Un guardia civil y un policía portuario han sido detenidos en el marco de una operación antidroga en la que se han intervenido unos 600 kilos de hachís. La mercancía había entrado a través del puerto de Málaga oculta en la batea de un camión.

La redada se desarrolló el miércoles de la semana pasada, aunque tiene detrás una investigación de meses. Las pesquisas, a cargo de la Udyco-Costa del Sol de la Policía nacional, comenzaron en febrero y han dado lugar a la detención de nueve personas, entre las que se encuentran los dos agentes.

La batea en la que iba la droga llegó al puerto de la capital en un barco procedente de Melilla. Aparentemente, la plataforma iba vacía. Un camión la enganchó al remolque y salió del recinto portuario sobre las cinco y media del miércoles pasado.

En una nave de la capital

El vehículo fue interceptado al llegar a una nave de un polígono industrial de la ciudad. Los investigadores descubrieron que la droga estaba escondida en el interior de las ruedas de la batea. Había unos 600 kilos de hachís, según confirmaron fuentes cercanas al caso.

La redada comenzó con la detención de los dos ocupantes del camión. Tras ellos, fueron arrestadas otras siete personas, algunas de las cuales trabajan en el puerto de Málaga. Entre ellas se encuentran un guardia civil perteneciente al grupo fiscal, un agente de la Policía Portuaria y un empleado de una empresa privada. Las fuentes precisaron que el sábado pasaron a disposición del juzgado de guardia por su presunta implicación en los hechos investigados. Quedaron en libertad a la espera de ser citados por el juez que instruye las diligencias del caso.

Precisamente, el miércoles de la semana pasada trascendió la detención de otro guardia civil en una operación desarrollada por el propio Instituto Armado en la que fueron decomisados 1.760 kilos de hachís que se hallaban ocultos en una casa. En esa actuación se detuvo a otras cuatro personas. Todas ellas ingresaron en prisión provisional.