La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha querido compartir la alegría de sus compatriotas musulmanes con ocasión de las fiestas del Ramadán, lanzando un mensaje de felicitación y concordia.

En el mismo, la jefa de la cancillería española envía sus “mejores deseos a las comunidades musulmanes de España y el resto del mundo” y reflexiona acerca de la gran trascendencia que tiene este mes para los creyentes musulmanes, señalando que “su importancia se pone de relieve en la oración y en los momentos en que las familias y amigos se reúnen para recordar a los menos afortunados”. “Es un mes de intensa devoción y reflexión”, afirma.

Jiménez prosigue su mensaje subrayando algunos de los valores comunes que comparte el islam con la sociedad española y, en general, con todas las religiones del mundo, al decir que “sus valores nos recuerdan a los principios que tenemos en común –el reconocimiento mutuo, la justicia, el progreso y la dignidad de todos los seres humanos-”. Y añade que “los mensajes claros del altruismo, generosidad, solidaridad y compasión son principios que unen a musulmanes y no musulmanes por igual”.

A continuación, se refiere a la actual situación que atraviesa Oriente Medio y el Norte de África, recalcando que ambas regiones viven “un momento de cambio sin precedentes”, cuyos pueblos y habitantes persiguen aspiraciones de mayor libertad que “nos conciernen a todos”. “Deberíamos tomarnos un momento para recordar particularmente a la gente de Libia y de otros lugares del mundo que están luchando por conseguir mayores cotas de libertad y más derechos que les beneficiarán a ellos y a las generaciones futuras”, declara la ministra.

Por último, pide que en esta época especial del año las oraciones y ruegos de los musulmanes sean correspondidos por Allah y que el “el Ramadán traiga paz, felicidad y unidad”. Ramadan Mubarak, sentencia.