Japón eleva a 5 la gravedad del accidente nuclear en Fukushima
Una semana después del terremoto y tsunami que asoló Japón, la incertidumbre se centra en la central de Fukushima, donde es necesario enfriar los reactores para evitar un desastre nuclear de consecuencias impredecibles. El peligro es tal, que las autoridades niponas han elevado de cuatro a cinco el nivel de gravedad del accidente nuclear. El aumento de cuatro a cinco en la escala de gravedad de accidente nuclear (que va de uno a siete) sitúa la crisis de esta central del noreste de Japón al mismo nivel que el accidente registrado en 1979 en la central de Three Mile Island, en Harrisburg (Estados Unidos).
Los niveles de radiación de la planta nuclear habían descendido hoy después de las operaciones sin precedentes de ayer, según la Agencia de Seguridad Nuclear nipona. Por eso siete camiones cisterna de las fuerzas del Ejército han retomado el lanzamiento de agua en el edificio que alberga el dañado reactor número 3 de la planta nuclear de Fukushima. Se acercan por turnos al reactor en intervalos de cinco a diez minutos y lo rocían con agua durante varios segundos, antes de alejarse de nuevo para dar paso a la siguiente ronda. En total, se prevé que en esta operación se lancen sobre el reactor 50 toneladas de agua, según la televisión pública NHK, que ha mostrado cómo de la unidad 3 salían columnas de vapor o humo blanco, al igual que ocurre en la 2 y la 4. Además, el ministro de Defensa, Toshimi Kitazawa, ha anunciado que unos 130 bomberos se desplazarán en las próximas horas a la central nuclear.
Los expertos sospechan que el humo del reactor 2 podría proceder de la piscina de refrigeración o de una explosión en la cámara que la alberga, aunque todavía no han podido confirmar este extremo. Por su parte, el rector número 3 tiene problemas con la piscina de almacenamiento de combustible, ante el descenso del agua que lo cubre para impedir su sobrecalentamiento. Aunque las operaciones de ayer, jueves, lograron introducir líquido en la piscina, los responsables de la central consideran que el nivel todavía es demasiado bajo y existe la posibilidad de que suba la temperatura.
Se reducen los niveles de radiactividad
Las últimas mediciones de radiactividad tomadas a un kilómetro al oeste del reactor número 2 apuntan a que los niveles se han reducido considerablemente desde primera hora de hoy, según informa la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón. Ya a las 5.00 (ocho horas menos en la España peninsular) la radiactividad era de 279,4 microsievert. Se habían registrado 292,2 a las 20.40 del jueves, justo después de que helicópteros y camiones cisterna militares descargaran agua sobre la piscina de combustible para tratar de enfriarla.
A este respecto, el ministro de Ciencia de Japón ha admitido que el jueves se detectaron niveles de radiación por encima de los 0,17 milisievert por hora (170 microsievert por hora) unos 30 kilómetros al noroeste de la central de Fukushima-1. Los expertos sostienen que estos niveles sufridos durante seis horas equivaldrían al máximo índice de los considerados seguros durante un año. Los técnicos del Ministerio midieron la radiación en 28 puntos distintos en un espacio de entre 20 y 60 kilómetros desde la central.
En la mayoría de estos puntos, los niveles oscilaron entre los 0,0183 y los 0,0011 milisievert a la hora (18,3 y 1,1 microsievert a la hora). Aunque sean más elevados de lo normal, no suponen una amenaza inmediata para la salud humana. El Gobierno ordenó hace días evacuar todo el territorio a menos de 20 kilómetros de distancia de la central. A las personas que viven en la corona entre los 20 y los 30 kilómetros les emplazó a permanecer en sus casas.
El control de la OIEA
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, ha pedido hoy al Gobierno de Japón más información sobre la crisis nuclear y ha asegurado que expertos de su agencia vigilarán las radiaciones en la planta de Fukushima. Además, Amano ha reclamado colaboración con la comunidad internacional durante una entrevista con el primer ministro nipón, Naoto Kan, quien a su vez se ha comprometido a divulgar más detalles sobre la crisis nuclear.
El jefe del OIEA ha llegado hoy a Tokio para recabar información de primera mano sobre los esfuerzos de los técnicos nipones para controlar las radiaciones en la central de Fukushima. Aunque Amano no tiene previsto desplazarse a Fukushima, ha indicado que expertos de ese organismo van a encargarse de vigilar las radiaciones que emite la planta. Ayer, el OIEA indicó en Viena que la situación en los reactores dañados de Fukushima Daiichi es “muy seria”, pero que no ha empeorado desde el miércoles.