Gerard Bellalta, empresario y coordinador comarcal de Plataforma per Catalunya en el Garraf, ha elegido AD para refutar las informaciones aparecidas estos días y relacionadas con una sentencia del Tribunal Supremo (TS), en 2003, que le condenaba a dos años de prisión y 1.200 euros de multa.?

Candidato a la Alcaldía de Vilanova i la Geltrú por PxC y, hasta este pasado jueves, número 13 de su lista electoral por Barcelona, Bellalta atribuye las informaciones aparecidas a una conjura de Pablo Barranco, el ex número 2 de Plataforma, al que acusa de estar al servicio del PP. Miembro de la Orden de Malta, entre otros cargos honoríficos con relumbre, Bellalta se considera víctima de una trama debido a sus ideales políticos y apela a su derecho al honor y a la presunción de inocencia. “Si en vez de pertenecer a Plataforma hubiese militado en ERC o en algún partido de la izquierda radical, los hechos denunciados sencillamente no existirían”, señala.

-¿Por qué ingresó Gerard Bellalta en Plataforma per Catalunya?

Siempre fui un hombre fiel a unas ideas y a unos valores. Le prometí a mi mujer que, a los 50 años, ingresaría en política para ayudar a mi país y colaborar en la mejora de las condiciones de vida de mis conciudadanos. Desgraciadamente, las informaciones aparecidas estos días en algunos medios me han revelado cuál es el verdadero rostro del sistema. El objetivo no era Gerard Bellalta sino el candidato número 13 de PxC por Barcelona. Si estás dentro del sistema y perteneces a la casta corrompida, entonces la salvaguarda de tu honor y tu integridad moral están garantizados. En cambio, si militas como yo en un partido como Plataforma, entonces es lícito que se te criminalice con argumentos que caen por su propio peso. Mire usted, Gerard Bellalta habrá cometido muchos errores en la vida, pero soy un hombre honrado y con principios que van más allá de los aconsejables para sobrevivir en el actual estercolero partitocrático español y catalán. Hace unos días se publicaba no sé qué de un desahucio y de unos impagos. Pues bien, le aseguro que en el juzgado que se menciona en la información no se ha tramitado ninguna denuncia. El principio de ‘calumnia que algo queda’ vale aún para los dirigentes de la PxC.

-Se le acusa de haber sido condenado por el Tribunal Supremo (TS), en 2003, a dos años de prisión y 1.200 euros de multa por un delito de falsedad destinado a tramitar contratos de trabajo a inmigrantes irregulares a través de nóminas falsificadas, utilización de identidades de terceros o declaraciones de la renta manipuladas, ¿son ciertas estas informaciones?

La condena que usted apunta vino como consecuencia de una denuncia falsa presentada por tres marroquíes que trabajaban con mi padre en unos laboratorios. Me denunciaron para obtener fraudulentamente los papeles, gracias a que el sistema legal primaba ese tipo de denuncias contra los empresarios. Si denuncias al empresario X, te regularizo tu situación legal en España. Así funciona el sistema. La gente debe saber que los policías que supuestamente investigaron aquel caso estuvieron luego implicados en delitos de robo y contra la seguridad sexual. Incluso participaron en algunas de las peores tramas delictivas en Cataluña, entre ellas las del ‘caso Riviera’ y ‘caso Saratoga’. Aquí no se perdona que un catalán de pura cepa como yo se sienta profundamente español y conmovedoramente cristiano. Algún día se sabrá la verdad sobre ese asunto.

-¿Insiste por lo tanto en la falsedad de las denuncias presentadas contra usted?

