinario entrenador. Escogí la segunda opción”.

‘The Special One’ también se refirió a sus jugadores y a la relación que los une: “Ellos se ven a sí mismos como iconos del fútbol y me miran a mí y ven también a un icono del fútbol. Me ven igual que a ellos. No es fácil manejar un vestuario así si no eres un icono del fútbol. No hay diferencia en el estatus entre ellos y yo”, ha finalizado.