María José Campanario, acusada por la Operación Karlos, ha terminado su declaración en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial manifestando que se siente “engañada, estafada, humillada, juzgada y condenada, aunque no por un tribunal”. Asimismo, ha afirmado que este tiempo es “los cinco años más duros de mi vida” y ha añadido que “el peor día” de su vida fue “cuando detuvieron” a su madre. Campanario ha asegurado que “jamás” se le comunicó que otra persona iba a suplantar a su madre.

En este sentido, ha manifestado que es algo que jura y que lo jurará “hasta que me muera”. A preguntas de su abogado defensor ha manifestado que “no se habla de incapacidad laboral, se habla de revisión de minusvalía (con la que la madre ya contaba desde hace años)”. Así, ha añadido que “si le correspondía una minusvalía mayor (entonces tenía reconocida un 54 por ciento) y una prestación, era suya”.

María José Campanario ha hecho referencia también a las conversaciones telefónicas en las que aparece, de las que ha dicho que no es lo mismo la transcripción que la interpretación. Así, ha defendido su “interpretación” de las conversaciones en las que aparece, señalando que “es absurdo” que ofreciera que su madre fuera de Castellón a Cádiz para hacerse unas pruebas médicas si hubiera sabido que lo que le estaban diciendo era que la iban a suplantar.

Igualmente, ha aseverado que desconocía que a la madre, Remedios Torres, la hubiera dado de alta Carlos Carretero en una empresa para que cotizara los años que le podían faltar para tener derecho a una pensión. Además, también ha manifestado que “nunca” supo que habían inscrito a la madre en un domicilio en Cádiz capital.

9.000 euros para especialistas

María José Campanario ha asegurado que la cuantía que entregó fue de 9.000 euros y no de 18.000 euros como se ha manifestado en reiteradas ocasiones hasta el momento. De hecho, ha aportado como prueba un extracto bancario del momento en el que saca dicha cantidad para entregarla a José Luis López ‘El turronero’ y que este hiciera lo propio a Carlos Carretero.

En este sentido, ha manifestado que cuando habló por primera vez con Carlos Carretero le dijo que ese dinero le hacía falta para abogados y “los mejores especialistas”. Así, ha añadido que “si es para que a mi madre la vean los mejores especialistas, 9.000, 18.000 ó 72.000. Lo que haga falta”.

En relación al dinero, ha coincidido con lo manifestado por Carretero en cuanto a que éste le pidió más dinero para que le pagara los seguros sociales que había tenido que pagar por contratar a la madre. Campanario ha señalado que le pidió 5.000 euros más y que ella “montó en cólera” y llamó al ‘Turronero’ para que le dijera a Carretero que no siguiera adelante.

María José Campanario ha defendido durante su declaración, a preguntas del Ministerio Fiscal y de su defensa, que le habían ofrecido revisar el grado de minusvalía de su madre y que no buscaba una pensión por incapacidad laboral. Además, tras manifestar entre lágrimas que se siente “engañada” y que han sido “los peores cinco años” de su vida, ha terminado su declaración asegurando que “nunca” ha perdido la fe en la justicia”.