Absolutamente. Insisto, siempre fui un hombre honrado, un catalán comprometido con la defensa de cuanto une al conjunto de los españoles. Es terrible que vivamos en un sistema que está al servicio de los malos, de los inmigrantes y no de la gente honesta. Hoy es suficiente que un inmigrante sin papeles se presente en comisaría y ponga una denuncia falsa contra cualquier español para que la presunción de culpabilidad recaiga inmediatamente sobre el denunciado. Ya sabemos cómo actúan los musulmanes. Conoces a uno de ellos, le das el beneficio de la duda, lo recoges por caridad cristiana, les das de comer y si pueden te cortan la cabeza como pago.

-Los hechos judiciales referidos se produjeron hace quince años, ¿a quién le ha interesado su actual difusión?

Estos hechos han sido reproducidos por el diario ‘El Mundo’, un periódico que forma parte del cordón sanitario contra Plataforma per Catalunya. Si me pregunta a quién le ha interesado difundir ahora este caso, mi respuesta tiene un nombre y un apellido. Pablo Barranco (ex secretario general de PxC). Barranco era un topo al servicio del PP.

-¿Está seguro de lo que dice?

Sí, mire, estoy convencido que Pablo Barranco era un topo del PP. Eso lo sospechábamos muchos. Su objetivo al ingresar en PxC era triple: dinamitar el partido, impedir la llegada de Josep Anglada al Parlament y erosionar la relación de nuestro líder con el editor de Alerta Digital, Armando Robles. Fue Pablo Barranco quien trabajó en la sombra para que Anglada y Robles rompieran sus relaciones. AD es el periódico de referencia para muchos militantes de Plataforma. Pese a que hemos sido castigados dura y tal vez injustamente en algunas de sus informaciones, hay que reconocer que mantienen una línea coherente y que defiende lo que nosotros. AD y PxC están condenados a entenderse porque defienden los mismos objetivos. Mi ilusión sería que Anglada y Robles limaran diferencias, un deseo que comparten todos los dirigentes y militantes de Plataforma con los que hablo.

-¿Cuál era la actitud de Barranco al frente de la secretaría general de la PxC?

Era un tipo odiado que no caía bien a nadie. Actuaba como un chulo prepotente que se granjeó el desprecio de la gente. Miraba por encima del hombro a todo el mundo. Carecía por completo de buenos sentimientos, ya que el muy canalla era capaz de reírse hasta de las desgracias personales. Es también la persona más rastrera que he conocido nunca. Creo que en el fondo es un hombre enfermo. Su misión era apartar del lado de Anglada a las personas que somos fieles al líder y al proyecto identitario que representa. Le pongo un ejemplo: si en un acto público le ponían un vaso de agua a Josep, el rastrero se encargaba de quitar ese vaso y ponerle otro él personalmente. Lo suyo me recordaba a la anécdota de Isabel La Católica, que tuvo que vender sus joyas para descubrir América. Yo lo calé desde el primer día. Recuerdo una entrevista que Alerta Digital hizo hace meses al vicepresidente del Partit per Catalunya. Josep Maria Gili dijo algo que estos días, al recordarlo, me ha impresionado bastante. Gili nos advertía entonces de que tuviéramos cuidado con Barranco y predijo con una asombrosa exactitud todo lo que ha ocurrido estos días en el partido.

-Señala usted también que, tras las maniobras de Barranco contra usted, subyacen celos personales.

En efecto. Tengo 50 años y estoy introducido en las capas altas de la sociedad barcelonesa, aunque mi sitio está con el pueblo. A este señor, en cambio, no lo conoce nadie. Si es de izquierda, de derecha, un topo del PP o un agente del Mossad, nadie podría decírselo. Lo único que sabemos con exactitud es que estudió en un colegio con conexiones al Opus Dei. Lo demás es un misterio.

-Usted en cambio siempre disfrutó de una cierta fama debido a sus ideas políticas.

