La conexión Teherán-Pyongyang
Ruben Kaplan.- La reciente detonación subterránea por parte de Corea del Norte de una bomba atómica, provista de un poder equivalente en magnitud a la que destruyó Hiroshima, evidencia un claro desafío a la estéril exhortación al diálogo hecha por Barack Obama, conminando a la prohibición mundial de pruebas nucleares.
La agencia de noticias del gobierno de Pyongyang, KCNA, comunicó que “La República Popular Democrática de Corea” condujo con éxito un nuevo ensayo nuclear subterráneo. La citada fuente agregó que la política hostil de USA durante el gobierno de George Bush “no cambió” con la presidencia de Obama y por consiguiente está preparada para enfrentar un eventual ataque norteamericano.
Lejos de amilanarse por la condena de Estados Unidos y del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Corea del Norte lanzó el martes 26 de junio, dos misiles de corto alcance sobre la costa este.
El ensayo nuclear del lunes y las pruebas de misiles, suscitaron alarma mundial. En ese contexto, el vocero del Pentágono Geoff Morrel, comunicó que los ministros de Defensa de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, convinieron reunirse el sábado en Singapur para debatir sobre la provocación norcoreana.
En lo que pareciera ser una acción premeditada, el mes pasado, Corea del Norte se retiró de las conversaciones entre seis partes (las dos Coreas, China, Estados Unidos, Japón y Rusia) que propiciaban estímulos económicos a cambio del desarme, en protesta por una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU que condenaba al país por estar experimentando cohetes de largo alcance.
La casi unánime condena a Pyongyang, tuvo un apologista, la República Islámica de Irán. Su portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hasan Qashgavi defendió la decisión de Corea del Norte de lanzar un cohete al espacio y advirtió sobre cualquier acción que ponga en riesgo la estabilidad en Extremo Oriente. “Irán tiene el derecho legítimo a disfrutar la tecnología espacial para fines pacíficos cumpliendo las reglas internacionales y cree que ese derecho le asiste también al resto de los países del mundo”.
El funcionario iraní, no obstante ser chiíta, demostró estar imbuído en la Taqiyya, (según los principios del teolólogo sunní Al- Gazali, mentir para protegerse a uno mismo o a otros es permisible bajo ciertas circunstancias) y volvió a insistir, asimismo, en que el programa de misiles de su país no tiene vínculo alguno con el que puede desarrollar Pyongyang.
“No existe relación alguna entre los dos países. Corea del Norte comenzó su programa espacial hace varios años y ya ha lanzado cohetes al espacio en numerosas ocasiones.
La Conexión de Teherán-Pyongyang tiene extensos eslabones militares. Después que Rusia y China redujeron el flujo de tecnología, Pyongyang se constituyó en la fuente principal de la tecnología de misil balística y de componentes de Teherán. Además, los informes publicados atribuidos a fuentes de inteligencia han encontrado pruebas de cooperación nuclear entre estos dos Estados, de larga data.
Se conoce que el programa de armas nuclear de Corea del Norte está basado en el plutonio separado obtenido de un reactor, mientras que los esfuerzos de Irán están basados en el uranio enriquecido producido por la tecnología de centrifugadora comprada a Abdul Qadeer Kant, el científico indio que fabricó la bomba atómica a Pakistán.
Según un documento oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Venezuela y Bolivia ayudan a Teherán a eludir las sanciones económicas impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU y suministran uranio a Irán para su programa nuclear. Asimismo, la Cancillería israelí afirma que los iraníes están estableciendo células del grupo terrorista Hezbollah en el norte de Venezuela y en la isla de Margarita.
“Las relaciones entre Venezuela e Irán son particularmente estrechas. Según varios informes, Venezuela ayuda a Irán a esquivar las sanciones concediendo salvoconductos de viaje venezolanos a ciudadanos iraníes, permitiéndoles de esta forma desplazarse con total impunidad por toda América Latina, sin visado”.
Con el cinismo que lo caracteriza, el presidente de Irán Mahmoud Ahmadinejad, quien está en campaña para lograr su reelección presidencial el 12 de junio, dijo que el tema nuclear está terminado.
Afirmó que Teherán se había declarado dispuesto a un “diálogo constructivo” con las grandes potencias, pero insistiendo siempre en su propia oferta de negociación que consiste en “garantizar la paz y la justicia en el mundo”.
Hay que subrayar que las grandes decisiones de política exterior son competencia del guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei. Éste nunca ha desmentido hasta ahora la posición de Ahmadinejad sobre el programa nuclear iraní.
La República Islámica de Irán sigue la otrora estrategia norcoreana diplomática de negociación, que aparentaba flexibilidad con el objeto de ganar tiempo para completar la producción de armas nucleares
Irán ha adoptado la práctica norcoreana de construir instalaciones masivas subterráneas localizadas en terrenos montañosos, protegidas por muchas capas de hormigón.
Consejeros norcoreanos según se informa, fueron descubiertos en Líbano. Los túneles enormes construidos por Hezbollah, son pruebas tangibles de la peculiar y estrecha relación entre el comunismo nihilista de Corea del Norte y la teocracia islámica radical de Irán.
La conclusión evidente emanada del ensayo nuclear norcoreano, es que la tibia reacción del mundo actúa como acicate y proporciona un ímpetu adicional a Irán para proseguir en su indeclinable dirección.