La V.O. pide paso
Para millones de españoles, la voz grave y con acento austriaco de Arnold Schwarzenegger no existe. El tono y el timbre de ‘Terminator’ que ha quedado es el que le puso el gran Constantino Romero. Y es que la versión original (V.O.) en España sigue estando en pañales y aún es cosa de cuatro cinéfilos. Ni la entrada en la UE, ni la llegada masiva de turistas, ni el hecho de que todos los años miles de universitarios estudien idiomas extranjeros gracias al programa Erasmus han conseguido evitar que en España se continúe viendo el cine doblado al castellano.
La presencia de la V.O.es tan escasa que un dato a priori tan simple como la cantidad de cine libre de doblajes que se ve en el país no consta ni en el Ministerio de Cultura, ni en la Federación de Cines de España (FECE), ni en la Federación de Distribuidores Cinematográficos (Fedicine), ni en la Academia del cine. “Seguimos arrastrando la herencia del franquismo”, coinciden en señalar dos de los pioneros de la exhibición de películas en el idioma original, Enric Pérez (de los cines Verdi) y Enrique González (de los Renoir). Lo dicen porque la generalización del cine doblado fue una imposición de la dictadura franquista, que con la medida se aseguraba un mayor control censor sobre los diálogos y además reafirmaba el aislacionismo (en este caso idiomático) del régimen.
La versión original en España sigue estando en pañales y aún es cosa de cuatro cinéfilos
Las situación, no obstante, empieza a cambiar poco a poco. “Hace 15 años estábamos cuatro gatos, mientras que ahora hay unas 40 salas, tanto en Madrid como en Barcelona”, afirma Pérez. En tres lustros, añade, la oferta se ha multiplicado por cuatro. Esa es la noticia buena. La mala es que lo ocurre en las dos principales ciudades del país no es extrapolable al resto de España. Según la FECE, las ciudades que cuentan con cines que exhiben en V.O. son minoría. Es el caso de Salamanca, Barcelona, Madrid, Pamplona, Valencia, A Coruña, Sevilla, Cádiz, Tarragona, Palma, Bilbao, San Sebastián, Alicante, Zaragoza y Córdoba. Entre todas suman 33 cines y 137 salas de V.O. Cifras exiguas que dan paso a otras que no lo son menos: el número de espectadores que acuden al cine a ver una peli extranjera en versión original suponen no más del 1% del total de afluencia a las pantallas españolas, según datos facilitados por fuentes del sector exhibidor. En Cataluña (única de las comunidades consultadas que aporta cifras de este tipo) el porcentaje alcanza el 5,3%, según la Consejería catalana de Cultura. En 2008 y 2009 fue del 5,9% y en 2010 bajó al 5,3%.
Con los números en la mano, tanto Enric Pérez como Enrique González se asombran cuando un dirigente como el anterior director del ICAA, Ignasi Guardans, afirma que su objetivo es alcanzar que el 60% de las películas sean en versión original. “Pasarán varias generaciones hasta que la gente busque pelis en inglés”, dice Pérez.González es aún más escéptico: “Nunca alcanzaremos una cifra así”. “A la gente le cuesta cambiar sus costumbres”, añade. Para que lleguemos a notar un fuerte impulso, cree que “habría que empezar a emitir V.O. en la tele, como en Portugal”. Félix Espejo, promotor de un grupo en Facebook que trabaja por la implantación del V.O. (con 40.000 fans), coincide en que “hoy por hoy es una utopía que todo el mundo vea cine sin doblar”. “Apenas hay oferta, pero la demanda crece”, señala. Él, que se aficionó a la V.O. viendo pelis en DVD, afirma que con Internet la gente está empezando a darse cuenta de cómo son las voces de los actores de verdad. “A mí me pasó con la serie Perdidos”, dice. Por eso, concluye, las nuevas plataformas de distribución y exhibición, tipo ‘Mubi’ o ‘Filmin’, abren una luz a la esperanza para que la gente se acostumbre a consumir ocio en versión original.
Más doblaje en catalán
Hace un año, siete de cada diez cines catalanes fueron a la huelga, como medida de protesta contra la nueva ley del cine promulgada por la Generalitat, que les obliga a exhibir la mitad de las copias de las películas extranjeras, dobladas al catalán. Aunque la norma es del anterior Gobierno presidido por José Montilla, el actual Govern ya ha manifestado que seguirá adelante con la ley, que se aplicará progresivamente durante los próximos cinco años. El objetivo es que aumente la presencia del catalán en los cines, en torno al 3% actualmente. Las grandes distribuidoras norteamericanas han amenazado con abandonar el mercado de Cataluña.