Algunos no cambiamos de chaqueta y mantenemos las mismas convicciones de siempre. Tenía yo 20 años en 1.979 y una bomba estalló en mi casa. Curiosamente, el autor de ese atentado, felizmente sin consecuencias, es hoy el alcalde de Canobellas. Yo podría haber muerto, pero se habría tratado sólo del asesinato de un catalán que se siente profundamente español. Si eres de derecha y te sientes español, aquí se permite hasta que te liquiden. En cambio, si eres separatista o un ultraizquierdista, tienes la protección de todo el sistema.

-¿Se considera usted racista?

(Ríe). Mire, no conocerá usted a una persona con menos prejuicios raciales que yo. Verá, el islam es una cosa y la raza otra bien distinta. Mi enemigo es el islam, y me es indiferente que quien lo profese sea un individuo de raza árabe o un catalán de pura cepa. A la casta política le interesa que ese debate tenga un calado racial para desvirtuar los argumentos ideológicos de quienes nos oponemos al islam, y no debemos caer en esa trampa. Eso es tan absurdo como calificar de racistas antialemanes a quienes nos oponemos al nazismo. Nuestra lucha es contra lo que representa el islam, su amenaza contra nuestra sociedad, independientemente de que quienes practiquen esa horrible religión sean árabes, persas, otomanos, bereberes, sajones o europeos de raza aria. Le diré algo más: mi cuñada es negra y no me sentiría más orgulloso de ella si fuese blanca.

-¿Se ha sentido respaldado por Josep Anglada estos últimas horas?

Rotundamente sí. Josep es un hombre que no puede exteriorizar sus sentimientros por bien del partido. Yo entiendo que haya tenido que hacer determinados sacrificios por el bien de todos, pero sé también que siempre tendré su apoyo y afecto. Yo de Anglada nunca hablaré mal aunque me expulse de la PxC, cosa que no creo que ocurra. Le diré más: hasta tres veces le he presentado mi dimisión y esas tres veces no las aceptó. Lo que hace grande a Josep no es su liderazgo político, sino su musculatura moral.

-¿Qué papel ha jugado ese otro diario digital hasta hace poco próximo a Plataforma?

Esa gente es muy traicionera y no merece que le dedique mi tiempo. Me consta que Pablo Barranco les tuvo que pagar 40.000 euros para que no tuvieran que cerrar una tienda de ropas, que estaba en la ruina. Sin el dinero de Barranco, serían aún menos de lo que son.

-¿Por qué cree que Josep Anglada debe entrar en el Parlament de Catalunya?

Lo creo yo y lo creen miles de catalanes. Plataforma es el único partido que puede evitar la islamización de Cataluña, de España y de Europa. Ahora los del PP asumen un discurso antiinmigración. Sin embargo, ¿sabe la gente que el PP lleva a musulmanes en sus listas electorales en Ceuta y Melilla? ¿Saben los catalanes que ERC, PSC y CiU llevan a candidatos musulmanes en sus listas? En el caso de ERC, me parece todo un caso de esquizofrenia que un partido que enarbola la bandera del independentismo, pueda enarbolar también la bandera de la islamización de Cataluña. Nosotros en cambio decimos que el islam es incompatible con la naturaleza cultural y espiritual del pueblo catalán, y que su existencia es contraria a la propia Constitución. En Cataluña ya no puedes ir por la calle tranquilo. Los musulmanes te amenazan, aterrorizan a nuestros niños, intimidan a nuestras mujeres. Sabemos que la ultraizquierda y el nacionalismo está a favor de esa gente. Sabemos también que el PP sostiene en Cataluña lo contrario de lo que hace en Ceuta y Melilla. ¿Qué opción les queda a los catalanes para salvar la hegemonía cultural de nuestras raices cristianas y europeas? Evidentemente, sólo la de Plataforma per Catalunya.

Con Josep Anglada, todos tenemos una oportunidad única e histórica de que las cosas ya nunca sean como hasta ahora han sido. Josep y la PxC pueden marcar un antes y un después en la relación entre los políticos y los ciudadanos. Anglada es un ‘bon català’ y un español cabal, de los pies a la cabeza.